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Read the Gospels in 40 Days

Read through the four Gospels--Matthew, Mark, Luke, and John--in 40 days.
Duration: 40 days
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Marcos 7-9

Lo que contamina al hombre

(A)Los fariseos, y algunos de los escribas que habían venido de Jerusalén(B), se reunieron alrededor de Él; y vieron que algunos de Sus discípulos comían el pan con manos inmundas(C), es decir, sin lavar. (Porque los fariseos y todos los judíos no comen a menos de que se laven las manos cuidadosamente[a], observando así la tradición de los ancianos(D). Cuando vuelven de la plaza, no comen a menos de que se laven[b]; y hay muchas otras cosas que han recibido para observarlas, como el lavamiento[c] de los vasos(E), de los cántaros y de las vasijas de cobre.)

Así que los fariseos y los escribas le preguntaron*: «¿Por qué Tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos(F), sino que comen[d] con manos inmundas[e](G)?». Jesús les respondió: «Bien profetizó Isaías de ustedes, hipócritas, como está escrito:

Este pueblo con los labios me honra,
Pero su corazón está muy lejos de Mí(H).
Mas en vano me rinden culto,
Enseñando como doctrinas preceptos de hombres(I)”.

Dejando el mandamiento de Dios, ustedes se aferran a la tradición de los hombres(J)».

También les decía: «Astutamente[f] ustedes violan el mandamiento de Dios para guardar su tradición(K). 10 Porque Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre(L)”; y: “El que hable mal de su padre o de su madre, que muera[g](M)”. 11 Pero ustedes dicen: “Si un hombre dice al padre o a la madre: ‘Cualquier cosa mía con que pudieras beneficiarte es corbán(N) (es decir, ofrenda[h] a Dios)’”, 12 ya no le dejan hacer nada en favor de su padre o de su madre; 13 invalidando así la palabra de Dios por la tradición(O) de ustedes, la cual han transmitido, y hacen muchas cosas semejantes a estas».

14 Llamando de nuevo a la multitud, Jesús les decía: «Escuchen todos lo que les digo y entiendan: 15 no hay nada fuera del hombre que al entrar en él pueda contaminarlo; sino que lo que sale de adentro del hombre es lo que contamina al hombre. 16 [i]Si alguno tiene oídos para oír, que oiga».

17 Cuando Jesús dejó a la multitud y entró en casa(P), Sus discípulos le preguntaron acerca de la parábola(Q). 18 «¿También ustedes son tan faltos de entendimiento?», les dijo*. «¿No comprenden que todo lo que de afuera entra al hombre no lo puede contaminar, 19 porque no entra en su corazón, sino en el estómago[j], y se elimina[k]?». Jesús declaró así limpios(R) todos los alimentos(S).

20 También decía: «Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre(T). 21 Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones[l], robos, homicidios, adulterios, 22 avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia[m](U), calumnia, orgullo[n] e insensatez. 23 Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre».

La mujer sirofenicia

24 (V)Levantándose de allí, Jesús se fue a la región de Tiro[o](W), y entrando en una casa, no quería que nadie lo supiera, pero[p] no pudo pasar inadvertido; 25 sino que enseguida, al oír hablar de Él, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a Sus pies. 26 La mujer era gentil[q], sirofenicia de nacimiento; y le rogaba que echara al demonio fuera de su hija.

27 Y Jesús le decía: «Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien[r] tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos». 28 «Es cierto, Señor», le dijo* ella; «pero aun los perrillos debajo de la mesa comen las migajas de los hijos». 29 Jesús le dijo: «Por esta respuesta[s], vete; ya el demonio ha salido de tu hija». 30 Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada[t] en la cama, y que el demonio había salido.

Curación de un sordomudo

31 (X)Volviendo Jesús a salir de la región de Tiro(Y), pasó por Sidón(Z) y llegó al mar de Galilea(AA), atravesando la región de Decápolis(AB). 32 Y le trajeron* a uno que era sordo y tartamudo, y le rogaron* que pusiera la mano sobre él(AC). 33 Entonces Jesús, tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo(AD), le tocó la lengua con la saliva; 34 y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente(AE) y le dijo*: «¡Effatá!», esto es, «¡Abrete!».

35 Al instante se abrieron sus oídos, y desapareció[u] el impedimento[v] de su lengua, y hablaba con claridad. 36 Jesús les ordenó que a nadie se lo dijeran(AF); pero mientras más se lo ordenaba, tanto más ellos lo proclamaban(AG). 37 Y estaban asombrados en gran manera, y decían: «Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar».

Alimentación de los cuatro mil

En aquellos días, cuando había de nuevo una gran multitud que no tenía qué comer, (AH)Jesús llamó a Sus discípulos y les dijo*: «Tengo compasión de la multitud porque ya hace tres días que están junto a Mí y no tienen qué comer(AI); y si los despido sin comer a sus casas, desfallecerán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos».

Sus discípulos le respondieron: «¿Dónde podrá alguien encontrar lo suficiente para saciar de pan[w] a estos aquí en el desierto?». «¿Cuántos panes tienen?», les preguntó[x] Jesús. Ellos respondieron: «Siete».

Entonces mandó* a la multitud que se recostara en el suelo; y tomando los siete panes, después de dar gracias, los partió y los iba dando a Sus discípulos para que los pusieran delante de la gente; y ellos los sirvieron a[y] la multitud. También tenían unos pocos pececillos; y después de bendecirlos(AJ), mandó que estos también los sirvieran[z].

Todos comieron y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastas(AK). Los que comieron eran unos 4,000. Jesús los despidió, 10 y subiendo enseguida a la barca con Sus discípulos, se fue a la región de Dalmanuta(AL).

Los fariseos buscan señal

11 (AM)Entonces salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Él, buscando de Él una señal[aa] del cielo(AN) para poner[ab] a prueba a Jesús. 12 Suspirando profundamente(AO) en Su espíritu[ac], dijo*: «¿Por qué pide señal[ad](AP) esta generación? En verdad les digo que no se le dará señal[ae] a esta generación». 13 Y dejándolos, se embarcó otra vez y se fue al otro lado del lago.

La levadura de los fariseos

14 Los discípulos se habían olvidado de tomar panes, y no tenían consigo en la barca sino solo un pan. 15 Jesús les encargaba[af] diciendo: «¡Tengan cuidado! Cuídense de la levadura de los fariseos(AQ) y de la levadura de Herodes(AR)». 16 Y ellos discutían entre sí que no tenían panes.

17 Dándose cuenta Jesús, les dijo*: «¿Por qué discuten que no tienen panes? ¿Aún no comprenden ni entienden? ¿Tienen el corazón endurecido[ag](AS)? 18 Teniendo ojos, ¿no ven? Y teniendo oídos, ¿no oyen(AT)? ¿No recuerdan 19 cuando partí los cinco panes entre los cinco mil(AU)? ¿Cuántas cestas llenas de pedazos recogieron?». «Doce(AV)», le respondieron*.

20 «Y cuando partí los siete panes entre los cuatro mil(AW), ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogieron?». «Siete(AX)», le dijeron*. 21 Entonces les dijo[ah]: «¿Aún no entienden(AY)?».

El ciego de Betsaida

22 Llegaron* a Betsaida(AZ), y trajeron* a Jesús un ciego y le rogaron* que lo tocara(BA). 23 Tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir(BB) en sus ojos y de poner las manos sobre él(BC), le preguntó: «¿Ves algo?».

24 Y levantando[ai] la vista, dijo: «Veo a los hombres, pero los veo[aj] como árboles que caminan». 25 Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y veía todo con claridad. 26 Y lo envió a su casa diciendo: «Ni aun en la aldea entres(BD)».

La confesión de Pedro

27 (BE)Jesús salió con Sus discípulos a las aldeas de Cesarea de Filipo(BF); y en el camino preguntó a Sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy Yo?». 28 Le respondieron: «Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, uno de los profetas(BG)». 29 Él les preguntó de nuevo: «Pero ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?». «Tú eres el Cristo[ak]», le respondió* Pedro(BH). 30 Y Jesús les advirtió severamente que no hablaran de Él a nadie(BI).

Jesús anuncia Su muerte y resurrección

31 (BJ)Jesús comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y después de tres días resucitar(BK). 32 Y les decía estas palabras claramente(BL). Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprender a Jesús. 33 Pero Él volviéndose y mirando a Sus discípulos, reprendió a Pedro y le dijo*: «¡Quítate de delante de Mí[al], Satanás(BM)!, porque no tienes en mente las cosas de Dios, sino las de los hombres».

Condiciones para seguir a Jesús

34 Llamando Jesús a la multitud y a Sus discípulos, les dijo: «Si alguien quiere venir conmigo, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame(BN). 35 Porque el que quiera salvar su vida[am], la perderá; pero el que pierda su vida por causa de Mí y del evangelio, la salvará(BO). 36 O, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? 37 O, ¿qué dará un hombre a cambio de su alma? 38 Porque cualquiera que se avergüence de Mí y de Mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre(BP) también se avergonzará(BQ) de él, cuando venga en la gloria de Su Padre con los santos ángeles(BR)».

Y Jesús les decía: «En verdad les digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios después de que haya venido con poder(BS)».

La transfiguración

(BT)Seis días después, Jesús tomó* con Él a Pedro, a Jacobo[an] y a Juan(BU), y los llevó* a ellos solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, muy blancas(BV), tal como ningún lavandero sobre la tierra las puede blanquear. Y se les apareció Elías junto con Moisés, y estaban hablando con Jesús. Entonces Pedro dijo* a Jesús: «Rabí[ao](BW), bueno es que estemos aquí; hagamos tres enramadas[ap], una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías(BX)».

Porque él no sabía qué decir[aq], pues estaban aterrados. Entonces se formó[ar] una nube que los cubrió, y una voz(BY) salió[as] de la nube: «Este es Mi Hijo amado; oigan a Él[at](BZ)». Y enseguida miraron en derredor, pero ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.

La venida de Elías

(CA)Cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó que no contaran a nadie(CB) lo que habían visto, hasta que[au] el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos. 10 Y se guardaron para sí lo que fue dicho, discutiendo entre sí qué significaría[av] eso de resucitar de entre los muertos. 11 Le preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero(CC)?».

12 «Es cierto que Elías, al venir primero, restaurará[aw] todas las cosas», les dijo. «Y, sin embargo, ¿cómo está escrito del Hijo del Hombre(CD) que ha de padecer mucho(CE) y ser despreciado? 13 Pero Yo les digo que Elías ya[ax] ha venido, y le hicieron cuanto quisieron, tal como está escrito de él».

Jesús sana a un muchacho endemoniado

14 (CF)Cuando regresaron adonde estaban los otros discípulos, vieron una gran multitud que los rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos. 15 Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida(CG), y corriendo hacia Él, lo saludaban. 16 «¿Qué discuten con ellos?», les preguntó.

17 Y uno de la multitud le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo, 18 y siempre[ay] que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo[az]. Dije a Tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no pudieron».

19 Jesús les dijo*: «¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo los tendré que soportar? ¡Traigan al muchacho!». 20 Y lo llevaron ante Él. Cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho[ba], y este, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos. 21 Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?». «Desde su niñez», respondió. 22 «Muchas veces ese espíritu lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si Tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos».

23 «¿Cómo “si Tú puedes?”», le dijo Jesús. «Todas las cosas son posibles para el que cree(CH)». 24 Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: «Creo; ayúdame en mi incredulidad». 25 Cuando Jesús vio que la gente corría a reunirse(CI), reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu mudo y sordo, Yo te ordeno: sal de él y no vuelvas a entrar en él».

26 Después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, el espíritu salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían: «¡Está muerto!». 27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie. 28 Cuando Jesús entro en casa(CJ), Sus discípulos le preguntaban en privado: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?». 29 Jesús les dijo: «Esta clase con nada puede salir, sino con oración[bb]».

Jesús anuncia otra vez Su muerte

30 (CK)Saliendo de allí, iban pasando por Galilea, y Él no quería que nadie lo supiera. 31 Porque enseñaba a Sus discípulos, y les decía: «El Hijo del Hombre será entregado en manos de los hombres y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará(CL)». 32 Pero ellos no entendían lo que les decía[bc](CM), y tenían miedo de preguntar a Jesús.

El mayor en el reino de los cielos

33 (CN)Llegaron a Capernaúm; y estando ya en la casa, Jesús les preguntaba: «¿Qué discutían por el camino?». 34 Pero ellos guardaron silencio, porque en el camino habían discutido entre sí quién de ellos era el mayor(CO). 35 Jesús se sentó, llamó a los doce discípulos y les dijo*: «Si alguien desea ser el primero, será[bd] el último de todos y el servidor de todos(CP)». 36 Tomando a un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándolo en los brazos les dijo: 37 «El que reciba a un niño como este[be] en Mi nombre, me recibe a Mí; y el que me recibe a Mí, no me recibe a Mí, sino a Aquel que me envió(CQ)».

Recompensas y advertencias

38 «(CR)Maestro», dijo Juan, «vimos a uno echando fuera demonios en Tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía». 39 Pero Jesús dijo: «No se lo impidan, porque no hay nadie que haga un milagro en Mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de Mí. 40 Pues el que no está contra nosotros, por nosotros[bf] está(CS). 41 Porque cualquiera que les dé a ustedes a beber un vaso de agua, por razón de[bg] su nombre como seguidores de Cristo, en verdad les digo que no perderá su recompensa(CT). 42 Cualquiera que haga pecar[bh] a uno de estos pequeñitos que creen en Mí, mejor le fuera si le hubieran atado[bi] al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al mar(CU).

43 »Si tu mano te es ocasión de pecar[bj], córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno[bk](CV), al fuego que no se apaga(CW), 44 [bl]donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga. 45 Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno[bm](CX), 46 [bn]donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga. 47 Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno[bo](CY), 48 donde el gusano de ellos no muere(CZ), y el fuego no se apaga(DA). 49 Porque todos serán salados con fuego[bp]. 50 La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonarán(DB)? Tengan sal en ustedes(DC) y estén en paz los unos con los otros(DD)».

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