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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina-Valera Antigua (RVA)
Version
Levítico 2-3

Y CUANDO alguna persona ofreciere oblación de presente á Jehová, su ofrenda será flor de harina, sobre la cual echará aceite, y pondrá sobre ella incienso:

Y la traerá á los sacerdotes, hijos de Aarón; y de ello tomará el sacerdote su puño lleno de su flor de harina y de su aceite, con todo su incienso, y lo hará arder sobre el altar: ofrenda encendida para recuerdo, de olor suave á Jehová.

Y la sobra del presente será de Aarón y de sus hijos: es cosa santísima de las ofrendas que se queman á Jehová.

Y cuando ofrecieres ofrenda de presente cocida en horno, será de tortas de flor de harina sin levadura, amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite.

Mas si tu presente fuere ofrenda de sartén, será de flor de harina sin levadura, amasada con aceite,

La cual partirás en piezas, y echarás sobre ella aceite: es presente.

Y si tu presente fuere ofrenda cocida en cazuela, haráse de flor de harina con aceite.

Y traerás á Jehová la ofrenda que se hará de estas cosas, y la presentarás al sacerdote, el cual la llegará al altar.

Y tomará el sacerdote de aquel presente, en memoria del mismo, y harálo arder sobre el altar; ofrenda encendida, de suave olor á Jehová.

10 Y lo restante del presente será de Aarón y de sus hijos; es cosa santísima de las ofrendas que se queman á Jehová.

11 Ningun presente que ofreciereis á Jehová, será con levadura: porque de ninguna cosa leuda, ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda á Jehová.

12 En la ofrenda de las primicias las ofreceréis á Jehová: mas no subirán sobre el altar en olor de suavidad.

13 Y sazonarás toda ofrenda de tu presente con sal; y no harás que falte jamás de tu presente la sal de la alianza de tu Dios: en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.

14 Y si ofrecieres á Jehová presente de primicias, tostarás al fuego las espigas verdes, y el grano desmenuzado ofrecerás por ofrenda de tus primicias.

15 Y pondrás sobre ella aceite, y pondrás sobre ella incienso: es presente.

16 Y el sacerdote hará arder, en memoria del don, parte de su grano desmenuzado, y de su aceite con todo su incienso; es ofrenda encendida á Jehová.

Y SI su ofrenda fuere sacrificio de paces, si hubiere de ofrecerlo de ganado vacuno, sea macho ó hembra, sin defecto lo ofrecerá delante de Jehová:

Y pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y la degollará á la puerta del tabernáculo del testimonio; y los sacerdotes, hijos de Aarón, rociarán su sangre sobre el altar en derredor.

Luego ofrecerá del sacrificio de las paces, por ofrenda encendida á Jehová, el sebo que cubre los intestinos, y todo el sebo que está sobre las entrañas,

Y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y sobre los ijares, y con los riñones quitará el redaño que está sobre el hígado.

Y los hijos de Aarón harán arder esto en el altar, sobre el holocausto que estará sobre la leña que habrá encima del fuego; es ofrenda de olor suave á Jehová.

Mas si de ovejas fuere su ofrenda para sacrificio de paces á Jehová, sea macho ó hembra, ofrecerála sin tacha.

Si ofreciere cordero por su ofrenda, ha de ofrecerlo delante de Jehová:

Y pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y después la degollará delante del tabernáculo del testimonio; y los hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar en derredor.

Y del sacrificio de las paces ofrecerá por ofrenda encendida á Jehová, su sebo, y la cola entera, la cual quitará á raíz del espinazo, y el sebo que cubre los intestinos, y todo el sebo que está sobre las entrañas:

10 Asimismo los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y el que está sobre los ijares, y con los riñones quitará el redaño de sobre el hígado.

11 Y el sacerdote hará arder esto sobre el altar; vianda de ofrenda encendida á Jehová.

12 Y si fuere cabra su ofrenda ofrecerála delante de Jehová:

13 Y pondrá su mano sobre la cabeza de ella, y la degollará delante del tabernáculo del testimonio; y los hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar en derredor.

14 Después ofrecerá de ella su ofrenda encendida á Jehová; el sebo que cubre los intestinos, y todo el sebo que está sobre las entrañas,

15 Y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y el que está sobre los ijares, y con los riñones quitará el redaño de sobre el hígado.

16 Y el sacerdote hará arder esto sobre el altar; es vianda de ofrenda que se quema en olor de suavidad á Jehová: el sebo todo es de Jehová.

17 Estatuto perpetuo por vuestras edades; en todas vuestras moradas, ningún sebo ni ninguna sangre comeréis.

Juan 21

21 DESPUÉS se manifestó Jesús otra vez á sus discípulos en la mar de Tiberias; y manifestóse de esta manera.

Estaban juntos Simón Pedro, y Tomás, llamado al Dídimo, y Natanael, el que era de Caná de Galilea, y los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos.

Díceles Simón: A pescar voy. Dícenle: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y subieron en una barca; y aquella noche no cogieron nada.

Y venida la mañana, Jesús se puso á la ribera: mas los discípulos no entendieron que era Jesús.

Y díjoles: Mozos, ¿tenéis algo de comer? Respondiéronle: No.

Y él les dice: Echad la red á la mano derecha del barco, y hallaréis. Entonces la echaron, y no la podían en ninguna manera sacar, por la multitud de los peces.

Entonces aquel discípulo, al cual amaba Jesús, dijo á Pedro: El Señor es. Y Simón Pedro, como oyó que era el Señor, ciñóse la ropa, porque estaba desnudo, y echóse á la mar.

Y los otros discípulos vinieron con el barco (porque no estaban lejos de tierra sino como doscientos codos), trayendo la red de peces.

Y como descendieron á tierra, vieron ascuas puestas, y un pez encima de ellas, y pan.

10 Díceles Jesús; Traed de los peces que cogisteis ahora.

11 Subió Simón Pedro, y trajo la red á tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres: y siendo tantos, la red no se rompió.

12 Díceles Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos osaba preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor.

13 Viene pues Jesús, y toma el pan, y les da; y asimismo del pez.

14 Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestó á sus discípulos, habiendo resucitado de los muertos.

15 Y cuando hubieron comido, Jesús dijo á Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Dícele; Sí Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis corderos.

16 Vuélvele á decir la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Respóndele: Sí, Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis ovejas.

17 Dícele la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Entristecióse Pedro de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y dícele: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Dícele Jesús: Apacienta mis ovejas.

18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más mozo, te ceñías, é ibas donde querías; mas cuando ya fueres viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará á donde no quieras.

19 Y esto dijo, dando á entender con qué muerte había de glorificar á Dios. Y dicho esto, dícele: Sígueme.

20 Volviéndose Pedro, ve á aquel discípulo al cual amaba Jesús, que seguía, el que también se había recostado á su pecho en la cena, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?

21 Así que Pedro vió á éste, dice á Jesús: Señor, ¿y éste, qué?

22 Dícele Jesús: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué á tí? Sígueme tú.

23 Salió entonces este dicho entre los hermanos, que aquel discípulo no había de morir. Mas Jesús no le dijo, No morirá; sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga ¿qué á ti?

24 Este es aquel discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas: y sabemos que su testimonio es verdadero.

25 Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, que si se escribiesen cada una por sí, ni aun en el mundo pienso que cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.

Proverbios 18

18 SEGUN su antojo busca el que se desvía, Y se entremete en todo negocio.

No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en lo que su corazón se descubre.

Cuando viene el impío, viene también el menosprecio, Y con el deshonrador la afrenta.

Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Y arroyo revertiente, la fuente de la sabiduría.

Tener respeto á la persona del impío, Para hacer caer al justo de su derecho, no es bueno.

Los labios del necio vienen con pleito; Y su boca á cuestiones llama.

La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma.

Las palabras del chismoso parecen blandas, Y descienden hasta lo íntimo del vientre.

También el que es negligente en su obra Es hermano del hombre disipador.

10 Torre fuerte es el nombre de Jehová: A él correrá el justo, y será levantado.

11 Las riquezas del rico son la ciudad de su fortaleza, Y como un muro alto en su imaginación.

12 Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento.

13 El que responde palabra antes de oir, Le es fatuidad y oprobio.

14 El ánimo del hombre soportará su enfermedad: Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?

15 El corazón del entendido adquiere sabiduría; Y el oído de los sabios busca la ciencia.

16 El presente del hombre le ensancha el camino, Y le lleva delante de los grandes.

17 El primero en su propia causa parece justo; Y su adversario viene, y le sondea.

18 La suerte pone fin á los pleitos, Y desparte los fuertes.

19 El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte: Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.

20 Del fruto de la boca del hombre se hartará su vientre; Hartaráse del producto de sus labios.

21 La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.

22 El que halló esposa halló el bien, Y alcanzó la benevolencia de Jehová.

23 El pobre habla con ruegos; Mas el rico responde durezas.

24 El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: Y amigo hay más conjunto que el hermano.

Colosenses 1

PABLO, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,

A los santos y hermanos fieles en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz á vosotros de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesucristo.

Damos gracias al Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, siempre orando por vosotros:

Habiendo oído vuestra fe en Cristo Jesús, y el amor que tenéis á todos los santos,

A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual habéis oído ya por la palabra verdadera del evangelio:

El cual ha llegado hasta vosotros, como por todo el mundo; y fructifica y crece, como también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad,

Como habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, el cual es un fiel ministro de Cristo á favor vuestro;

El cual también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y espiritual inteligencia;

10 Para que andéis como es digno del Señor, agradándo le en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios:

11 Corroborados de toda fortaleza, conforme á la potencia de su gloria, para toda tolerancia y largura de ánimo con gozo;

12 Dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la suerte de los santos en luz:

13 Que nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo;

14 En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados:

15 El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura.

16 Porque por él fueron criadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles é invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fué criado por él y para él.

17 Y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten:

18 Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia; él que es el principio, el primogénito de los muertos, para que en todo tenga el primado.

19 Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,

20 Y por él reconciliar todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.

21 A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos de ánimo en malas obras, ahora empero os ha reconciliado

22 En el cuerpo de su carne por medio de muerte, para haceros santos, y sin mancha, é irreprensibles delante de él:

23 Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído; el cual es predicado á toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro.

24 Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;

25 De la cual soy hecho ministro, según la dispensación de Dios que me fué dada en orden á vosotros, para que cumpla la palabra de Dios;

26 A saber, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, mas ahora ha sido manifestado á sus santos:

27 A los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio entre los Gentiles; que es Cristo en vosotros la esperanza de gloria:

28 El cual nosotros anunciamos, amonestando á todo hombre, y enseñando en toda sabiduría, para que presentemos á todo hombre perfecto en Cristo Jesús:

29 En lo cual aun trabajo, combatiendo según la operación de él, la cual obra en mí poderosamente.