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Read the Gospels in 40 Days

Read through the four Gospels--Matthew, Mark, Luke, and John--in 40 days.
Duration: 40 days
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Lucas 23-24

Jesús ante Pilato

23 Toda la asamblea de ellos se levantó, y llevaron a Jesús ante Pilato(A). (B)Y comenzaron a acusar a Jesús, diciendo: «Hemos hallado que este pervierte a nuestra nación(C), prohibiendo pagar[a] impuesto a César(D), y diciendo que Él mismo es Cristo[b], un Rey».

Pilato preguntó a Jesús: «¿Eres Tú el Rey de los judíos?». «Tú lo dices(E)», le respondió Jesús. Entonces Pilato dijo a los principales sacerdotes y a la multitud: «No encuentro delito en este hombre(F)». Pero ellos insistían, diciendo: «Él alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea(G) hasta aquí».

Cuando Pilato oyó esto, preguntó si el hombre era galileo. Al saber que Jesús pertenecía a la jurisdicción de Herodes, lo remitió a Herodes(H), que también estaba en Jerusalén en aquellos[c] días.

Jesús ante Herodes

Al ver a Jesús, Herodes se alegró en gran manera, pues hacía mucho tiempo que lo quería ver(I) por lo que había oído hablar de Él, y esperaba ver alguna señal[d] que Él hiciera. Lo interrogó extensamente[e], pero Jesús nada le respondió(J). 10 Los principales sacerdotes y los escribas también estaban allí, y lo acusaban con vehemencia. 11 Entonces Herodes, con sus soldados, después de tratar a Jesús con desprecio y burlarse de Él, lo vistieron con un espléndido manto(K). Después Herodes lo envió de nuevo a Pilato. 12 Aquel mismo día Herodes y Pilato(L) se hicieron amigos, pues antes habían estado enemistados el uno con el otro.

Pilato condena a Jesús

13 Pilato convocó a los principales sacerdotes, a los gobernantes(M) y al pueblo, 14 y les dijo: «Me han presentado a este hombre como uno que incita al pueblo a la rebelión(N), pero habiéndolo interrogado yo delante de ustedes, no he hallado ningún delito en este hombre(O) de las acusaciones que hacen contra Él. 15 Ni tampoco Herodes(P), pues nos lo ha remitido de nuevo; ya que nada ha hecho[f] que merezca la muerte. 16 Por tanto, lo voy a castigar y después, lo soltaré(Q)». 17 [g]Y tenía obligación de soltarles un preso en cada fiesta.

18 Pero todos ellos gritaron a una: «¡(R)Fuera con este, y suéltanos a Barrabás!». 19 Barrabás había sido echado en la cárcel por un levantamiento ocurrido en la ciudad, y por homicidio.

20 Pilato, queriendo soltar a Jesús, les volvió a hablar, 21 pero ellos continuaban gritando: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». 22 Y él les dijo por tercera vez: «¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho Este? No he hallado en Él ningún delito digno de muerte; por tanto, lo castigaré y lo soltaré(S)». 23 Pero ellos insistían, pidiendo a grandes voces que fuera crucificado, y sus voces comenzaron a predominar. 24 Entonces Pilato decidió[h] que se les concediera su demanda. 25 Y soltó al que ellos pedían, al que había sido echado en la cárcel por insurrección y homicidio, pero entregó a Jesús a la voluntad de ellos.

Jesús se dirige al Calvario

26 (T)Cuando lo llevaban, tomaron a un tal Simón de Cirene que venía del campo y le pusieron la cruz encima para que la llevara detrás de Jesús(U).

27 Y seguía a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban[i] y se lamentaban(V) por Él. 28 Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por Mí; lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos. 29 Porque vienen días en que dirán: “Dichosas las estériles, los vientres que nunca concibieron y los senos que nunca criaron(W)”. 30 Entonces comenzarán a decir a los montes: “Caigan sobre nosotros”; y a los collados: “Cúbrannos(X)”. 31 Porque si en el árbol verde hacen esto, ¿qué sucederá en el seco?».

32 También llevaban a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos con Él(Y).

La crucifixión

33 (Z)Cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera[j]», crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 34 Y Jesús decía: «Padre(AA), perdónalos, porque no saben lo que hacen[k]». Y los soldados echaron suertes, repartiéndose entre sí Sus vestidos(AB).

35 El pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes(AC) se burlaban de Él, diciendo: «A otros salvó; que se salve Él mismo(AD) si Este es el Cristo[l] de Dios, Su Escogido». 36 Los soldados también se burlaban de Jesús, y se acercaban a Él y le ofrecían vinagre(AE), 37 diciendo: «Si Tú eres el Rey de los judíos, sálvate a Ti mismo(AF)».

38 Había también una inscripción sobre Él[m], que decía: «ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS(AG)».

Los dos malhechores

39 Uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos(AH), diciendo: «¿No eres Tú el Cristo? ¡Sálvate a Ti mismo(AI) y a nosotros!».

40 Pero el otro le contestó, y reprendiéndolo, dijo: «¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? 41 Nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos[n]; pero este nada malo ha hecho». 42 Y añadió: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en[o] Tu reino». 43 Entonces Jesús le dijo: «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso(AJ)».

Muerte de Jesús

44 (AK)Era ya como la hora sexta[p], cuando descendieron[q] tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena[r](AL), 45 al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos[s](AM). 46 Y Jesús, clamando a gran voz, dijo: «Padre, en Tus manos encomiendo Mi espíritu(AN)». Habiendo dicho esto, expiró(AO).

47 Al ver el centurión lo que había sucedido(AP), glorificaba a Dios(AQ), diciendo: «Ciertamente, este hombre era inocente[t]». 48 Todas las multitudes que se habían reunido para presenciar este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho(AR). 49 Pero todos los conocidos de Jesús y las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas(AS).

Sepultura de Jesús

50 (AT)Había un hombre llamado José, miembro del Concilio[u](AU), varón bueno y justo, 51 el cual no había estado de acuerdo con el plan y el proceder de los demás[v], que era de Arimatea, ciudad de los judíos, y que esperaba el reino de Dios(AV). 52 Este fue a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, 53 y bajándolo, lo envolvió en un lienzo de lino, y lo puso en un sepulcro excavado en la roca donde nadie había sido puesto todavía. 54 Era el día de la preparación(AW), y estaba para comenzar el día de reposo.

55 Y las mujeres que habían venido con Jesús desde Galilea(AX) siguieron detrás, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado Su cuerpo. 56 Cuando regresaron, prepararon especias aromáticas y perfumes(AY).

Y en el día de reposo descansaron según el mandamiento(AZ).

La resurrección

24 (BA)Pero el primer día de la semana, al rayar el alba, las mujeres vinieron al sepulcro trayendo las especias aromáticas que habían preparado. Encontraron que la piedra había sido removida del sepulcro, y cuando entraron, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús(BB).

Aconteció que estando ellas perplejas por esto, de pronto se pusieron junto a ellas dos varones(BC) en vestiduras resplandecientes(BD). Estando ellas aterrorizadas e inclinados sus rostros a tierra, ellos les dijeron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado(BE). Acuérdense cómo les habló cuando estaba aún en Galilea(BF), diciendo que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y al tercer día resucitar(BG)».

Entonces ellas se acordaron de Sus palabras(BH), y regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los once apóstoles y a todos los demás. 10 Eran María Magdalena y Juana(BI) y María, la madre de Jacobo[w](BJ). También las demás mujeres con ellas decían estas cosas a los apóstoles(BK). 11 A ellos estas palabras les parecieron como disparates, y no las creyeron(BL). 12 Pero Pedro se levantó y corrió al sepulcro. Inclinándose para mirar adentro, vio* solo[x] las envolturas de lino(BM), y se fue a su casa(BN) maravillado de lo que había acontecido.

Jesús se manifiesta a dos discípulos

13 Aquel mismo día dos de los discípulos iban a una aldea(BO) llamada Emaús, que estaba como a once kilómetros de Jerusalén. 14 Conversaban entre sí acerca de todas estas cosas que habían acontecido. 15 Y mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos. 16 Pero sus ojos estaban velados[y] para que no lo reconocieran(BP).

17 Y Él les dijo: «¿Qué discusiones[z] son estas que tienen entre ustedes mientras van andando?». Y ellos se detuvieron, con semblante triste. 18 Uno de ellos, llamado Cleofas, le dijo: «¿Eres Tú el único visitante en Jerusalén que no sabe[aa] las cosas que en ella han acontecido en estos días?». 19 «¿Qué cosas?», les preguntó Jesús. Y ellos le dijeron: «Las referentes a Jesús el Nazareno(BQ), que fue un profeta[ab](BR) poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 20 y cómo los principales sacerdotes y nuestros gobernantes(BS) lo entregaron a sentencia de muerte y lo crucificaron. 21 Pero nosotros esperábamos que Él era el que iba a redimir a Israel(BT). Además de todo esto, este es el tercer día desde que estas cosas acontecieron. 22 Y[ac] también algunas mujeres de entre nosotros nos asombraron; pues cuando fueron de madrugada al sepulcro(BU), 23 y al no hallar Su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto una aparición de ángeles que decían que Él vivía. 24 Algunos de los que estaban con nosotros fueron al sepulcro, y lo hallaron tal como también las mujeres habían dicho; pero a Él no lo vieron».

25 Entonces Jesús les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho(BV)! 26 ¿No era necesario que el Cristo[ad] padeciera todas estas cosas y entrara en Su gloria(BW)?».

27 Comenzando por[ae] Moisés(BX) y continuando con[af] todos los profetas(BY), les explicó lo referente a Él en todas las Escrituras. 28 Se acercaron a la aldea adonde iban, y Él hizo como que iba más lejos(BZ). 29 Y ellos le insistieron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque está atardeciendo, y el día ya ha declinado». Y entró a quedarse con ellos. 30 Al sentarse[ag] a la mesa con ellos, Jesús tomó pan, y lo bendijo; y partiéndolo, les dio(CA). 31 Entonces les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron(CB); pero Él desapareció de la presencia de ellos. 32 Y se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría[ah] las Escrituras(CC)?».

33 Levantándose en esa misma hora, regresaron a Jerusalén, y hallaron reunidos a los once apóstoles(CD) y a los que estaban con ellos(CE), 34 que decían: «Es verdad que el Señor ha resucitado(CF) y se ha aparecido a Simón(CG)».

35 Y ellos contaban sus experiencias[ai] en el camino, y cómo lo habían reconocido al partir el pan(CH).

Jesús se aparece a los discípulos

36 Mientras ellos relataban estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos(CI), y les dijo: «Paz a ustedes».

37 Pero ellos, aterrorizados y asustados, pensaron que veían un espíritu(CJ). 38 Y Él les dijo: «¿Por qué están turbados, y por qué surgen dudas en sus corazones? 39 Miren Mis manos y Mis pies(CK), que Yo mismo soy; tóquenme y vean(CL), porque un espíritu no tiene carne ni huesos como ustedes ven que Yo tengo».

40 Cuando dijo esto, les mostró las manos y los pies. 41 Como ellos todavía no lo creían a causa de la alegría(CM) y porque estaban asombrados, les dijo: «¿Tienen aquí algo de comer(CN)?».

42 Ellos le presentaron parte de un pescado asado[aj], 43 y Él lo tomó en las manos y comió delante de ellos(CO).

La gran comisión

44 Después Jesús les dijo: «Esto es lo que Yo les decía[ak](CP) cuando todavía estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre Mí está escrito en la ley de Moisés(CQ), en los profetas(CR) y en los Salmos(CS)».

45 Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras(CT), 46 y les dijo: «Así está escrito, que el Cristo[al] padecerá(CU) y resucitará de entre los muertos al tercer día(CV); 47 y que en Su nombre se predicará el arrepentimiento para el perdón[am] de los pecados(CW) a todas las naciones(CX), comenzando desde Jerusalén. 48 Ustedes son testigos de estas cosas(CY). 49 Por tanto, Yo enviaré sobre ustedes la promesa de Mi Padre(CZ); pero ustedes, permanezcan en la ciudad hasta que sean investidos con poder de lo alto(DA)».

Jesús se despide de sus discípulos

50 Entonces Jesús los condujo fuera de la ciudad, hasta cerca de Betania(DB), y alzando Sus manos, los bendijo. 51 Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo. 52 Ellos, después de adorar a Jesús, regresaron a Jerusalén con gran gozo, 53 y estaban siempre en el templo alabando[an] a Dios.

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