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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Spanish Blue Red and Gold Letter Edition (SRV-BRG)
Version
Ezequiel 10-11

10 Y MIRÉ, y he aquí en la expansión que había sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que parecía como semejanza de un trono que se mostró sobre ellos.

Y habló al varón vestido de lienzos, y díjole: Entra en medio de la ruedas debajo de los querubines, e hinche tus manos carbones encendidos de entre los querubines, y derrama sobre la ciudad. Y entró á vista mía.

Y los querubines estaban á la mano derecha de la casa cuando este varón entró; y la nube henchía el atrio de adentro.

Y la gloria de Jehová se levantó del querubín al umbral de la puerta; y la casa fué llena de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria de Jehová.

Y el estruendo de las alas de los querubines se oía hasta el atrio de afuera, como la voz del Dios Omnipotente cuando habla.

Y aconteció que, como mandó al varón vestido de lienzos, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró, y paróse entre las ruedas.

Y un querubín extendió su mano de entre los querubines al fuego que estaba entre los querubines, y tomó, y puso en las palmas del que estaba vestido de lienzos, el cual lo tomó y salióse.

Y apareció en los querubines la figura de una mano humana debajo de sus alas.

Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto á los querubines, junto á cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como el de piedra de Tarsis.

10 Cuanto al parecer de ellas, las cuatro eran de una forma, como si estuviera una en medio de otra.

11 Cuando andaban, sobre sus cuatro costados andaban: no se tornaban cuando andaban, sino que al lugar adonde se volvía el primero, en pos de él iban; ni se tornaban cuando andaban.

12 Y toda su carne, y sus costillas, y sus manos, y sus alas, y las ruedas, lleno estaba de ojos alrededor en sus cuatro ruedas.

13 A las ruedas, oyéndolo yo, se les gritaba: ¡Rueda!

14 Y cada uno tenía cuatro rostros. El primer rostro era de querubín; el segundo rostro, de hombre; el tercer rostro, de león; el cuarto rostro, de águila.

15 Y levantáronse los querubines; este es el animal que vi en el río de Chebar.

16 Y cuando andaban los querubines, andaban las ruedas junto con ellos; y cuando los querubines alzaban sus alas para levantarse de la tierra, las ruedas también no se volvían de junto á ellos.

17 Cuando se paraban ellos, parábanse ellas, y cuando ellos se alzaban, alzábanse con ellos: porque el espíritu de los animales estaba en ellas.

18 Y la gloria de Jehová se salió de sobre el umbral de la casa, y paró sobre los querubines.

19 Y alzando los querubines sus alas, levantáronse de la tierra delante de mis ojos: cuando ellos salieron, también las ruedas al lado de ellos: y paráronse á la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehová, y la gloria del Dios de Israel estaba arriba sobre ellos.

20 Este era el animal que vi debajo del Dios de Israel en el río de Chebar; y conocí que eran querubines.

21 Cada uno tenía cuatro rostros, y cada uno cuatro alas, y figuras de manos humanas debajo de sus alas.

22 Y la figura de sus rostros era la de los rostros que vi junto al río de Chebar, su mismo parecer y su ser; cada uno caminaba en derecho de su rostro.

11 Y EL espíritu me elevó, y metióme por la puerta oriental de la casa de Jehová, la cual mira hacia el oriente: y he aquí á la entrada de la puerta veinticinco varones, entre los cuales vi á Jaazanías hijo de Azur, y á Pelatías hijo de Benaías, príncipes del pueblo.

Y díjome: Hijo del hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan en esta ciudad mal consejo;

Los cuales dicen: No será tan presto: edifiquemos casas: ésta será la caldera, y nosotros la carne.

Por tanto profetiza contra ellos, profetiza, hijo del hombre.

Y cayó sobre mí el espíritu de Jehová, y díjome: Di: Así ha dicho Jehová: Así habéis hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben á vuestro espíritu, yo las he entendido.

Habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, y habéis henchido de muertos sus calles.

Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Vuestros muertos que habéis puesto en medio de ella, ellos son la carne, y ella es la caldera; mas yo os sacaré á vosotros de en medio de ella.

Cuchillo habéis temido, y cuchillo traeré sobre vosotros, dice el Señor Jehová.

Y os sacaré de en medio de ella, y os entregaré en manos de extraños, y yo haré juicios en vosotros.

10 A cuchillo caeréis; en el término de Israel os juzgaré, y sabréis que yo soy Jehová.

11 Esta no os será por caldera, ni vosotros seréis en medio de ella la carne: en el término de Israel os tengo de juzgar.

12 Y sabréis que yo soy Jehová: porque no habéis andado en mis ordenanzas, ni habéis hecho mis juicios, sino según los juicios de las gentes que están en vuestros alrededores habéis hecho.

13 Y aconteció que, estando yo profetizando, Pelatías hijo de Benaías murió. Entonces caí sobre mi rostro, y clamé con grande voz, y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿harás tú consumación del resto de Israel?

14 Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo:

15 Hijo del hombre, tus hermanos, tus hermanos, los hombres de tu parentesco y toda la casa de Israel, toda ella son aquellos á quienes dijeron los moradores de Jerusalem: Alejaos de Jehová; á nosotros es dada la tierra en posesión.

16 Por tanto di: Así ha dicho el Señor Jehová: Aunque los he echado lejos entre las gentes, y los he esparcido por las tierras, con todo eso les seré por un pequeño santuario en las tierras á donde llegaren.

17 Di por tanto: Así ha dicho el Señor Jehová: Yo os recogeré de los pueblos, y os allegaré de las tierras en las cuales estáis esparcidos, y os daré la tierra de Israel.

18 Y vendrán allá, y quitarán de ella todas sus torpezas, y todas sus abominaciones.

19 Y darles he un corazón, y espíritu nuevo daré en sus entrañas; y quitaré el corazón de piedra de su carne, y daréles corazón de carne;

20 Para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis juicios y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea á ellos por Dios.

21 Mas á aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus torpezas y de sus abominaciones, yo tornaré su camino sobre sus cabezas, dice el Señor Jehová.

22 Después alzaron los querubines sus alas, y las ruedas en pos de ellos; y la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos encima.

23 Y la gloria de Jehová se fué de en medio de la ciudad, y paró sobre el monte que está al oriente de la ciudad.

24 Luego me levantó el espíritu, y volvióme á llevar en visión del espíritu de Dios á la tierra de los Caldeos, á los trasportados. Y partióse de mí la visión que había visto.

25 Y hablé á los trasportados todas las palabras de Jehová que él me había mostrado.

Hebreos 6

POR tanto, dejando la palabra del comienzo en la doctrina de Cristo, vamos adelante á la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, y de la fe en Dios,

De la doctrina de bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno.

Y esto haremos á la verdad, si Dios lo permitiere.

Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,

Y asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero,

Y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndole á vituperio.

Porque la tierra que embebe el agua que muchas veces vino sobre ella, y produce hierba provechosa á aquellos de los cuales es labrada, recibe bendición de Dios:

Mas la que produce espinas y abrojos, es reprobada, y cercana de maldición; cuyo fin será el ser abrasada.

Pero de vosotros, oh amados, esperamos mejores cosas, y más cercanas á salud, aunque hablamos así.

10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado á su nombre, habiendo asistido y asistiendo aún á los santos.

11 Mas deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el cabo, para cumplimiento de la esperanza:

12 Que no os hagáis perezosos, mas imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.

13 Porque prometiendo Dios á Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,

14 Diciendo: De cierto te bendeciré bendiciendo, y multiplicando te multiplicaré.

15 Y así, esperando con largura de ánimo, alcanzó la promesa.

16 Porque los hombres ciertamente por el mayor que ellos juran: y el fin de todas sus controversias es el juramento para confirmación.

17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente á los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento;

18 Para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que nos acogemos á trabarnos de la esperanza propuesta:

19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo;

20 Donde entró por nosotros como precursor Jesús, hecho Pontífice eternalmente según el orden de Melchîsedec.

Salmos 105:16-36

16 Y llamó al hambre sobre la tierra,

Y quebrantó todo mantenimiento de pan.

17 Envió un varón delante de ellos,

A José, que fué vendido por siervo.

18 Afligieron sus pies con grillos;

En hierro fué puesta su persona.

19 Hasta la hora que llegó su palabra,

El dicho de Jehová le probó.

20 Envió el rey, y soltóle;

El señor de los pueblos, y desatóle.

21 Púsolo por señor de su casa,

Y por enseñoreador en toda su posesión;

22 Para que reprimiera á sus grandes como él quisiese,

Y á sus ancianos enseñara sabiduría.

23 Después entró Israel en Egipto,

Y Jacob fué extranjero en la tierra de Châm.

24 Y multiplicó su pueblo en gran manera,

E hízolo fuerte más que sus enemigos.

25 Volvió el corazón de ellos para que aborreciesen á su pueblo,

Para que contra sus siervos pensasen mal.

26 Envió á su siervo Moisés,

Y á Aarón al cual escogió.

27 Pusieron en ellos las palabras de sus señales,

Y sus prodigios en la tierra de Châm.

28 Echó tinieblas, e hizo oscuridad;

Y no fueron rebeldes á su palabra.

29 Volvió sus aguas en sangre,

Y mató sus pescados.

30 Produjo su tierra ranas,

Aun en las cámaras de sus reyes.

31 Dijo, y vinieron enjambres de moscas,

Y piojos en todo su término.

32 Volvió en su tierra sus lluvias en granizo,

Y en fuego de llamaradas.

33 E hirió sus viñas y sus higueras,

Y quebró los árboles de su término.

34 Dijo, y vinieron langostas,

Y pulgón sin número;

35 Y comieron toda la hierba de su país,

Y devoraron el fruto de su tierra.

36 Hirió además á todos los primogénitos en su tierra,

El principio de toda su fuerza.

Proverbios 27:1-2

27 NO te jactes del día de mañana;

Porque no sabes qué dará de sí el día.

Alábete el extraño, y no tu boca;

El ajeno, y no tus labios.

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