Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Salmos 103

Salmo de David.

103 Alaba, alma mía, al Señor;
    alabe todo mi ser su santo nombre.
Alaba, alma mía, al Señor,
    y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él perdona todos tus pecados
    y sana todas tus dolencias;
él rescata tu vida del sepulcro
    y te cubre de amor y compasión;
él colma de bienes tu vida[a]
    y te rejuvenece como a las águilas.

El Señor hace justicia
    y defiende a todos los oprimidos.
Dio a conocer sus caminos a Moisés;
    reveló sus obras al pueblo de Israel.

El Señor es clemente y compasivo,
    lento para la ira y grande en amor.
No sostiene para siempre su querella
    ni guarda rencor eternamente.
10 No nos trata conforme a nuestros pecados
    ni nos paga según nuestras maldades.
11 Tan grande es su amor por los que le temen
    como alto es el cielo sobre la tierra.
12 Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones
    como lejos del oriente está el occidente.
13 Tan compasivo es el Señor con los que le temen
    como lo es un padre con sus hijos.
14 Él conoce nuestra condición;
    sabe que somos de barro.

15 El hombre es como la hierba,
    sus días florecen como la flor del campo:
16 sacudida por el viento,
    desaparece sin dejar rastro alguno.
17 Pero el amor del Señor es eterno
    y siempre está con los que le temen;
su justicia está con los hijos de sus hijos,
18     con los que cumplen su pacto
y se acuerdan de sus preceptos
    para ponerlos por obra.

19 El Señor ha establecido su trono en el cielo;
    su reinado domina sobre todos.

20 Alabad al Señor, vosotros sus ángeles,
    que ejecutáis su palabra
    y obedecéis su mandato.
21 Alabad al Señor, todos sus ejércitos,
    siervos suyos que cumplís su voluntad.
22 Alabad al Señor, todas sus obras
    en todos los ámbitos de su dominio.

¡Alaba, alma mía, al Señor!

Ezequiel 47:1-12

El río del templo

47 El hombre me trajo de vuelta a la entrada del templo, y vi que brotaba agua por debajo del umbral, en dirección al oriente, que es hacia donde da la fachada del templo. El agua corría por la parte baja del lado derecho del templo, al sur del altar. Luego el hombre me sacó por la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por fuera, hasta la puerta exterior que mira hacia el oriente; y vi que las aguas fluían del lado sur. El hombre salió hacia el oriente con una cuerda en la mano, midió quinientos metros y me hizo cruzar el agua, la cual me llegaba a los tobillos. Luego midió otros quinientos metros y me hizo cruzar el agua, que ahora me llegaba a las rodillas. Midió otros quinientos metros, y me hizo cruzar el agua, que esta vez me llegaba a la cintura. Midió otros quinientos metros, pero la corriente se había convertido ya en un río que yo no podía cruzar. Había crecido tanto que solo se podía cruzar a nado. Entonces me preguntó: «¿Lo has visto, hijo de hombre?»

En seguida me hizo volver a la orilla del río, y al llegar vi que en sus márgenes había muchos árboles. Allí me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la región oriental, descienden hasta el Arabá, y van a dar al Mar Muerto. Cuando desembocan en ese mar, las aguas son saneadas. Por donde corra este río, todo ser viviente que en él se mueva vivirá. Habrá peces en abundancia porque el agua de este río será saneada, y todo lo que se mueva en sus aguas vivirá. 10 Junto al río se detendrán los pescadores, desde Engadi hasta Eneglayin, porque allí habrá lugar para secar sus redes. Los peces allí serán tan variados y numerosos como en el mar Mediterráneo.[a] 11 Pero sus pantanos y marismas no serán saneados, sino que quedarán como salinas. 12 Junto a las orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas no se marchitarán, y siempre tendrán frutos. Cada mes darán frutos nuevos, porque el agua que los riega sale del templo. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas serán medicinales.

Lucas 1:1-4

Prólogo

Muchos han intentado hacer un relato de las cosas que han sucedido[a] entre nosotros, tal y como nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos presenciales y servidores de la palabra. Por lo tanto, yo también, excelentísimo Teófilo, habiendo investigado todo esto con esmero desde su origen, he decidido escribírtelo ordenadamente, para que llegues a tener plena seguridad de lo que te enseñaron.

Salmos 67

Al director musical. Acompáñese con instrumentos de cuerda. Salmo. Cántico.

67 Dios tenga compasión de nosotros y nos bendiga;
    Dios haga resplandecer su rostro sobre nosotros, Selah
para que se conozcan en la tierra sus caminos,
    y entre todas las naciones su salvación.

Que te alaben, oh Dios, los pueblos;
    que todos los pueblos te alaben.

Alégrense y canten con júbilo las naciones,
    porque tú las gobiernas con rectitud;
    ¡tú guías a las naciones de la tierra! Selah
Que te alaben, oh Dios, los pueblos;
    que todos los pueblos te alaben.

La tierra dará entonces su fruto,
    y Dios, nuestro Dios, nos bendecirá.
Dios nos bendecirá,
    y le temerán todos los confines de la tierra.

Salmos 96

96 (A)Cantad al Señor un cántico nuevo;
    cantad al Señor, habitantes de toda la tierra.
Cantad al Señor, alabad su nombre;
    anunciad día tras día su victoria.
Proclamad su gloria entre las naciones,
    sus maravillas entre todos los pueblos.

¡Grande es el Señor y digno de alabanza,
    más temible que todos los dioses!
Todos los dioses de las naciones no son nada,
    pero el Señor ha creado los cielos.
El esplendor y la majestad son sus heraldos;
    hay poder y belleza en su santuario.

Tributad al Señor, pueblos todos,
    tributad al Señor la gloria y el poder.
Tributad al Señor la gloria que merece su nombre;
    traed vuestras ofrendas y entrad en sus atrios.
Postraos ante el Señor en la majestad de su santuario;
    ¡tiemble delante de él toda la tierra!

10 Que se diga entre las naciones:
    «¡El Señor es rey!»
Ha establecido el mundo con firmeza;
    jamás será removido.
    Él juzga a los pueblos con equidad.
11 ¡Alégrense los cielos, regocíjese la tierra!
    ¡Brame el mar y todo lo que él contiene!
12 ¡Canten alegres los campos y todo lo que hay en ellos!
    ¡Canten jubilosos todos los árboles del bosque!
13 ¡Canten delante del Señor, que ya viene!
    ¡Viene ya para juzgar la tierra!
Y juzgará al mundo con justicia,
    y a los pueblos con fidelidad.

Hechos 1:1-8

Jesús llevado al cielo

Estimado Teófilo, en mi primer libro me referí a todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar hasta el día en que fue llevado al cielo, tras darles instrucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido. Después de padecer la muerte, se les presentó dándoles muchas pruebas convincentes de que estaba vivo. Durante cuarenta días se les apareció y les habló acerca del reino de Dios. Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó:

―No os alejéis de Jerusalén, sino esperad la promesa del Padre, de la cual os he hablado: Juan bautizó con[a] agua, pero dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.

Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron:

―Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?

―No os toca a vosotros conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre —les contestó Jesús—. Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre vosotros, recibiréis poder y seréis mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)

Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® (Castellano) © 1999, 2005, 2017 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.