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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Isaías 39-40

Ezequías y los enviados de Babilonia

(2 R 20:12-19; 2 Cr 32:27-31)

39 En esos días, el rey Merodac Baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, había oído que Ezequías estaba enfermo y se había recuperado. Entonces, envió mensajeros con cartas y regalos a Ezequías, quien los recibió gustoso y les mostró sus tesoros: el oro y la plata, las especias, el aceite fino, su arsenal y todo lo que había en la tesorería real. No hubo nada que no les mostrara en su palacio y en todo el reino. Entonces vino el profeta Isaías a Ezequías y le dijo:

—¿Qué dijeron estos hombres y de dónde vinieron?

Ezequías le respondió:

—Ellos vinieron de muy lejos, de Babilonia.

Luego Isaías le dijo:

—¿Qué vieron ellos del palacio?

Ezequías le dijo:

—Ellos vieron todo lo que hay en el palacio y en los depósitos. No dejé nada sin mostrarles.

Entonces Isaías le dijo a Ezequías:

—Oye el mensaje del SEÑOR Todopoderoso: “Llegará el día en que se llevarán a Babilonia todo lo que hay en tu palacio y todo lo que tus antepasados guardaron hasta el día de hoy. No dejarán nada, dice el SEÑOR. Se llevarán incluso hasta a algunos de tus descendientes los castrarán y los pondrán de funcionarios[a] en el palacio del rey de Babilonia”.

Ezequías le dijo a Isaías:

—El mensaje que me trajiste de parte del SEÑOR es bueno.

Dijo esto porque pensó: «Por lo menos en mis días habrá paz y seguridad».

Dios consuela a su pueblo

40 Su Dios dice:
    «Consuelen, consuelen a mi pueblo.
Háblenle cariñosamente a Jerusalén
    y díganle que su esclavitud ha terminado,
    que ha cumplido su castigo.
El SEÑOR le dio doble castigo
    por todos sus pecados».

Una voz grita:
«¡Preparen un camino para el SEÑOR en el desierto!
    Háganle a nuestro Dios un camino recto en el desierto.
Que todo valle sea rellenado,
    y toda montaña y colina sea allanada.
Que el terreno quebrado se convierta en planicie
    y el terreno disparejo en una llanura.
Luego se revelará la gloria del SEÑOR
    y todos los seres humanos juntos la verán.
Es porque el SEÑOR mismo lo ha decidido».

Una voz dice: «¡Grita!»,
y yo pregunto[b]: «¿Por qué he de gritar?»
Todos los seres humanos son como hierba
    y toda su lealtad como flor del campo.
La hierba se seca,
    la flor se marchita y se cae
cuando el SEÑOR sopla sobre ella.
    De verdad la gente es como la hierba.
La hierba se seca,
    la flor se marchita y se cae,
pero la palabra de nuestro Dios
    vivirá para siempre.

Sube a una montaña alta, Sion,
    mensajera de buenas noticias.
Alza con fuerza tu voz, Jerusalén,
    mensajera de buenas noticias.
    Grita, no tengas miedo.
Diles a las ciudades de Judá:
    «Aquí está tu Dios».
10 Mira, el Señor DIOS viene con poder
    y su brazo gobierna.
Fíjense, lleva consigo su premio
    y su recompensa está ante él.
11 Como un pastor, él cuidará su rebaño.
    Con su brazo reunirá los corderos,
los llevará junto a su pecho
    y llevará a descansar a las ovejas recién paridas.

12 ¿Quién ha medido las aguas del mar en la palma de su mano?
    ¿Quién ha medido con sus manos la dimensión de los cielos?
¿Quién metió el polvo de toda la tierra en un recipiente para medir?
    ¿Quién pesó las montañas y los montes en una balanza?
13 ¿Quién puede decir que ha entendido el pensamiento del SEÑOR?
    ¿Quién le ha servido de consejero a Dios?
14 ¿A quién le ha pedido información
    y quién le ha enseñado justicia?
¿Quién le enseñó ciencia
    y le mostró cómo ser inteligente?

15 Mira, ante él las naciones son
    como una gota de agua en un balde,
    las considera como polvo en la balanza.
Fíjate, él levanta las islas
    como si se tratara de fino polvillo.
16 El Líbano no da suficiente leña
    como para mantener el fuego de su altar,
ni animales suficientes
    para las ofrendas que se queman.
17 Todas las naciones son como nada ante él,
    para él son menos que nada y sin valor.

18 ¿Con quién compararán a Dios?
    ¿A qué imagen se les parece?
19 Al ídolo lo moldeó un escultor,
    y un joyero lo recubrió de oro
    y le puso cadenas de plata.
20 El que es muy pobre para tal ofrenda,
    escogerá madera que no se pudra.
Buscará a un artesano diestro
    que le haga una imagen que no se caiga.

21 ¿No lo saben?
    ¿Es que no han oído?
¿No se lo contaron desde el principio?
    ¿No lo han entendido desde la creación del mundo?
22 El Señor está sentado sobre la bóveda de la tierra,
    y sus habitantes se ven como saltamontes.
Él extiende los cielos como un velo
    y los despliega como una carpa de vivienda.
23 Reduce a nada a los gobernantes,
    y hace que los líderes del mundo no sean nada.
24 Apenas están recién sembrados,
    acaban de ser plantados,
    empiezan hasta ahora a echar raíces,
cuando él sopla sobre ellos y los seca
    y el viento de la tormenta se los lleva como paja.

25 El Santo Dios dice: «¿Con quién me van a comparar?
    ¿Quién es como yo?»
26 Levanten sus ojos y miren hacia arriba,
    ¿Quién creó todo eso?
El que hace salir su ejército de estrellas
    una por una y a todas llama por su nombre.
    Porque nada escapa a su gran fuerza y poder.

27 Jacob, ¿por qué te quejas?
    Israel, ¿por qué dices:
«Mi camino está escondido del SEÑOR
    y mi Dios ignora mi causa»?
28 ¿Es que no lo sabes?
    ¿Nunca lo has oído?
El SEÑOR es el Dios eterno,
    el Creador de todo el mundo.
Nunca se cansa ni se fatiga.
    Nadie puede entender completamente la sabiduría de Dios.
29 Él da fuerzas al cansado
    y poder al indefenso.
30 Los jóvenes se cansan y fatigan;
    los muchachos quedan exhaustos y caen.
31 Pero los que tienen su esperanza puesta en el SEÑOR renovarán sus fuerzas.
    Les crecerán[c] alas como a las águilas;
correrán sin fatigarse,
    caminarán sin cansarse.

Colosenses 4

Amos, den a sus esclavos lo que es bueno y justo. Recuerden que ustedes también tienen un amo en el cielo.

Otras instrucciones

Dedíquense a la oración. Estén listos para enfrentar cualquier situación mediante la oración y el dar gracias a Dios. Todos juntos pidamos a Dios que nos abra una puerta para comunicar su mensaje a la gente. Aunque ahora estoy en prisión por anunciar este mensaje, oren para que podamos enseñar el plan secreto que Dios ha dado a conocer acerca de Cristo. Oren para que yo pueda dar a conocer claramente esta verdad, pues esa es mi misión. Compórtense con sabiduría ante los que no tienen fe, utilizando su tiempo de la mejor manera posible. Sean siempre amables e inteligentes al hablar, así tendrán una buena respuesta para cada pregunta que les hagan.

Saludos finales

Nuestro estimado hermano Tíquico, fiel ayudante y siervo del Señor junto conmigo, les dará noticias mías. Lo envío porque quiero que ustedes sepan cómo estamos, y para que él los anime. Envío a Tíquico con Onésimo, fiel y estimado hermano en Cristo, que es uno de los suyos. Ellos les contarán todo lo que ha pasado aquí.

10 Aristarco, mi compañero aquí en la cárcel les manda saludos, al igual que Marcos, el primo de Bernabé. Ya les di instrucciones acerca de Marcos, de recibirlo muy bien si alguna vez va a visitarlos. 11 Jesús, a quien llaman el Justo, también les manda saludos. Ellos son los únicos judíos creyentes que han trabajado conmigo por el reino de Dios y han sido un gran consuelo para mí. 12 También los saluda Epafras, quien es siervo de Jesucristo y uno de ustedes. Él siempre ora y pide que se mantengan fuertes, que lleguen a ser maduros y que entiendan completamente lo que Dios quiere que hagan. 13 Puedo decirles que Epafras ha trabajado duro por ustedes y por todos los de Laodicea y de Hierápolis. 14 Lucas, el médico tan estimado, y Demas los saludan.

15 Saluden de mi parte a todos los hermanos de Laodicea, a Ninfa y a toda la iglesia que se reúne en su casa. 16 Cuando terminen de leer esta carta, por favor asegúrense de llevarla a la iglesia de Laodicea. Quiero que ellos la lean y que ustedes lean la que les envié a los de Laodicea. 17 Díganle esto a Arquipo: «Asegúrate de hacer el trabajo que el Señor te ha encomendado».

18 Yo, Pablo, los saludo y les escribo desde la prisión estas palabras de mi puño y letra. Que el Señor los bendiga en abundancia.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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