M’Cheyne Bible Reading Plan
22 Tomarán un manojo de hisopo, y lo mojarán en la sangre que está en la vasija, y untarán[a] con la sangre que está en la vasija el dintel y los dos postes de la puerta(A). Ninguno de ustedes saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana. 23 Pues el Señor pasará para herir a los egipcios. Cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes de la puerta, el Señor pasará de largo(B) aquella puerta, y no permitirá que el ángel destructor entre en sus casas para herirlos(C). 24 Y guardarán esta ceremonia[b] como ordenanza para ustedes y para sus hijos para siempre(D).
25 »Cuando entren a la tierra que el Señor les dará, como ha prometido[c], guardarán este rito[d]. 26 Y cuando sus hijos les pregunten: “¿Qué significa este rito[e] para ustedes(E)?”, 27 ustedes les dirán: “Es un sacrificio de la Pascua al Señor, el cual[f] pasó de largo las casas de los israelitas en Egipto cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas(F)”». Y el pueblo se postró y adoró(G). 28 Los israelitas fueron y lo hicieron así. Tal como el Señor había mandado a Moisés y a Aarón, así lo hicieron.
Muerte de los primogénitos
29 Y a la medianoche, el Señor hirió a todo primogénito(H) en la tierra de Egipto(I), desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito del ganado(J). 30 Faraón se levantó en la noche, él con todos sus siervos y todos los egipcios. Y se oyó un gran clamor en Egipto(K), porque no había hogar donde no hubiera alguien muerto. 31 Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón aún de noche, y dijo(L): «Levántense y salgan de entre mi pueblo, ustedes y los israelitas. Vayan y adoren[g] al Señor(M), como han dicho. 32 Tomen también sus ovejas y sus vacas(N), como han dicho, y váyanse, y bendíganme también a mí».
33 Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa en echarlos de la tierra(O), porque decían: «Todos seremos muertos». 34 Tomó, pues, el pueblo la masa, antes que fuera leudada(P), en sus artesas de amasar envueltas en paños, y se las llevaron sobre sus hombros. 35 (Q)Los israelitas hicieron según las instrucciones[h] de Moisés, pues pidieron a los egipcios objetos de plata, objetos de oro y ropa. 36 Y el Señor hizo que el pueblo se ganara el favor[i] de los egipcios, que les concedieron lo que pedían. Así despojaron a los egipcios(R).
Los israelitas salen de Egipto
37 Los israelitas salieron de Ramsés(S) hacia Sucot(T), unos 600,000 hombres de a pie(U), sin contar los niños. 38 Subió también con ellos una multitud mixta(V), junto con[j] ovejas y vacas, una gran cantidad de ganado(W). 39 De la masa que habían sacado de Egipto, cocieron tortas de panes sin levadura, pues no se había leudado, ya que al ser echados de Egipto, no pudieron demorarse(X) ni preparar[k] alimentos para sí mismos.
40 El tiempo que los israelitas vivieron[l] en Egipto fue de 430 años(Y). 41 Y después de los 430 años, en aquel mismo día(Z), todos los ejércitos del Señor salieron de la tierra de Egipto(AA). 42 Esta es noche de vigilia para el Señor por haberlos sacado de la tierra de Egipto(AB). Esta noche es para el Señor, para ser guardada[m] por todos los hijos[n] de Israel por todas sus generaciones.
Ordenanza de la Pascua
43 Y el Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Esta es la ordenanza de la Pascua(AC): ningún extranjero[o] comerá de ella(AD). 44 Pero el siervo de todo hombre, comprado por dinero, después que lo circunciden, podrá entonces comer de ella(AE). 45 El extranjero y el jornalero no comerán de ella(AF). 46 Se ha de comer cada cordero en una misma casa. No sacarán nada de la carne fuera de la casa, ni quebrarán ninguno de sus huesos(AG). 47 Toda la congregación de Israel la celebrará[p](AH). 48 Pero si un extranjero[q] reside con ustedes y celebra[r] la Pascua al Señor(AI), que sea circuncidado todo varón de su casa, y entonces que se acerque para celebrarla[s], pues será como un nativo del país. Pero ninguna persona incircuncisa comerá de ella. 49 La misma ley[t] se aplicará[u] tanto al nativo como al extranjero[v] que habite entre ustedes(AJ)».
50 Entonces lo hicieron así todos los israelitas. Hicieron tal como el Señor había mandado a Moisés y a Aarón. 51 Y aquel mismo día, el Señor sacó a los israelitas de la tierra de Egipto por[w] sus ejércitos(AK).
Parábola de la oveja perdida
15 Todos los recaudadores de impuestos[a](A) y los pecadores se acercaban para oír a Jesús. 2 Y los fariseos y los escribas murmuraban: «Este recibe a los pecadores y come con ellos(B)».
3 Entonces Jesús les dijo esta parábola: 4 «¿(C)Qué hombre de ustedes, si tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, no deja las noventa y nueve en el campo[b] y va tras la que está perdida hasta que la halla? 5 Al encontrarla, la pone sobre sus hombros, gozoso. 6 Cuando llega a su casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: “Alégrense conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido”. 7 Les digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.
Parábola de la moneda perdida
8 »¿O qué mujer, si tiene diez monedas de plata[c] y pierde una moneda, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta hallarla? 9 Cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas, diciendo: “Alégrense conmigo porque he hallado la moneda que había perdido”. 10 De la misma manera, les digo, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente(D)».
Parábola del hijo pródigo
11 Jesús añadió: «Cierto hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos le dijo al padre: “Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde(E)”. Y él les repartió sus bienes[d](F). 13 No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente.
14 »Cuando lo había gastado todo, vino una gran hambre en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 15 Entonces fue y se acercó[e] a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. 16 Y deseaba llenarse el estómago[f] de[g] las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. 17 Entonces, volviendo en sí, dijo: “¡Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; 19 ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como uno de tus trabajadores’”».
20 «Levantándose, fue a su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó[h](G). 21 Y el hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo[i]”. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traigan la mejor ropa y vístanlo(H); pónganle un anillo en su mano(I) y sandalias en los pies. 23 Traigan el becerro engordado, mátenlo, y comamos y regocijémonos; 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado(J)”. Y comenzaron a regocijarse.
25 »Su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la casa, oyó música y danzas. 26 Llamando a uno de los criados, le preguntó qué era todo aquello. 27 Y él le dijo: “Tu hermano ha venido, y tu padre ha matado el becerro engordado, porque lo ha recibido sano y salvo”.
28 »Entonces él se enojó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba que entrara. 29 Pero él le dijo al padre: “Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos; 30 pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes[j] con rameras(K), mataste para él el becerro engordado”. 31 Y su padre le dijo: “Hijo mío, tú siempre has estado[k] conmigo, y todo lo mío es tuyo. 32 Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este, tu hermano, estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado(L)”».
Lamento de Job
30 »Pero ahora se burlan de mí(A)
Los que son más jóvenes que yo,
A cuyos padres no consideraba yo dignos
De poner con los perros de mi ganado.
2 En verdad, la fuerza de sus manos ¿de qué me servía?
Había desaparecido de ellos el vigor.
3 De miseria y hambre estaban extenuados;
Roían la tierra seca de noche en desierto y desolación;
4 Arrancaban malvas[a] junto a los matorrales,
Y raíz de retama era su alimento.
5 De la comunidad fueron expulsados,
Gritaban contra ellos como contra un ladrón.
6 Moraban en valles[b] de terror,
En las cuevas de la tierra y de las peñas.
7 Entre los matorrales clamaban[c];
Bajo las ortigas se reunían.
8 Necios[d], sí, hijos sin nombre,
Echados a latigazos de la tierra.
9 »Y ahora he venido a ser su escarnio[e](B),
Y soy para ellos motivo de burla(C).
10 Me aborrecen y se alejan de mí,
Y no se retraen de escupirme a la cara[f](D).
11 Por cuanto Él ha[g] aflojado la cuerda de Su[h] arco y me ha afligido(E),
Se han quitado el freno delante de mí(F).
12 A mi derecha se levanta el populacho[i],
Arrojan lazos a mis pies(G)
Y preparan contra mí sus caminos de destrucción(H).
13 Arruinan mi senda(I),
A causa de mi destrucción se benefician,
Nadie los detiene.
14 Como por ancha brecha vienen,
En medio de[j] la tempestad siguen rodando.
15 Contra mí se vuelven los terrores(J),
Como el viento persiguen mi honor[k],
Y como nube(K) se ha disipado mi prosperidad[l].
16 »Y ahora en mí se derrama mi alma(L);
Días de aflicción se han apoderado de mí.
17 De noche Él traspasa mis huesos(M) dentro de[m] mí,
Y los dolores que me corroen no descansan.
18 Una gran fuerza deforma(N) mi vestidura,
Me aprieta como el cuello de mi túnica.
19 Él me ha arrojado al lodo(O),
Y soy como el polvo y la ceniza.
20 Clamo a Ti, y no me respondes(P);
Me pongo en pie, y no me prestas atención.
21 Te has vuelto[n] cruel conmigo,
Con el poder de Tu mano me persigues(Q).
22 Me alzas al viento, me haces cabalgar en él,
Y me deshaces en la tempestad(R).
23 Pues sé que a la muerte me llevarás(S),
A la casa de reunión de todos los vivientes(T).
24 »Sin embargo, ¿no extiende la mano el que está en un montón de ruinas,
Cuando clama en su calamidad(U)?
25 ¿No he llorado por aquel cuya vida es difícil[o](V)?
¿No se angustió mi alma por el necesitado(W)?
26 Cuando esperaba yo el bien, vino el mal(X),
Cuando esperaba la luz, vino la oscuridad(Y).
27 Por dentro me hierven las entrañas(Z), y no puedo descansar;
Me vienen al encuentro días de aflicción.
28 Ando enlutado(AA), sin consuelo[p];
Me levanto en la asamblea y clamo(AB).
29 He venido a ser hermano de chacales(AC)
Y compañero de avestruces.
30 Mi piel se ennegrece sobre[q] mí(AD),
Y mis huesos se queman(AE) por la fiebre[r].
31 Se ha convertido en duelo mi arpa(AF),
Y mi flauta en voz de los que lloran.
Ofrenda para los cristianos de Jerusalén
16 Ahora bien, en cuanto a la ofrenda(A) para los santos(B), hagan ustedes también como instruí a las iglesias(C) de Galacia(D). 2 Que el primer día de la semana(E), cada uno de ustedes aparte[a] y guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas(F).
3 Cuando yo llegue, enviaré con cartas a quienes ustedes hayan designado, para que lleven su contribución a Jerusalén(G). 4 Y si es conveniente que yo también vaya, ellos irán conmigo. 5 Iré a ustedes(H) cuando haya pasado por Macedonia(I), pues voy a pasar por Macedonia(J). 6 Y tal vez me quede con ustedes, o aun pase allí el invierno, para que me encaminen(K) adonde haya de ir.
7 Pues no deseo verlos ahora solo de paso(L), porque espero permanecer con ustedes por algún tiempo, si el Señor me lo permite(M). 8 Pero me quedaré en Éfeso(N) hasta Pentecostés(O), 9 porque se me ha abierto una puerta grande(P) para[b] el servicio eficaz, aunque también hay muchos adversarios(Q).
Recomendaciones finales
10 Si llega Timoteo(R), vean que esté entre ustedes sin temor, pues él hace la obra del Señor(S) lo mismo que yo. 11 Por tanto, nadie lo menosprecie(T). Más bien, envíenlo(U) en paz(V) para que venga a mí, porque lo espero con los hermanos. 12 En cuanto a nuestro hermano Apolos(W), mucho lo animé a que fuera a ustedes con los hermanos, pero de ninguna manera tuvo ahora el deseo de ir. Sin embargo, irá cuando tenga oportunidad.
13 Estén alerta(X), permanezcan firmes en la fe(Y), pórtense varonilmente(Z), sean fuertes(AA). 14 Todas sus cosas sean hechas con[c] amor(AB).
15 Los exhorto, hermanos (ya conocen a los de la casa de Estéfanas(AC), que fueron los primeros convertidos[d](AD) de Acaya(AE), y que se han dedicado al servicio(AF) de los santos(AG)), 16 que también ustedes estén en sujeción a los que son como ellos, y a todo el que ayuda y trabaja en la obra(AH).
17 Y me regocijo por la venida[e](AI) de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, pues ellos han suplido lo que faltaba(AJ) de parte de ustedes[f]. 18 Porque ellos han recreado mi espíritu(AK) y el de ustedes. Por tanto, reconozcan a tales personas(AL).
Saludos y despedida
19 Las iglesias de Asia(AM) los saludan. Aquila y Priscila(AN), con la iglesia que está en su casa(AO), los saludan muy afectuosamente[g] en el Señor. 20 Todos los hermanos los saludan. Salúdense los unos a los otros con un beso santo(AP).
21 Este saludo es de mi puño y letra[h](AQ). Pablo[i]. 22 Si alguien no ama al Señor, que sea anatema[j](AR). ¡Maranata(AS)[k]! 23 La gracia del Señor Jesús[l] sea con ustedes(AT). 24 Mi amor sea con todos ustedes en Cristo Jesús. Amén.
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