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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Levítico 13

Leyes acerca de la lepra

13 El Señor habló con Moisés y con Aarón, y les dijo:

«Cuando alguien tenga alguna hinchazón, erupción o mancha blanca en la piel de su cuerpo, y éstas parezcan ser llagas de lepra, esa persona será llevada ante el sacerdote Aarón o ante alguno de sus hijos, los sacerdotes. El sacerdote examinará la llaga en la piel, y si el pelo en la llaga se ha puesto blanco y la llaga parece estar más hundida que la piel de la carne, entonces se trata de una llaga de lepra. El sacerdote la examinará, y declarará impura a esa persona.

»Si en la piel de su cuerpo aparece una mancha blanca, pero ésta no parece estar más hundida que la piel, ni el pelo se ha puesto blanco, entonces el sacerdote encerrará a la persona llagada durante siete días. Al séptimo día, el sacerdote lo examinará. Si la llaga mantiene el mismo aspecto y no se ha extendido por la piel, el sacerdote volverá a encerrarlo siete días más. Al séptimo día, el sacerdote volverá a examinarlo. Si la llaga se ve más oscura y no se ha extendido por la piel, el sacerdote lavará sus vestidos y lo declarará puro. Se trataba de una erupción.

»Si después de haberse mostrado al sacerdote para que lo declarara puro, la erupción en la piel se extiende, esa persona deberá mostrarse al sacerdote una vez más. Si al examinarlo, el sacerdote ve que la erupción se ha extendido por la piel, declarará impura a esa persona. Se trata de lepra.

»Cuando alguien tenga una llaga de lepra, deberá ser llevado al sacerdote. 10 Éste lo examinará, y si aparece en la piel un tumor blanco que haya hecho cambiar el color del pelo, y además se puede ver la carne viva, 11 se trata de lepra crónica en la piel de su cuerpo. Entonces el sacerdote lo declarará impuro, y no tendrá que encerrarlo porque es impuro.

12 »Pero si la lepra brota y se extiende por toda la piel, de tal modo que, hasta donde el sacerdote pueda ver, cubre de pies a cabeza toda la piel del llagado, 13 entonces el sacerdote lo examinará. Si la lepra ha cubierto todo el cuerpo del llagado, lo declarará limpio, pues toda la lepra se ha vuelto blanca y él es limpio.

14 »El día que aparezca en él la carne viva, será declarado impuro. 15 El sacerdote examinará la carne viva, y lo declarará impuro. La carne viva es impura, porque es lepra. 16 Pero si la carne viva cambia y se vuelve blanca, entonces se presentará ante el sacerdote, 17 y el sacerdote lo examinará. Si la llaga se ha vuelto blanca, el sacerdote declarará limpio al llagado, y limpio será.

18 »Si alguien tiene un forúnculo en la piel, y éste sana 19 y en lugar del forúnculo brota una hinchazón o una mancha blanca y rojiza, esa persona será llevada ante el sacerdote. 20 Éste la examinará, y si la mancha se ve más hundida que la piel y su pelo se ha puesto blanco, entonces lo declarará impuro. Se trata de una llaga de lepra que se originó en el forúnculo.

21 »Si el sacerdote examina la mancha, y no se ve en ella ningún pelo blanco, ni se ve más hundida que la piel, sino oscura, el sacerdote lo encerrará durante siete días. 22 Si la mancha sigue extendiéndose por la piel, el sacerdote lo declarará impuro, pues se trata de una llaga. 23 Pero si la mancha blanca se mantiene en su lugar, sin extenderse, se trata de la cicatriz del forúnculo, y el sacerdote lo declarará limpio.

24 »Cuando alguien tenga en la piel una quemadura, y en lo sanado del fuego aparezca una mancha blanquecina, rojiza o blanca, 25 el sacerdote la examinará. Si el pelo en la mancha se ha puesto blanco, y la mancha se ve más hundida que la piel, se trata de lepra que salió en la quemadura. Entonces el sacerdote lo declarará impuro, pues se trata de una llaga de lepra.

26 »Si el sacerdote examina la mancha, y no se ve en ella ningún pelo blanco, ni se ve más hundida que la piel, sino que se ve oscura, el sacerdote encerrará al llagado durante siete días. 27 Al séptimo día el sacerdote examinará la mancha, y si ésta se ha extendido por la piel, el sacerdote declarará impuro al llagado. Se trata de una llaga de lepra.

28 »Si la mancha se mantiene en su lugar sin extenderse por la piel, sino que se mantiene oscura, se trata de una cicatriz de quemadura, y el sacerdote lo declarará limpio porque se trata de la quemadura cicatrizada.

29 »Al hombre o a la mujer que le salga una llaga en la cabeza, o en la barba, 30 el sacerdote deberá examinarle la llaga. Si ésta se ve más hundida que la piel, y el pelo se ve amarillento y delgado, el sacerdote lo declarará impuro. Se trata de tiña, es decir, lepra de la cabeza o de la barba.

31 »Si el sacerdote examina la llaga de la tiña, y ésta no se ve más hundida que la piel, ni hay en ella ningún pelo negro, el sacerdote encerrará al llagado de tiña durante siete días. 32 Al séptimo día, el sacerdote examinará la llaga; si la tiña parece no haberse extendido, ni hay en ella ningún pelo amarillento, ni la tiña se ve más hundida que la piel, 33 entonces el sacerdote hará que el llagado se rasure, excepto en el lugar afectado, y encerrará al tiñoso siete días más. 34 Al séptimo día, el sacerdote examinará la tiña; si la tiña no se ha extendido por la piel, ni se ve más hundida que la piel, el sacerdote lo declarará limpio. Entonces el tiñoso lavará sus vestidos y quedará limpio.

35 »Si después de la purificación la tiña sigue extendiéndose por la piel, 36 el sacerdote la examinará, y si la tiña se ha extendido por la piel, no tendrá que buscar ningún pelo amarillento, pues esa persona es impura.

37 »Si el sacerdote estima que la tiña se ha detenido, y que en ella ha salido el pelo negro, la tiña ha sanado y el enfermo está limpio, y así lo declarará el sacerdote.

38 »Cuando un hombre o una mujer tenga manchas blancas en la piel de su cuerpo, 39 el sacerdote las examinará. Si en su piel aparecen manchas blancas semi oscuras, la persona está limpia, pues se trata de una irritación de la piel;

40 »Si a un hombre se le cae el pelo, es calvo pero limpio. 41 Si se le cae el pelo de la frente, es calvo pero limpio. 42 Pero si en la calva o en la antecalva tiene una llaga blanca y rojiza, se trata de lepra que brotó en su calva o en su antecalva. 43 El sacerdote lo examinará, y si la hinchazón de la llaga blanca y rojiza en su calva o en su antecalva tiene el aspecto de la lepra de piel, 44 entonces ese hombre está leproso, y es impuro. Así lo declarará el sacerdote. Es impuro por la llaga que tiene en la cabeza.

45 »La persona leprosa y llagada se vestirá de andrajos y andará con la cabeza descubierta, y cubriéndose la boca gritará: “¡Impuro! ¡Impuro!” 46 Mientras la llaga permanezca en él, será impuro y vivirá solo y fuera del campamento.

47 »Si aparece plaga de lepra en algún vestido de lana, o de lino, 48 o en alguna urdimbre o trama de lino o de lana, o en algún objeto de cuero, 49 en un vestido o en cuero, en urdimbre o en trama, o en cualquier otro objeto de cuero, y la plaga es verdosa o rojiza, se trata de plaga de lepra y el sacerdote deberá examinarla. 50 El sacerdote la examinará, y durante siete días mantendrá bajo llave la cosa plagada. 51 Al séptimo día, examinará la plaga; si ésta se ha extendido en el vestido, en la urdimbre o en la trama, en el cuero, o en cualquier otro objeto de cuero, se trata de lepra maligna y será declarada impura. 52 Se quemará el vestido, o la urdimbre o trama de lana o de lino, o cualquier objeto de cuero infectado por tal plaga, porque es lepra maligna y debe arrojarse al fuego.

53 »Si el sacerdote hace el examen y no se ve que la plaga se haya extendido en el vestido, en la urdimbre o en la trama, o en cualquier otro objeto de cuero, 54 entonces mandará que se lave el objeto donde está la plaga, y una vez más lo mantendrá bajo llave durante siete días. 55 Una vez lavada la parte infectada, el sacerdote la examinará y, si se ve que la plaga no ha cambiado de aspecto, será declarada impura, aun cuando no se haya extendido. Ya sea que la corrosión esté en el derecho o en el revés del objeto infectado, éste deberá quemarse, pues se trata de una corrosión penetrante.

56 »Si el sacerdote examina la plaga, y después de lavada ésta se ve oscura, la cortará del vestido, del cuero, de la urdimbre o de la trama. 57 Pero si ésta vuelve a aparecer en el vestido, en la urdimbre o en la trama, o en cualquier objeto de cuero, y se extiende por ellos, deberás echar al fuego aquello donde esté la plaga. 58 Pero si se lavó el vestido, la urdimbre o la trama, o cualquier otro objeto de cuero, y la plaga se quitó, se lavará por segunda vez, y después de eso quedará limpia.»

59 Ésta es la ley para la plaga de lepra en vestidos de lana o de lino, o en urdimbres, tramas, o cualquier otro objeto de cuero, para que puedan ser declarados puros o impuros.

Salmos 15-16

Para habitar en el monte de Dios

Salmo de David.

15 Señor, ¿quién puede vivir en tu templo?
¿Quién puede habitar en tu santo monte?
El que vive rectamente y practica la justicia,
el que es sincero consigo mismo,
el que no calumnia con la lengua,
ni perjudica a sus amigos,
ni procura el mal de su vecino;
el que desprecia al que Dios desprecia,
pero honra al que da honra a Dios;
el que cumple sus promesas aunque salga perjudicado.
El que no presta dinero con interés,
ni acepta soborno en contra del inocente.
El que así vive, jamás caerá.

Una herencia escogida

Mictam de David.

16 Cuídame, oh Dios, porque en ti confío.
Yo declaro, Señor, que tú eres mi dueño;
que sin ti no tengo ningún bien.
Poderosos son los dioses del país,
según todos los que en ellos se complacen.
¡Pero grandes dolores esperan a sus seguidores!
¡Jamás derramaré ante ellos ofrendas de sangre,
ni mis labios pronunciarán sus nombres!

Tú, Señor, eres mi copa y mi herencia;
tú eres quien me sostiene.
Por suerte recibí una bella herencia;
hermosa es la heredad que me asignaste.
Por eso te bendigo, Señor,
pues siempre me aconsejas,
y aun de noche me reprendes.
Todo el tiempo pienso en ti, Señor;
contigo a mi derecha, jamás caeré.
Gran regocijo hay en mi corazón y en mi alma;
todo mi ser siente una gran confianza,
10 porque no me abandonarás en el sepulcro,(A)
¡no dejarás que sufra corrupción quien te es fiel.(B)
11 Tú me enseñas el camino de la vida;
con tu presencia me llenas de alegría;
¡estando a tu lado seré siempre dichoso!(C)

Proverbios 27

27 No te ufanes del día de mañana,
porque nunca sabes lo que el mañana traerá.(A)
Es mejor que te alabe gente extraña,
y no que te alabes tú mismo.
Pesa la piedra, pesa la arena,
pero pesa más la ira del necio.
La ira es cruel, y el furor es impetuoso,
pero ante la envidia, ¿quién puede sostenerse?
Es mejor la reprensión franca
que el amor disimulado.
Son más confiables las heridas del que ama,
que los falsos besos del que aborrece.
Quien no tiene hambre, rechaza la miel;
quien tiene hambre, halla dulce lo amargo.
Ave que vuela lejos del nido:
¡eso es quien se va lejos de su hogar!
El bálsamo y el perfume alegran el corazón;
los consejos del amigo alegran el alma.
10 No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre,
ni visites a tu hermano cuando estés afligido.
Es mejor vecino cercano que hermano lejano.

11 Hijo mío, sé sabio y alegra mi corazón;
así podré responder al que me ofenda.
12 El astuto ve el peligro y se pone a salvo,
pero los ingenuos lo ven y no lo evitan.
13 Al fiador de un extraño, quítale la ropa;
al que dé a la mujer ajena, reténle prenda.
14 Bendecir al amigo a gritos y de madrugada
es lo mismo que lanzarle una maldición.
15 Como gotera continua en tiempo de lluvia
es la mujer que siempre discute.
16 Querer contenerla es querer refrenar el viento
o tratar de retener el aceite en la mano.
17 El hierro se pule con el hierro,
y el hombre se pule en el trato con su prójimo.
18 Quien cuida de la higuera, come de su fruto;
quien cuida los bienes de su amo, recibe honra.
19 Así como en el agua se refleja el rostro,
también en el corazón se refleja el hombre.
20 El sepulcro y la muerte nunca se sacian,
y los ojos del hombre jamás están satisfechos.
21 La plata se pone a prueba en el crisol,
el oro se pone a prueba en el horno,
y el hombre se pone a prueba con las alabanzas.
22 Aunque machaques al necio en un mortero,
como se machacan los granos de trigo,
su necedad no se apartará de él.

23 Manténte atento al estado de tus ovejas;
cuida bien a tus rebaños,
24 porque las riquezas no duran para siempre
ni la corona permanece perpetuamente.
25 Cuando salga la grama y aparezca la hierba,
y en los montes se corte la hierba,
26 los corderos te proveerán de ropa
y los cabritos te darán para comprar un campo;
27 la cabras te darán abundante leche
para que se alimenten tú y tu familia
y toda la servidumbre de tu casa.

2 Tesalonicenses 1

Saludo

Pablo, Silvano y Timoteo, nos dirigimos a la iglesia de los tesalonicenses(A) en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo: Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.

El juicio de Dios al volver Cristo

Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes. Así debe de ser, ya que la fe de ustedes va creciendo, y todos y cada uno de ustedes abunda en amor para con los demás. Nosotros mismos nos sentimos muy orgullosos de ustedes en las iglesias de Dios, al ver la paciencia y la fe de ustedes para soportar las persecuciones y sufrimientos.

Esto es evidencia del justo juicio de Dios, de que ustedes son considerados dignos de su reino, por el cual sufren. Delante de Dios es justo también que se haga sufrir a quienes los hacen sufrir a ustedes, y al mismo tiempo darles un descanso a ustedes, los que sufren, lo mismo que a nosotros, cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo con sus poderosos ángeles, entre llamas de fuego, para darles su merecido a los que no conocieron a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Éstos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, y serán excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10 el día que venga para ser glorificado en sus santos y admirado por todos los que creyeron. Y ustedes han creído a nuestro testimonio. 11 Por eso siempre oramos por ustedes, para que nuestro Dios los considere dignos de su llamamiento, y cumpla con su poder todo propósito de bondad y toda obra de fe, 12 para que, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo, el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en ustedes, y ustedes en él.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

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