Read the Gospels in 40 Days
La transfiguración
17 (A)Seis días después, Jesús tomó* con Él a Pedro(B), a Jacobo[a] y a Juan su hermano, y los llevó* aparte a un monte alto. 2 Delante de ellos se transfiguró; y Su rostro resplandeció como el sol y Sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. 3 En esto, se les aparecieron Moisés y Elías hablando con Él.
4 Entonces Pedro dijo a Jesús: «Señor, bueno es que estemos aquí; si quieres, haré aquí tres enramadas[b], una para Ti, otra[c] para Moisés y otra[d] para Elías(C)». 5 Mientras estaba aún hablando, una nube luminosa los cubrió; y una voz salió de la nube(D), diciendo: «Este es Mi Hijo amado(E) en quien Yo estoy complacido; óiganlo a Él».
6 Cuando los discípulos oyeron esto, cayeron sobre sus rostros y tuvieron gran temor. 7 Entonces Jesús se les acercó, y tocándolos, dijo: «Levántense y no teman(F)». 8 Y cuando alzaron sus ojos no vieron a nadie, sino a Jesús solo.
Elías y Juan el Bautista
9 (G)Mientras descendían del monte, Jesús les ordenó: «No cuenten a nadie la visión(H)hasta que el Hijo del Hombre(I)haya resucitado de entre los muertos(J)». 10 Los discípulos entonces le preguntaron: «¿Por qué, pues, dicen los escribas que Elías(K) debe venir primero?». 11 Respondió Jesús: «Elías ciertamente viene, y restaurará todas las cosas; 12 pero Yo les digo que Elías ya vino y no lo reconocieron, sino que le hicieron[e]todo lo que quisieron. Así también el Hijo del Hombre(L)va a padecer a manos de ellos». 13 Entonces los discípulos entendieron que Él les había hablado de Juan el Bautista.
Jesús sana a un muchacho epiléptico
14 (M)Cuando llegaron a la multitud, se acercó a Jesús un hombre, que arrodillándose delante de Él, dijo: 15 «Señor, ten misericordia de mi hijo, porque es epiléptico[f](N) y sufre terriblemente, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. 16 Lo traje a Tus discípulos y ellos no pudieron curarlo». 17 Jesús respondió: «¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo acá». 18 Jesús lo reprendió y el demonio salió de él, y el muchacho quedó curado desde aquel momento[g].
19 Entonces los discípulos, llegándose a Jesús en privado, dijeron: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?». 20 Y Él les dijo*: «Por la poca fe de ustedes; porque en verdad les digo que si tienen fe(O)como un grano de mostaza(P), dirán a este monte(Q): “Pásate de aquí allá”, y se pasará; y nada les será imposible(R). 21 [h]Pero esta clase no sale sino con oración y ayuno(S)».
Otra vez Jesús anuncia Su muerte
22 (T)Mientras andaban juntos por Galilea, Jesús les dijo: «El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres. 23 Lo matarán, y al tercer día resucitará(U)». Y ellos se entristecieron mucho.
Pago del impuesto del templo
24 Cuando llegaron a Capernaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban las dos dracmas[i] del impuesto del templo(V) y dijeron: «¿No paga su maestro el impuesto del templo(W)?». 25 «Sí», contestó* Pedro. Y cuando él llegó a casa, Jesús se le anticipó[j], diciendo: «¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes cobran tributos(X)o impuestos(Y)los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?». 26 «De los extraños», respondió Pedro. «Entonces los hijos están exentos[k]», le dijo Jesús. 27 «Sin embargo, para que no los escandalicemos[l](Z), ve al mar, echa el anzuelo, y toma el primer pez que salga[m]; y cuando le abras la boca hallarás un siclo[n]; tómalo y dáselo por ti y por Mí».
El mayor en el reino de los cielos
18 (AA)En aquel momento[o] se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: «¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?». 2 Él, llamando a un niño, lo puso en medio de ellos, 3 y dijo: «En verdad les digo que si no se convierten[p]y se hacen como niños(AB), no entrarán en el reino de los cielos. 4 Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. 5 Y el que reciba a un niño como este[q]en Mi nombre, me recibe a Mí.
6 »Pero al que(AC) haga pecar[r] a uno de estos pequeñitos que creen en Mí(AD) , mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar.
¡Ay de los que son piedras de tropiezo!
7 »¡Ay del mundo por sus piedras de tropiezo! Porque es inevitable que vengan piedras de tropiezo(AE) ; pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!
8 »Si tu mano o tu pie te hace pecar, córtalo y tíralo. Es mejor que entres en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos pies, ser echado en el fuego eterno(AF) . 9 Y si tu ojo te hace pecar, arráncalo y tíralo. Es mejor que entres en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos, ser echado en el infierno[s]de fuego(AG).
10 »Miren que no desprecien a uno de estos pequeñitos, porque les digo que sus ángeles en los cielos contemplan siempre el rostro de Mi Padre(AH) que está en los cielos. 11 [t]Porque el Hijo del Hombre ha venido a salvar lo que se había perdido(AI).
Parábola de la oveja perdida
12 »¿Qué les parece? (AJ) Si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se ha descarriado, ¿no deja las noventa y nueve en los montes, y va en busca de la descarriada? 13 Y si sucede que la halla, en verdad les digo que se regocija más por esta que por las noventa y nueve que no se han descarriado. 14 Así, no es la voluntad del[u]Padre[v]que está en los cielos que se pierda uno de estos pequeñitos.
Sobre la exhortación y la oración
15 »Si tu hermano peca[w](AK) , ve y repréndelo a solas[x] ; si te escucha, has ganado a tu hermano. 16 Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que toda palabra sea confirmada por boca de dos o tres testigos(AL). 17 Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia(AM); y si también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el gentil(AN)y el recaudador de impuestos[y]. 18 En verdad les digo, que todo lo que ustedes aten[z]en la tierra, será[aa]atado en el cielo; y todo lo que desaten[ab]en la tierra, será[ac]desatado en el cielo(AO).
19 »Además les digo, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por[ad] Mi Padre(AP) que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos(AQ)».
Importancia del perdón
21 Entonces acercándose Pedro, preguntó a Jesús: «Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí(AR) que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces(AS)?». 22 Jesús le contestó*: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete(AT).
Parábola de los dos deudores
23 »Por eso, el reino de los cielos(AU) puede compararse[ae] a cierto[af] rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos(AV) . 24 Al comenzar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10,000 talentos (216 toneladas de plata). 25 Pero no teniendo él con qué pagar(AW), su señor ordenó que lo vendieran(AX), junto con su mujer e hijos y todo cuanto poseía, y así pagara la deuda. 26 Entonces el siervo cayó postrado ante él(AY), diciendo: “Tenga paciencia conmigo y todo se lo pagaré”. 27 Y el señor de aquel siervo tuvo compasión, lo soltó y le perdonó la deuda(AZ).
28 »Pero al salir aquel siervo, encontró a uno de sus consiervos que le debía 100 denarios[ag] , y echándole mano, lo ahogaba, diciendo: “Paga lo que debes”. 29 Entonces su consiervo, cayendo a sus pies, le suplicaba: “Ten paciencia conmigo y te pagaré”. 30 Sin embargo, él no quiso, sino que fue y lo echó en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
31 »Así que cuando sus consiervos vieron lo que había pasado, se entristecieron mucho, y fueron y contaron a su señor todo lo que había sucedido. 32 Entonces, llamando al siervo, su señor le dijo*: “Siervo malvado, te perdoné toda aquella deuda porque me suplicaste. 33 ¿No deberías tú también haberte compadecido de tu consiervo, así como yo me compadecí de ti(BA)?”. 34 Y enfurecido su señor, lo entregó a los verdugos hasta que pagara todo lo que le debía. 35 Así también Mi Padre celestial hará con ustedes(BB), si no perdonan de corazón[ah]cada uno a su hermano».
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