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The Daily Audio Bible

This reading plan is provided by Brian Hardin from Daily Audio Bible.
Duration: 731 days

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Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Miqueas 5-7

Ahora, hija de guerreros,
    reúne a tus soldados.
Estamos siendo asediados;
    ellos con su vara golpean en la mejilla al juez de Israel.

El Mesías nacerá en Belén

Tú, Belén Efrata,
    eres pequeña entre los clanes de Judá,
pero de ti saldrá el jefe de Israel,
    quien luego vendrá a mí.
Su origen es antiguo,
    viene de mucho tiempo atrás.
Por eso pondrá a esas naciones en manos de sus enemigos
    hasta que dé a luz la mujer que está esperando un hijo.
Entonces, el resto de sus hermanos
    regresará al pueblo de Israel.
Luego, él se levantará y guiará a Israel
    con la fortaleza del SEÑOR
    y con la autoridad del nombre del SEÑOR su Dios.
Vivirán en paz porque su grandeza llegará
    hasta los confines de la tierra.[a]
Él traerá una época de paz.
    Así y todo, tenemos suficientes líderes[b] para contraatacar
cuando venga Asiria a nuestro país
    y ponga el pie en nuestro territorio.
Con sus espadas ellos gobernarán a Asiria,
    y con sus cuchillos a la tierra de Nimrod[c].
Él nos rescatará de los asirios
    cuando ellos vengan a nuestra tierra
    e invadan nuestro país.

Entonces el resto de Jacob
    que está esparcido entre las naciones
será como rocío que viene del SEÑOR;
    como lluvia que cae sobre la tierra,
que no tiene que depender de un hombre
    y no tiene que poner sus esperanzas en ningún ser humano.
El resto de Jacob disperso entre las naciones
    en medio de pueblos numerosos
será como un león entre las bestias de la selva;
    como un cachorro de león entre rebaños de ovejas,
del que no hay escape
    cuando ataca con sus garras.
Levantarás tu mano contra tus enemigos
    y todos ellos serán destruidos.

El pueblo confiará en Dios

10 El SEÑOR dice: «Ese día mataré a tus caballos
    y destruiré tus carros de combate.
11 Destruiré las ciudades de tu país
    y derrumbaré todas tus fortalezas.
12 Ya no podrás hacer magia con tus manos
    ni tendrás a nadie que lea el futuro.
13 Destruiré tus ídolos y tus monumentos religiosos
    y ya no adorarás cosas hechas con tus manos.
14 Arrancaré de la tierra tus postes de Aserá
    y destruiré tus dioses falsos[d].
15 Con ira y rabia tomaré venganza
    contra las naciones que no me han escuchado».

Acusación del Señor contra su pueblo

Entonces, escuchen lo que dice el SEÑOR:

«Levántate y presenta tu caso ante los montes.
    Que las colinas escuchen tu voz».
Escuchen, montes, las acusaciones del SEÑOR;
    cimientos de la tierra, escuchen.
El SEÑOR tiene una denuncia contra su pueblo,
    un juicio contra Israel.

«Dime, pueblo mío, ¿qué hice contra ti?
    ¿En qué te molesté?
Pues yo te saqué de Egipto;
    te liberé de la esclavitud
y envié a Moisés, a Aarón y a Miriam
    para que te guiaran.
Pueblo mío, recuerda los planes del rey Balac de Moab
    y lo que le respondió Balán hijo de Beor.
Recuerda lo que sucedió en tu viaje desde Acacias hasta Guilgal[e]
    para que comprendas los actos salvadores del SEÑOR».

Alguien dirá: «¿Qué debo llevar cuando me acerque al SEÑOR?
    ¿Qué debo hacer cuando me incline ante el Dios Altísimo?
¿Me presentaré con sacrificios
    y terneros de un año?
¿Se sentirá complacido el SEÑOR con miles de carneros
    y 10 000 ríos de aceite?
¿Tengo que entregarle mi primer hijo
    como pago por mi culpa?
¿Tengo que entregarle el fruto de mis entrañas
    como pago por mi pecado?»

Hombre, si el SEÑOR ya te ha dicho lo que está bien.
    Él ya te ha dicho lo que quiere de ti:
que seas justo, que te guste mostrar fiel amor
    y que vivas humildemente con tu Dios.

Castigo para los israelitas

La voz del SEÑOR le habla a la ciudad.
    El que respeta tu nombre es sabio.
Así que presten atención al castigo
    y al que lo decide.[f]
10 «¿Aun quedan tesoros robados
    en la casa de los perversos?
¿Aun estafan a la gente usando canastos de medir[g]
    en los que no cabe mucho?
11 ¿Creen que voy a perdonar
    a los que usan balanzas alteradas y medidas falsas?
12 Los ricos están llenos de violencia;
    sus habitantes son una partida
    de mentirosos y engañadores.
13 Voy a empezar a castigarte;
    te destruiré por tus pecados.
14 Comerás, pero no quedarás satisfecha.
    Te retorcerás en tu interior.
Guardarás tus pertenencias,
    pero no podrás salvarlas,
y lo que salves,
    lo entregaré a la espada.
15 Sembrarás,
    pero no cosecharás.
Tratarás de sacar aceite de tus olivos,
    pero no conseguirás nada.
Pisarás tus uvas,
    pero no podrás beber su vino.
16 Eso sucederá porque obedeciste las órdenes del rey Omrí[h],
    porque sigues todas las costumbres de la familia real de Acab
    y porque obedeces sus mandatos.
Por eso dejaré que seas destruida
    y la gente se burlará de los habitantes de la ciudad.
    Tendrás que soportar el desprecio de otras naciones».

Indignación por la corrupción de Israel

¡Me siento muy mal!
Me siento como si estuviera en un campo
    del que ya se ha recogido todo el fruto.
Como si estuviera en un campo
    del que ya se han recogido todas las uvas.
No quedan racimos de uvas para comer,
    ni esos higos frescos que tanto me gustan.
Ya no quedan hombres fieles en la tierra;
    no quedan personas honestas.
Todos están planeando cómo agredir y asesinar.
    Se atrapan con redes los unos a los otros.
La gente es hábil para hacer el mal con sus manos.
    El funcionario exige dinero y se soborna al juez.
Los líderes importantes hacen las leyes a su conveniencia
    y todas ellas se cumplen.
Los mejores de ellos son como arbustos llenos de espinas.
    Los más honestos de ellos son peor que una planta torcida, cubierta de espinas.
Se acerca el momento que anunciaron tus centinelas.
    Llegará pronto el día de la desgracia;
    los perversos serán presa de la confusión.
No creas en tu vecino,
    no confíes en tu amigo.
Ten cuidado de lo que dices a tu esposa,
    incluso cuando la tengas abrazada.
El hijo despreciará al papá,
    la hija se rebelará contra la mamá,
la nuera se pondrá en contra de su suegra
    y los enemigos de cada cual estarán dentro de su propia familia.
Pero yo estaré alerta, esperando al SEÑOR.
    Pacientemente esperaré en Dios mi Salvador;
    él me escuchará.

Esperanza de victoria

Que mis enemigos no se alegren.
    Aunque haya caído, me levantaré.
Aunque ahora esté en medio de la oscuridad,
    el SEÑOR será mi luz.
Tengo que soportar la ira del SEÑOR
    porque pequé contra él.
Él lanzará sus acusaciones en mi contra
    y hará justicia conmigo.
Él me sacará a la luz
    y me hará justicia.
10 Mis enemigos se darán cuenta de eso
    y se sentirán avergonzados.
Miraré a los que me dijeron:
    «¿Dónde está el SEÑOR tu Dios?»
Entonces la gente los pisoteará
    como si fueran lodo en las calles.

Restauración de Jerusalén

11 Ya se acerca el día en el que reconstruirás tus murallas;
    ese día tus fronteras se extenderán.
12 Ese día tu pueblo vendrá a ti de todos los lugares;
    desde Asiria hasta Egipto,
    desde Egipto hasta el río Éufrates.
Vendrán de todos los mares
    y de todas las montañas.
13 Pero el país quedará desolado
    por culpa de sus habitantes,
    como resultado de su maldad.

14 Guía a tu gente;
    guía a tus ovejas con tu bastón.
Tus ovejas viven solas en el bosque
    y en el monte Carmelo.
Haz que vivan en Basán y en Galaad
    como vivían en el pasado.
15 Muéstranos tus milagros
    como los que hiciste al salir de Egipto.
16 Que las naciones vean esos milagros
    y se avergüencen de su poder.
Que se tapen la boca con la mano
    y ensordezcan sus oídos.
17 Que laman el polvo como la víbora,
    que se arrastren por el suelo como serpientes.
Que desde sus fortalezas vengan
    temblando de miedo al SEÑOR nuestro Dios.
    Que tiemblen y tengan temor de ti.

Alabanza al Señor

18 No hay Dios como tú
    que perdona las malas acciones
    y pasa por alto la rebeldía del resto de su pueblo.
No estará siempre enojado
    porque le gusta demostrar su fiel amor.
19 Tendrá otra vez compasión de nosotros,
    perdonará nuestras culpas
y arrojará todos nuestros pecados
    a las oscuras profundidades del mar.
20 Muestra tu lealtad a Jacob
    y tu fiel amor a Abraham[i],
como prometiste hace mucho tiempo
    a nuestros antepasados.

Apocalipsis 7

Los 144 000

Después de esto, vi a cuatro ángeles en los cuatro puntos cardinales de la tierra. Ellos detenían los cuatro vientos de la tierra para que ninguno soplara en ella, ni en el mar, ni en ningún árbol. Luego vi a otro ángel que venía del oriente y que traía la marca del Dios viviente. Este ángel gritó a los cuatro ángeles que habían recibido el poder de hacer daño a la tierra y al mar. Les decía: «¡Todavía no hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que les pongamos una señal en la frente a todos los que sirven a nuestro Dios!»

Entonces oí el número de los que habían recibido la señal: eran 144 000 de todas las tribus del pueblo de Israel. Recibieron la señal:

12 000 de la tribu de Judá;

12 000 de la tribu de Rubén;

12 000 de la tribu de Gad;

12 000 de la tribu de Aser;

12 000 de la tribu de Neftalí;

12 000 de la tribu de Manasés;

12 000 de la tribu de Simeón;

12 000 de la tribu de Leví;

12 000 de la tribu de Isacar;

12 000 de la tribu de Zabulón;

12 000 de la tribu de José;

12 000 de la tribu de Benjamín.

La gran multitud

Después de escuchar esto vi una gran multitud delante de mí. Había gente de todas las naciones, familias, razas y lenguas, y era imposible contarlos. Estaban de pie, vestidos de blanco ante el trono y ante el Cordero y tenían ramas de palma en las manos. 10 Gritaban:

«¡La salvación viene de nuestro Dios,
    que está sentado en el trono,
    y del Cordero!»

11 Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, de los ancianos y de las cuatro criaturas. Ellos se inclinaron hasta el suelo ante el trono y adoraban a Dios 12 diciendo:

«¡Así sea!
La alabanza, la gloria,
la sabiduría, la acción de gracias,
el honor, el poder y la fortaleza
sean a nuestro Dios por siempre.
¡Así sea!»

13 Entonces uno de los ancianos me preguntó:

—¿Quiénes son los que están vestidos de blanco y de dónde vienen?

14 Yo le respondí:

—Usted lo sabe, señor.

Entonces me dijo:

—Son los que han pasado por un gran sufrimiento. Han lavado sus ropas[a] y las blanquearon en la sangre del Cordero.

15 »Por eso están ahora ante el trono de Dios
    para adorarlo en su templo día y noche.
El que está sentado en el trono
    se hará presente para protegerlos.
16 Nunca más sentirán hambre ni sed,
    ni los quemará el sol ni el calor.
17 El Cordero que está frente al trono será su pastor
    y los guiará a manantiales de agua que da vida.
Dios secará todas las lágrimas de sus ojos.

Salmos 135

El Señor es grandioso

¡Aleluya!

Alaben el nombre del SEÑOR;
    Siervos del SEÑOR, alábenlo,
los que están en el templo del SEÑOR,
    en los patios del templo de nuestro Dios.
Alaben al SEÑOR, porque él es bueno;
    canten alabanzas a su nombre,
    pues eso es placentero.
Porque el SEÑOR eligió a Jacob para que fuera suyo;
    Israel le pertenece.

Yo sé que el SEÑOR es grandioso;
    nuestro Señor es más grande que todos los dioses.
El SEÑOR hace su voluntad en el cielo, en la tierra
    y también en las profundidades del océano.
Levanta las nubes desde los extremos de la tierra,
    hace que caigan la lluvia y los relámpagos
    y que el viento sople fuerte.

Dios destruyó a los hijos mayores de Egipto,
    tanto de seres humanos como de animales.
Él hizo muchos milagros y maravillas en medio de ti, Egipto,
    en contra del faraón y de todos sus siervos.
10 Él castigó a muchas naciones
    y acabó con la vida de reyes poderosos.
11 Castigó a Sijón, rey de los amorreos,
    a Og, rey de Basán,
    y a todas las ciudades de Canaán.
12 Luego repartió sus tierras
    entre la gente de Israel, su pueblo.

13 SEÑOR, tu nombre siempre será famoso;
    SEÑOR, serás recordado de generación en generación.
14 El SEÑOR hace justicia a su pueblo
    y tiene compasión de sus siervos.

15 Los ídolos de las naciones son oro y plata,
    productos hechos por manos humanas.
16 Tienen boca, pero no pueden hablar;
    tienen ojos, pero no pueden ver.
17 Tienen oídos, pero no pueden oír;
    tienen nariz, pero no pueden respirar.
18 Así quedarán como esos ídolos
    los que los hacen y los que confían en ellos.

19 Pueblo de Israel, alaba al SEÑOR;
    descendientes de Aarón, alaben al SEÑOR.
20 Levitas, alaben al SEÑOR;
    ustedes los que respetan al SEÑOR, alaben al SEÑOR.
21 Bendito sea el SEÑOR desde Sion,
    el que vive en Jerusalén.

¡Aleluya!

Proverbios 30:5-6

Toda palabra de Dios es perfecta
    y él da seguridad a los que lo buscan.
Así que no trates de cambiar lo que Dios dice
    porque él te castigará y demostrará que eres un mentiroso.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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