The Daily Audio Bible
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La majestuosa presencia del Señor
16 Y aconteció que al tercer día(A), cuando llegó la mañana, hubo truenos[a] y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un fuerte sonido de trompeta; y tembló todo el pueblo que estaba en el campamento. 17 Entonces Moisés sacó al pueblo del campamento para ir al encuentro de Dios, y ellos se quedaron al pie[b] del monte. 18 Y todo el monte Sinaí humeaba(B), porque el Señor había descendido sobre él en fuego(C); el[c] humo subía como el humo de un horno(D), y todo el monte se estremecía con violencia(E). 19 El sonido de la trompeta aumentaba más y más; Moisés hablaba, y Dios le respondía con el trueno[d](F). 20 Y el Señor descendió al monte Sinaí(G), a la cumbre del monte; y llamó el Señor a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió. 21 Y el Señor dijo a Moisés: Desciende, advierte[e] al pueblo, no sea que traspasen los límites para ver al Señor(H) y perezcan[f] muchos de ellos. 22 También que se santifiquen(I) los sacerdotes que se acercan al Señor, no sea que el Señor irrumpa contra ellos. 23 Y Moisés dijo al Señor: El pueblo no puede subir al monte Sinaí, porque tú nos advertiste[g], diciendo: «Pon límites alrededor del monte y santifícalo(J)». 24 Entonces el Señor le dijo: Ve, desciende, y vuelve a subir[h], tú y Aarón contigo(K); pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen los límites para subir al Señor(L), no sea que Él irrumpa contra ellos. 25 Descendió, pues, Moisés y advirtió[i] al pueblo.
Los Diez Mandamientos
20 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:
2 (M)Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre[j](N).
3 No tendrás otros dioses delante de[k] mí(O).
4 No te harás ídolo[l], ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra(P), ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No los adorarás[m] ni los servirás[n](Q); porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso(R), que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta[o] la tercera y cuarta generación(S) de los que me aborrecen, 6 y muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos(T).
7 No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano, porque el Señor no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano(U).
8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo(V). 9 Seis días trabajarás y harás toda tu obra(W), 10 mas el séptimo día es día de reposo para el Señor tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo[p](X). 11 Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día(Y); por tanto, el Señor bendijo el día de reposo y lo santificó.
12 Honra a tu padre y a tu madre(Z), para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da(AA).
14 No cometerás adulterio(AC).
15 No hurtarás(AD).
16 No darás falso testimonio(AE) contra tu prójimo(AF).
17 No codiciarás la casa de tu prójimo(AG); no codiciarás la mujer de tu prójimo(AH), ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.
El pueblo teme al Señor
18 Y todo el pueblo percibía los truenos[r] y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte que humeaba(AI); y cuando el pueblo vio aquello, temblaron, y se mantuvieron a distancia. 19 Entonces dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros y escucharemos; pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos(AJ). 20 Y respondió Moisés al pueblo: No temáis(AK), porque Dios ha venido para poneros a prueba(AL), y para que su temor permanezca en[s] vosotros(AM), y para que no pequéis. 21 Y el pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se acercaba a la densa nube(AN) donde estaba Dios.
22 Entonces el Señor dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: «Vosotros habéis visto que os he hablado[t] desde el cielo(AO). 23 No haréis junto a mí[u] dioses de plata ni dioses de oro(AP); no os los haréis(AQ). 24 Harás un altar de tierra para mí(AR), y sobre él sacrificarás tus holocaustos(AS) y tus ofrendas de paz(AT), tus ovejas y tus bueyes; en todo lugar donde yo haga recordar mi nombre, vendré a ti y te bendeciré(AU). 25 Y si me haces un altar de piedra, no lo construirás de piedras labradas(AV); porque si alzas tu cincel sobre él, lo profanarás. 26 Y no subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra sobre él(AW)».
Leyes sobre la esclavitud
21 Estas son las ordenanzas que pondrás delante de ellos(AX). 2 Si compras un siervo hebreo(AY), te servirá seis años, pero al séptimo saldrá libre sin pagar nada. 3 Si entró solo[v], saldrá solo[w]; si tenía mujer, entonces su mujer saldrá con él. 4 Si su amo le da mujer, y ella le da a luz hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo[x]. 5 Pero si el siervo insiste, diciendo: «Amo a mi señor(AZ), a mi mujer y a mis hijos; no saldré libre», 6 entonces su amo lo traerá a Dios[y], y lo traerá a la puerta o al quicial. Y su amo le horadará la oreja con una lezna, y él le servirá para siempre(BA). 7 Y si alguno vende a su hija por sierva(BB), ella no saldrá libre como salen los siervos(BC). 8 Si ella no agrada a[z] su amo que la había destinado para sí[aa], permitirá que sea redimida. Pero no podrá venderla a un pueblo extranjero, por haberla tratado con engaño. 9 Y si la destina para su hijo, la tratará conforme a la costumbre de las hijas. 10 Si toma para sí otra mujer, no disminuirá a la primera su alimento[ab], ni su ropa, ni sus derechos conyugales(BD). 11 Y si no hace por ella estas tres cosas, entonces ella saldrá libre sin pagar dinero.
Leyes sobre el homicidio y la violencia
12 El que hiera de muerte a otro, ciertamente morirá(BE). 13 Pero si[ac] no estaba al acecho, sino que Dios permitió que cayera en sus manos(BF), entonces yo te señalaré un lugar donde pueda refugiarse(BG). 14 Sin embargo, si alguno se ensoberbece contra su prójimo para matarlo con alevosía, lo tomarás aun de mi altar para que muera(BH).
15 El que hiera a su padre o a su madre, ciertamente morirá.
16 El que secuestre[ad] a una persona(BI), ya sea que la venda o sea hallada en su poder[ae], ciertamente morirá. 17 El que maldiga a su padre o a su madre, ciertamente morirá(BJ).
18 Si dos hombres riñen y uno hiere al otro con una piedra o con el puño, y no muere, pero guarda cama, 19 y[af] se levanta y anda afuera con su bastón, el que lo hirió será absuelto; solo pagará por su tiempo perdido[ag], y lo cuidará hasta que esté completamente curado[ah].
20 Si alguno hiere a su siervo o a su sierva con una vara, y muere bajo su mano, será castigado[ai]. 21 Sin embargo, si sobrevive[aj] uno o dos días, no se tomará venganza, porque es propiedad suya[ak](BK).
Ocho ayes contra los escribas y fariseos
13 Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(A)!, porque cerráis el reino de los cielos(B) delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. 14 [a]¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas(C), aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones; por eso recibiréis mayor condenación.
15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para hacer un prosélito(D), y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno[b](E) dos veces más que vosotros.
16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos(F)!, que decís: «No es nada el que alguno jure por el templo[c](G); pero el que jura por el oro del templo[d], contrae obligación». 17 ¡Insensatos y ciegos!, porque ¿qué es más importante[e](H): el oro, o el templo[f] que santificó el oro? 18 También decís: «No es nada el que alguno jure por el altar; pero el que jura por la ofrenda que está sobre él, contrae obligación». 19 ¡Ciegos!, porque ¿qué es más importante[g](I): la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? 20 Por eso, el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él; 21 y el que jura por el templo[h], jura por él y por el que en él habita(J); 22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios(K) y por el que está sentado en él.
23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(L)!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y estas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquellas. 24 ¡Guías ciegos(M), que coláis el mosquito y os tragáis el camello!
25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el exterior del vaso y del plato(N), pero por dentro están llenos de[i] robo y de desenfreno. 26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato(O), para que lo de afuera también quede limpio.
27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(P)!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.
29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas(Q)!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, 30 y decís: «Si nosotros hubiéramos vivido[j] en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas». 31 Así que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos[k] de los que asesinaron a los profetas(R). 32 Llenad, pues[l], la medida de la culpa de vuestros padres. 33 ¡Serpientes! ¡Camada de víboras(S)! ¿Cómo escaparéis del juicio[m] del infierno[n](T)? 34 (U)Por tanto, mirad, yo os envío profetas, sabios y escribas(V): de ellos, a unos los mataréis y crucificaréis, y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas(W) y los perseguiréis de ciudad en ciudad(X), 35 para que recaiga[o] sobre vosotros la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel(Y) hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías(Z), a quien asesinasteis entre el templo[p] y el altar(AA). 36 En verdad os digo que todo esto vendrá sobre esta generación(AB).
Lamentación sobre Jerusalén
37 ¡(AC)Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella(AD)! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas(AE), y no quisiste! 38 He aquí, vuestra casa(AF) se os deja desierta[q]. 39 Porque os digo que desde ahora en adelante no me veréis más hasta que digáis: «Bendito el que viene en el nombre del Señor(AG)».
Súplica y acción de gracias
Salmo de David.
28 A ti clamo, oh Señor;
roca mía(A), no seas sordo para conmigo,
no sea que si guardas silencio hacia mí(B),
venga a ser semejante a los que descienden a la fosa(C).
2 Escucha la voz de mis súplicas cuando a ti pido auxilio(D);
cuando levanto mis manos(E) hacia el lugar santísimo(F) de tu santuario(G).
3 No me arrastres con los impíos(H)
ni con los que obran iniquidad,
que hablan de paz con su prójimo,
mientras hay maldad en su corazón(I).
4 Dales conforme a su obra y según la maldad de sus hechos(J);
dales conforme a la obra de sus manos;
págales[a] su merecido.
5 Porque no tienen en cuenta los hechos del Señor
ni la obra de sus manos(K),
Él los derribará y no los edificará.
6 Bendito sea el Señor,
porque ha oído la voz de mis súplicas(L).
7 El Señor es mi fuerza(M) y mi escudo(N);
en Él confía mi corazón(O), y soy socorrido;
por tanto, mi corazón se regocija(P),
y le daré gracias con mi cántico(Q).
8 El Señor es la fuerza de su pueblo[b](R),
y Él es defensa salvadora[c](S) de su ungido.
9 Salva a tu pueblo(T) y bendice a tu heredad(U),
pastoréalos(V) y llévalos para siempre(W).
Artimañas de la ramera
7 Hijo mío, guarda mis palabras,
y atesora mis mandamientos contigo(A).
2 Guarda mis mandamientos y vivirás(B),
y mi enseñanza[a] como la niña de tus ojos(C).
3 Atalos a tus dedos(D),
escríbelos en la tabla de tu corazón(E).
4 Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana,
y llama a la inteligencia tu mejor amiga,
5 para que te guarden de la mujer extraña,
de la desconocida[b] que lisonjea[c] con sus palabras.
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