The Daily Audio Bible
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19 También se pasaron a David algunos de Manasés, cuando vino con los filisteos a la batalla contra Saúl (pero David no les ayudó, porque los jefes de los filisteos, habido consejo, lo despidieron, diciendo: Con peligro de nuestras cabezas se pasará a su señor Saúl).
20 Así que viniendo él a Siclag, se pasaron a él de los de Manasés, Adná, Jozabad, Jediael, Miguel, Jozabad, Eliú y Ziletay, príncipes de millares de los de Manasés.
21 Éstos ayudaron a David contra la banda de merodeadores, pues todos ellos eran hombres valientes, y fueron capitanes en el ejército.
22 Porque entonces todos los días venía ayuda a David, hasta hacerse un gran ejército, como ejército de Dios.
23 Y este es el número de los principales que estaban listos para la guerra, y vinieron a David en Hebrón para transferirle el reino de Saúl, conforme a la palabra de Jehová:
24 De los hijos de Judá que traían escudo y lanza, seis mil ochocientos, listos para la guerra.
25 De los hijos de Simeón, siete mil cien hombres, valientes y esforzados para la guerra.
26 De los hijos de Leví, cuatro mil seiscientos;
27 asimismo Joyadá, príncipe de los del linaje de Aarón, y con él tres mil setecientos,
28 y Sadoc, joven valiente y esforzado, con veintidós de los principales de la casa de su padre.
29 De los hijos de Benjamín hermanos de Saúl, tres mil; porque hasta entonces muchos de ellos se mantenían fieles a la casa de Saúl.
30 De los hijos de Efraín, veinte mil ochocientos, muy valientes, varones ilustres en las casas de sus padres.
31 De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, los cuales fueron escogidos por lista para venir a poner a David por rey.
32 De los hijos de Isacar, doscientos principales, duchos en discernir las oportunidades y saber lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.
33 De Zabulón, cincuenta mil, que salían a campaña prontos para la guerra, con toda clase de armas de guerra, dispuestos a pelear sin doblez de corazón.
34 De Neftalí, mil capitanes, y con ellos treinta y siete mil con escudo y lanza.
35 De los de Dan, dispuestos a pelear, veintiocho mil seiscientos.
36 De Aser, dispuestos para la guerra y preparados para pelear, cuarenta mil.
37 Y del otro lado del Jordán, de los rubenitas y gaditas y de la media tribu de Manasés, ciento veinte mil con toda clase de armas de guerra.
38 Todos estos hombres de guerra, dispuestos para guerrear, vinieron con corazón sincero a Hebrón, para poner a David por rey sobre todo Israel; asimismo todos los demás de Israel estaban de un mismo ánimo para poner a David por rey.
39 Y estuvieron allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos habían preparado para ellos.
40 También los que les eran vecinos, y hasta Isacar y Zabulón y Neftalí, trajeron víveres en asnos, camellos, mulos y bueyes; provisión de harina, tortas de higos, pasas, vino y aceite, y bueyes y ovejas en abundancia, porque en Israel había alegría.
David propone trasladar el arca a Jerusalén
13 Entonces David tomó consejo con los capitanes de millares y de centenas, y con todos los jefes.
2 Y dijo David a toda la asamblea de Israel: Si os parece bien y si es la voluntad de Jehová nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se reúnan con nosotros;
3 y traigamos el arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella.
4 Y dijo toda la asamblea que se hiciese así, porque la cosa parecía bien a todo el pueblo.
David intenta traer el arca
5 Entonces David reunió a todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta la entrada de Hamat, para que trajesen el arca de Dios de Quiryat-jearim.
6 Y subió David con todo Israel a Baalá de Quiryat-jearim, que está en Judá, para pasar de allí el arca de Jehová Dios, que mora entre los querubines, sobre la cual su nombre es invocado.
7 Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo; y Uzá y Ahío guiaban el carro.
8 Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas.
9 Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uzá extendió su mano al arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaban.
10 Y el furor de Jehová se encendió contra Uzá, y lo hirió, porque había extendido su mano al arca; y murió allí delante de Dios.
11 Y David tuvo pesar, porque Jehová había quebrantado a Uzá; por lo que llamó aquel lugar Pérez-Uzá, hasta hoy.
12 Y David temió a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo he de traer a mi casa el arca de Dios?
13 Y no trajo David el arca a su casa en la ciudad de David, sino que la llevó a casa de Obed-edom geteo.
14 Y el arca de Dios estuvo con la familia de Obed-edom, en su casa, tres meses; y bendijo Jehová la casa de Obed-edom, y todo lo que tenía.
Hiram envía embajadores a David
14 Hiram rey de Tiro envió a David embajadores, y madera de cedro, y albañiles y carpinteros, para que le edificasen una casa.
2 Y entendió David que Jehová lo había confirmado como rey sobre Israel, y que había exaltado su reino sobre su pueblo Israel.
Hijos de David nacidos en Jerusalén
3 Entonces David tomó también mujeres en Jerusalén, y engendró David más hijos e hijas.
4 Y estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,
5 Ibhar, Elisúa, Elpálet,
6 Noga, Néfeg, Jafía,
7 Elisamá, Beelyadá y Elifélet.
8 Oyendo los filisteos que David había sido ungido rey sobre todo Israel, subieron todos los filisteos en busca de David. Y cuando David lo oyó, salió contra ellos.
9 Y vinieron los filisteos, y se extendieron por el valle de Refaím.
10 Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, porque yo los entregaré en tus manos.
11 Subieron, pues, a Baal-perazim, y allí los derrotó David. Dijo luego David: Dios rompió mis enemigos por mi mano, como se rompen las aguas. Por esto llamaron el nombre de aquel lugar Baal-perazim.
12 Y dejaron allí sus dioses, y David dijo que los quemasen.
13 Y volviendo los filisteos a extenderse por el valle,
14 David volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo: No subas tras ellos, sino rodéalos, para venir a ellos por delante de las balsameras.
15 Y así que oigas venir un estruendo por las copas de las balsameras, sal luego a la batalla, porque Dios saldrá delante de ti y herirá el ejército de los filisteos.
16 Hizo, pues, David como Dios le mandó, y derrotaron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Gézer.
17 Y la fama de David fue divulgada por todas aquellas tierras; y Jehová puso el temor de David sobre todas las naciones.
Saludo
1 Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,
2 que él había prometido antes por medio de sus profetas en las santas Escrituras,
3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, nacido del linaje de David según la carne,
4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
5 y por medio del cual hemos recibido la gracia y el apostolado, para la obediencia de la fe en todas las naciones por amor a su nombre;
6 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo;
7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Deseo de Pablo de visitar Roma
8 Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que se habla de vuestra fe por todo el mundo.
9 Porque me es testigo Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago siempre mención de vosotros en mis oraciones,
10 rogando que ahora tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
11 Porque anhelo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis consolidados;
12 esto es, para ser mutuamente confortados cada uno por la fe del otro, no sólo la vuestra, sino también la mía.
13 Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.
14 Me debo a griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios.
15 Así que, en cuanto a mí, estoy ansioso de anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
El poder del evangelio
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
13 Ten misericordia de mí, Jehová;
Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen,
Levántame de las puertas de la muerte,
14 Para que proclame yo todas tus alabanzas.
En las puertas de la hija de Sión,
Gozoso por tu salvación.
15 Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron;
En la red que escondieron quedó prendido su pie.
16 Jehová se ha dado a conocer en el juicio que ejecutó;
En la obra de sus manos fue enredado el malo.
Higaión. Selah
17 Los malos serán trasladados al Seol,
Todas las gentes que se olvidan de Dios.
18 Porque no estará perpetuamente olvidado el menesteroso,
Ni la esperanza de los pobres perecerá para siempre.
19 Levántate, oh Jehová; no triunfe el hombre;
Sean juzgadas las naciones delante de ti.
20 Oh Jehová, infúndeles temor;
Y aprendan las naciones que no son sino hombres.
Selah
4 Las riquezas atraen a muchos amigos;
Mas el pobre se ve apartado de su amigo.
5 El testigo falso no quedará sin castigo,
Y el que habla mentiras no escapará.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.