Nabucodonosor se puso terriblemente furioso contra todos estos países, y juró por su trono y su reino que se vengaría de toda la región de Cilicia, Damasco y Siria, y que las pasaría a cuchillo, lo mismo que a los moabitas y amonitas, y a toda Judea y a todos los de Egipto hasta la región de los dos mares.
Cuando Nabucodonosor se enteró de eso, se enojó tanto contra todos esos pueblos que juró, por su trono y por su reino, que destruiría a todos los que no lo apoyaron, incluyendo a Moab, a Amón, a Judea y a los que están en la región de los dos mares.