Cuando Apolonio, hijo de Menesteo, fue a Egipto para asistir como delegado a la coronación del rey Filométor, supo Antíoco que Filométor era contrario a su política, y se preocupó por tomar medidas de seguridad. Por eso se dirigió a la ciudad de Jope, y de allí marchó a Jerusalén.
Por ese tiempo, Filométor fue proclamado rey de Egipto. Como el rey Antíoco no pudo asistir a la ceremonia de coronación, envió como representante suyo a Apolonio hijo de Menesteo. Allí Apolonio vio que Filométor no estaba de acuerdo con la manera de gobernar de Antíoco. Entonces informó de esto a su rey, quien preocupado por su seguridad se fue a la ciudad de Jope y luego a Jerusalén.