De la misma manera que el arquitecto de una casa nueva se preocupa de todo el edificio, mientras que a los pintores y decoradores les toca lo referente a la ornamentación, así nos parece que debe ser nuestra tarea:
Nuestro trabajo ha sido semejante al del albañil que construye una casa nueva. Su interés es construir la casa; ya otros se encargarán de pintarla y de ponerle adornos.