Y Judas, que se había entregado todo entero, en cuerpo y alma, a luchar en primera fila por sus conciudadanos, sin perder el afecto que desde joven había sentido por su pueblo, ordenó que le cortaran la cabeza a Nicanor y el brazo derecho, y que los llevaran a Jerusalén.
Judas, que desde joven había amado a su pueblo, y que se había entregado por completo para luchar por él, mandó que le cortaran la cabeza a Nicanor. También ordenó que le cortaran el brazo derecho, y que tanto la cabeza como el brazo los llevaran a Jerusalén.