Judas se desvió hacia Azoto, en el país de los filisteos, y destruyó los altares paganos, quemó las imágenes de sus dioses y saqueó las ciudades, después de lo cual volvió a Judea.
Al llegar al país de los filisteos, Judas se dirigió a la ciudad de Azoto. Allí destruyó los altares de los dioses falsos, quemó los ídolos y se llevó todas las riquezas de la ciudad. Después de esta campaña, Judas volvió a Judea.