En sus manos tuvo éxito la campaña para eliminar del país a los paganos y a los que se habían establecido en la Ciudad de David, en Jerusalén, donde se habían construido una ciudadela, desde donde salían y contaminaban todos los alrededores del templo, haciendo grave injuria a la santidad de este lugar.
»En Jerusalén, los que no creían en Dios habían construido un cuartel. Desde allí, nos atacaban y hacían en la zona del templo todo lo que estaba prohibido por Dios. Pero Simón logró echarlos de allí.