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La Biblia de las Américas (LBLA)
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Marcos 8-9

Alimentación de los cuatro mil

En aquellos días, cuando de nuevo había una gran multitud que no tenía qué comer, (A)Jesús llamó a sus discípulos y les dijo*: Tengo compasión de la multitud porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer(B); y si los despido sin comer a sus casas, desfallecerán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos. Sus discípulos le respondieron: ¿Dónde podrá alguien encontrar lo suficiente para saciar de pan[a] a estos aquí en el desierto? Y Él les preguntó[b]: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos respondieron: Siete. Entonces mandó* a la multitud que se recostara en el suelo; y tomando los siete panes, después de dar gracias, los partió y los iba dando a sus discípulos para que los pusieran delante de la gente; y ellos los sirvieron a[c] la multitud. También tenían unos pocos pececillos; y después de bendecirlos(C), mandó que estos también los sirvieran[d]. Todos comieron y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastas(D). Los que comieron eran unos cuatro mil; y los despidió. 10 Y subiendo enseguida a la barca con sus discípulos, fue a la región de Dalmanuta(E).

Los fariseos buscan señal

11 (F)Entonces salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Él, buscando de Él una señal[e] del cielo(G) para ponerle[f] a prueba. 12 Suspirando profundamente(H) en su espíritu[g], dijo*: ¿Por qué pide señal[h](I) esta generación? En verdad os digo que no se le dará señal[i] a esta generación. 13 Y dejándolos, se embarcó otra vez y se fue al otro lado.

La levadura de los fariseos

14 Y se habían olvidado de tomar panes; y no tenían consigo en la barca sino solo un pan. 15 Y Él les encargaba[j] diciendo: ¡Tened cuidado! Guardaos de la levadura de los fariseos(J) y de la levadura de Herodes(K). 16 Y ellos discutían entre sí que no tenían panes. 17 Dándose cuenta Jesús, les dijo*: ¿Por qué discutís que no tenéis pan? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Tenéis el corazón endurecido[k](L)? 18 Teniendo ojos, ¿no veis? Y teniendo oídos, ¿no oís(M)? ¿No recordáis 19 cuando partí los cinco panes entre los cinco mil(N)? ¿Cuántas cestas llenas de pedazos recogisteis? Y ellos le dijeron*: Doce(O). 20 Y cuando partí los siete panes entre los cuatro mil(P), ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos le dijeron*: Siete(Q). 21 Y les dijo[l]: ¿Aún no entendéis(R)?

El ciego de Betsaida

22 Llegaron* a Betsaida(S), y le trajeron* un ciego y le rogaron* que lo tocara(T). 23 Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir(U) en sus ojos y de poner las manos sobre él(V), le preguntó: ¿Ves algo? 24 Y levantando[m] la vista, dijo: Veo a los hombres, pero los veo[n] como árboles que caminan. 25 Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y lo veía todo con claridad. 26 Y lo envió a su casa diciendo: Ni aun en la aldea entres(W).

La confesión de Pedro

27 (X)Salió Jesús con sus discípulos a las aldeas de Cesarea de Filipo(Y); y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? 28 Y le respondieron, diciendo: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, uno de los profetas(Z). 29 Él les preguntó de nuevo: Pero vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Pedro, le dijo*: Tú eres el Cristo[o](AA). 30 Y Él les advirtió severamente que no hablaran de Él a nadie(AB).

Jesús anuncia su muerte y resurrección

31 (AC)Y comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y después de tres días resucitar(AD). 32 Y les decía estas palabras claramente(AE). Y Pedro le llevó aparte y comenzó a reprenderle. 33 Mas Él volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro y le dijo*: ¡Quítate de delante de mí[p], Satanás(AF)!, porque no tienes en mente las cosas de Dios, sino las de los hombres.

Condiciones para seguir a Jesús

34 Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame(AG). 35 Porque el que quiera salvar su vida[q], la perderá; pero el que pierda su vida[r] por causa de mí y del evangelio, la salvará(AH). 36 Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? 37 Pues ¿qué dará un hombre a cambio de su alma? 38 Porque cualquiera que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre(AI) también se avergonzará(AJ) de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles(AK).

Y les decía: En verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios después de que haya venido con poder(AL).

La transfiguración

(AM)Seis días después, Jesús tomó* consigo a Pedro, a Jacobo[s] y a Juan(AN), y los llevó* aparte, solos, a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos; y sus vestiduras se volvieron resplandecientes, muy blancas(AO), tal como ningún lavandero sobre la tierra las puede emblanquecer. Y se les apareció Elías junto con Moisés, y estaban hablando con Jesús. Entonces Pedro, interviniendo[t], dijo* a Jesús: Rabí[u](AP), bueno es estarnos aquí; hagamos tres enramadas[v], una para ti, otra para Moisés y otra para Elías(AQ). Porque él no sabía qué decir[w], pues estaban aterrados. Entonces se formó[x] una nube, cubriéndolos, y una voz(AR) salió[y] de la nube: Este es mi Hijo amado; a Él oíd[z](AS). Y enseguida miraron en derredor, pero ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.

La venida de Elías

(AT)Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contaran a nadie(AU) lo que habían visto, hasta que[aa] el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos. 10 Y se guardaron para sí lo dicho, discutiendo entre sí qué significaría[ab] resucitar de entre los muertos. 11 Y le preguntaron, diciendo: ¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero(AV)? 12 Y Él les dijo: Es cierto que Elías, al venir primero, restaurará[ac] todas las cosas. Y, sin embargo, ¿cómo está escrito del Hijo del Hombre(AW) que padezca mucho(AX) y sea despreciado? 13 Pero yo os digo que Elías ya[ad] ha venido, y le hicieron cuanto quisieron, tal como está escrito de él.

Jesús sana a un muchacho endemoniado

14 (AY)Cuando volvieron a los discípulos, vieron una gran multitud que les rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos. 15 Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús[ae], quedó sorprendida(AZ), y corriendo hacia Él, le saludaban. 16 Y Él les preguntó: ¿Qué discutís con ellos? 17 Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espíritu mudo, 18 y siempre[af] que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo[ag]. Y dije a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron. 19 Respondiéndoles Jesús, dijo*: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? ¡Traédmelo! 20 Y se lo trajeron. Y cuando el espíritu vio a Jesús[ah], al instante sacudió con violencia al muchacho[ai], y este, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos. 21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él respondió: Desde su niñez. 22 Y muchas veces lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos. 23 Jesús le dijo: «¿Cómo si tú puedes?». Todas las cosas son posibles para el que cree(BA). 24 Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: Creo; ayúdame en mi incredulidad. 25 Cuando Jesús vio que se agolpaba[aj](BB) una multitud, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno: Sal de él y no vuelvas a entrar en él. 26 Y después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían: ¡Está muerto! 27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie. 28 Cuando entró Jesús en la casa(BC), sus discípulos le preguntaban en privado: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 29 Y Él les dijo: Esta clase con nada puede salir, sino con oración[ak].

Jesús anuncia otra vez su muerte

30 (BD)Saliendo de allí, iban pasando por Galilea, y Él no quería que nadie lo supiera. 31 Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de los hombres y le matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará(BE). 32 Pero ellos no entendían lo que decía[al](BF), y tenían miedo de preguntarle.

El mayor en el reino de los cielos

33 (BG)Y llegaron a Capernaúm; y estando ya en la casa, les preguntaba: ¿Qué discutíais por el camino? 34 Pero ellos guardaron silencio, porque en el camino habían discutido entre sí quién de ellos era el mayor(BH). 35 Sentándose, llamó a los doce y les dijo*: Si alguno desea ser el primero, será[am] el último de todos y el servidor de todos(BI). 36 Y tomando a un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándolo en sus brazos les dijo: 37 El que reciba a un niño como este[an] en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me envió(BJ).

Recompensas y advertencias

38 (BK)Juan le dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía. 39 Pero Jesús dijo: No se lo impidáis, porque no hay nadie que haga un milagro en mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de mí. 40 Pues el que no está contra nosotros, por nosotros[ao] está(BL). 41 Porque cualquiera que os dé de beber un vaso de agua, por razón de vuestro[ap] nombre, ya que sois seguidores de Cristo, en verdad os digo que no perderá su recompensa(BM). 42 Y cualquiera que haga tropezar[aq] a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si le hubieran atado[ar] al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al mar(BN). 43 Y si tu mano te es ocasión de pecar[as], córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno[at](BO), al fuego inextinguible(BP), 44 [au]donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga. 45 Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno[av](BQ), 46 [aw]donde el gusano de ellos no muere, y el fuego no se apaga. 47 Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno[ax](BR), 48 donde el gusano de ellos no muere(BS), y el fuego no se apaga(BT). 49 Porque todos serán salados con fuego[ay]. 50 La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis(BU)? Tened sal en vosotros(BV) y estad en paz los unos con los otros(BW).

La Biblia de las Américas (LBLA)

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