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Read the Gospels in 40 Days

Read through the four Gospels--Matthew, Mark, Luke, and John--in 40 days.
Duration: 40 days
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Marcos 1-3

Predicación de Juan el Bautista

Principio del evangelio de Jesucristo[a], Hijo de Dios[b](A).

(B)Como está escrito en el profeta Isaías:

«Mira, Yo envío Mi mensajero delante de Ti,
El cual preparará Tu camino(C).
Voz del que clama en el desierto:
Preparen el camino del Señor,
Hagan derechas Sus sendas(D)”».

Juan el Bautista apareció en el desierto predicando el bautismo de arrepentimiento(E) para el perdón de pecados(F). Acudía a él toda la región de Judea, y toda la gente de Jerusalén, y confesando sus pecados, eran bautizados por él en el río Jordán. Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía[c] un cinto de cuero(G) a la cintura, y comía langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo: «Tras mí viene Uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de inclinarme y desatar la correa de Sus sandalias. Yo los bauticé a ustedes con[d] agua, pero Él los bautizará con[e] el Espíritu Santo».

Bautismo y tentación de Jesús

(H)Sucedió que en aquellos días Jesús vino de Nazaret(I) de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 Inmediatamente, al salir del agua, vio que los cielos se abrían, y que el Espíritu descendía sobre Él como una paloma; 11 y vino una voz de los cielos, que decía: «Tú eres Mi Hijo amado, en Ti me he complacido(J)».

12 (K)Enseguida el Espíritu lo impulsó* a ir al desierto. 13 Y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás(L); y estaba entre las fieras, y los ángeles le servían.

Jesús principia su ministerio

14 Después que Juan había sido encarcelado[f], Jesús vino a Galilea(M) predicando el evangelio(N) de Dios. 15 «El tiempo se ha cumplido(O)», decía, «y el reino de Dios se ha acercado; arrepiéntanse y crean[g](P)en el evangelio».

Llamamiento de los primeros discípulos

16 (Q)Mientras caminaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, hermano de Simón, echando una red en el mar, porque eran pescadores. 17 Y Jesús les dijo: «Vengan conmigo, y Yo haré que ustedes sean pescadores de hombres». 18 Dejando al instante las redes, ellos lo siguieron.

19 Yendo un poco más adelante, Jesús vio a Jacobo[h], el hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes. 20 Al instante los llamó; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron con Jesús.

Jesús enseña en Capernaúm

21 (R)Entraron* en Capernaúm; y enseguida, en el día de reposo, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar(S). 22 Y se admiraban de Su enseñanza(T); porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

23 En ese momento estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual comenzó a gritar: 24 «¿Qué tienes que ver con nosotros[i](U), Jesús de Nazaret[j](V)? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quien Tú eres: el Santo de Dios(W)». 25 Jesús lo reprendió, diciendo: «¡Cállate, y sal de él!».

26 Entonces el espíritu inmundo, causándole convulsiones al hombre, gritó a gran voz y salió de él. 27 Y todos se asombraron(X) de tal manera que discutían entre sí, diciendo: «¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva con autoridad! Él manda aun a los espíritus inmundos y le obedecen».

28 Enseguida Su fama se extendió por todas partes, por toda la región alrededor de Galilea.

Jesús sana a la suegra de Simón y a muchos otros

29 (Y)Inmediatamente después de haber salido de la sinagoga, fueron[k] a casa de Simón(Z) y Andrés, con Jacobo[l] y Juan. 30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y enseguida hablaron* a Jesús de ella. 31 Él se le acercó, y tomándola de la mano la levantó, y la fiebre la dejó; y ella les servía.

32 (AA)A la caída de la tarde, después de la puesta del sol(AB), trajeron a Jesús todos los que estaban enfermos y los endemoniados(AC). 33 Toda la ciudad(AD) se había amontonado a la puerta. 34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades(AE), y expulsó muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque ellos sabían quién era Él[m].

Jesús recorre Galilea

35 (AF)Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba(AG). 36 Simón y sus compañeros salieron a buscar a Jesús. 37 Lo encontraron y le dijeron*: «Todos te buscan».

38 Jesús les respondió*: «Vamos a otro lugar, a los pueblos vecinos, para que Yo predique[n]también allí, porque para eso he venido». 39 Y fue por toda Galilea, predicando en sus sinagogas(AH) y expulsando demonios.

Curación de un leproso

40 (AI)Un leproso vino* rogando a Jesús, y arrodillándose, le dijo[o]: «Si quieres, puedes limpiarme(AJ)». 41 Movido a compasión, extendiendo Jesús la mano, lo tocó y le dijo*: «Quiero; sé limpio».

42 Al instante la lepra lo dejó y quedó limpio. 43 Entonces Jesús lo despidió enseguida amonestándole severamente: 44 «Mira», le dijo*, «no digas nada a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, para testimonio a ellos(AK)».

45 Pero él, en cuanto salió comenzó a proclamarlo abiertamente[p] y a divulgar el hecho(AL), a tal punto que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que se quedaba fuera en lugares despoblados; y venían a Él de todas partes(AM).

Curación de un paralítico

Cuando Jesús entró de nuevo en Capernaúm varios días después, se oyó que estaba en casa. Y se reunieron muchos(AN), tanto que ya no había lugar ni aun a la puerta; y Él les explicaba[q] la palabra.

(AO)Entonces vinieron* y le trajeron un paralítico(AP) llevado entre cuatro hombres. Como no pudieron acercarse[r] a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo encima de donde Él estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla(AQ) en que estaba acostado el paralítico(AR). Viendo Jesús la fe de ellos, dijo* al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados(AS)».

Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: «¿Por qué habla Este así? Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino solo Dios[s](AT)?».

Al instante Jesús, conociendo en[t] Su espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo*: «¿Por qué piensan estas cosas en sus corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico(AU): “Tus pecados te son perdonados”, o decirle: “Levántate, toma tu camilla y anda”? 10 Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados», dijo* al paralítico: 11 «A ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».

12 Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios(AV), diciendo: «Jamás hemos visto cosa semejante(AW)».

Llamamiento de Leví y la cena en su casa

13 Jesús salió de nuevo a la orilla del mar, y toda la multitud venía a Él(AX), y les enseñaba. 14 (AY)Al pasar, vio a Leví[u], hijo de Alfeo, sentado en la oficina de los tributos, y le dijo*: «Sígueme(AZ)». Y levantándose, lo siguió(BA).

15 Y sucedió[v] que estando Jesús sentado[w] a la mesa en casa de Leví[x], muchos recaudadores de impuestos[y] y pecadores estaban comiendo[z] con Jesús y Sus discípulos; porque había muchos de ellos que lo seguían. 16 Cuando los escribas de los fariseos(BB) vieron que Él comía con pecadores y recaudadores de impuestos, decían a Sus discípulos: «¿Por qué Él come y bebe con recaudadores de impuestos y pecadores(BC)?».

17 Al oír esto, Jesús les dijo*: «Los que están sanos[aa]no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores(BD)».

Pregunta sobre el ayuno

18 (BE)Los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando; y vinieron* y dijeron* a Jesús: «¿Por qué ayunan los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos, pero Tus discípulos no ayunan?».

19 Y Jesús les respondió: «¿Acaso pueden ayunar los acompañantes del novio[ab]mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. 20 Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán en aquel día(BF). 21 Nadie pone un remiendo[ac]de tela nueva[ad]en un vestido viejo, porque entonces el remiendo[ae]al encogerse tira de él, lo nuevo de lo viejo, y se produce una rotura peor. 22 Y nadie echa vino nuevo en odres[af]viejos, porque entonces[ag]el vino romperá el odre, y se pierden el vino y también los odres[ah]; sino que se echa vino nuevo en odres[ai]nuevos».

Jesús, Señor del día de reposo

23 (BG)Aconteció que un día de reposo Jesús pasaba por los sembrados, y Sus discípulos, mientras se abrían paso, comenzaron a arrancar espigas(BH). 24 Entonces los fariseos le decían: «Mira, ¿por qué hacen lo que no es lícito en el día de reposo(BI)?».

25 Jesús les contestó*: «¿Nunca han leído lo que David hizo cuando tuvo necesidad y sintió hambre, él y también sus compañeros; 26 cómo entró en la casa de Dios en tiempos de Abiatar, el sumo sacerdote(BJ), y comió los panes consagrados[aj]que no es lícito a nadie comer(BK), sino a los sacerdotes, y dio también a los que estaban con él(BL)?». 27 Y Él continuó diciéndoles: «El día de reposo se hizo[ak]para el[al]hombre(BM), y no el hombre para el[am]día de reposo(BN). 28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo».

Jesús sana al hombre de la mano seca

(BO)Otra vez entró Jesús en una sinagoga(BP); y había allí un hombre que tenía una mano seca[an]. Y lo observaban(BQ) para ver si lo sanaba en el día de reposo, para poder acusar a Jesús(BR). Y Jesús le dijo* al hombre que tenía la mano seca: «Levántate y ponte aquí en medio».

Entonces Jesús dijo* a los otros: «¿Es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal, salvar una vida o matar?». Pero ellos guardaban silencio. Y mirando con enojo a los que lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo* al hombre: «Extiende tu mano». Y él la extendió, y su mano quedó sana[ao](BS). Pero cuando los fariseos salieron, enseguida comenzaron a tramar[ap] con los herodianos(BT) en contra de Jesús, para ver cómo lo podrían destruir.

Las multitudes siguen a Jesús

(BU)Entonces Jesús se retiró al mar con Sus discípulos, y una gran multitud de Galilea lo siguió. Y también de Judea(BV), de Jerusalén, de Idumea(BW), del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y Sidón(BX), una gran multitud, que al oír todo lo que Jesús hacía, vino a Él.

Y dijo a Sus discípulos que tuvieran lista una barca para Él por causa de la multitud(BY), para que no lo oprimieran; 10 porque Él había sanado a muchos(BZ), de manera que todos los que tenían aflicciones(CA), para tocar a Jesús, se echaban sobre Él(CB). 11 Y siempre que los espíritus inmundos veían a Jesús, caían delante de Él y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios(CC)». 12 Pero Él les advertía con insistencia que no revelaran Su identidad[aq](CD).

Designación de los doce apóstoles

13 Después Jesús subió* al monte(CE), llamó*(CF) a los que Él quiso, y ellos vinieron a Él. 14 Designó a doce[ar], para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar, 15 y para que tuvieran autoridad de expulsar demonios.

16 Designó, pues, a los doce: (CG)Simón (a quien puso por nombre Pedro), 17 Jacobo[as], hijo de Zebedeo, y Juan hermano de Jacobo (a quienes puso por nombre Boanerges, que significa: «Hijos del Trueno»); 18 Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo[at], hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananita[au]; 19 y Judas Iscariote, el que también lo entregó.

Jesús y Beelzebú

20 Jesús llegó* a una casa(CH), y la multitud se juntó* de nuevo(CI), a tal punto que ellos ni siquiera podían comer[av](CJ). 21 Cuando Sus parientes(CK) oyeron esto, fueron para hacerse cargo de Él, porque decían: «Está fuera de Sí(CL)».

22 Y los escribas que habían descendido de Jerusalén(CM) decían: «Tiene a Beelzebú(CN); y expulsa los demonios por medio del príncipe de los demonios(CO)». 23 (CP)Llamándolos junto a Él, Jesús les hablaba en parábolas(CQ): «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás(CR)? 24 Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede perdurar. 25 Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá permanecer. 26 Y si Satanás(CS)se ha levantado contra sí mismo y está dividido, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin[aw].

27 »Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes si primero no lo ata[ax] ; entonces podrá saquear su casa(CT) . 28 En verdad les digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres(CU), y las blasfemias con que blasfemen, 29 pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo no tiene jamás perdón(CV), sino que es culpable de pecado eterno». 30 Porque decían: «Tiene un espíritu inmundo».

La madre y los hermanos de Jesús

31 (CW)Entonces llegaron* Su madre y Sus hermanos, y quedándose afuera, mandaron a llamar a Jesús. 32 Y había una multitud sentada alrededor de Él, y le dijeron*: «Tu madre y Tus hermanos[ay] están afuera y te buscan». 33 «¿Quiénes son Mi madre y Mis hermanos?», les dijo* Jesús.

34 Y mirando a los que estaban sentados en círculo alrededor de Él, dijo*: «Aquí están Mi madre y Mis hermanos(CX). 35 Porque cualquiera que hace la voluntad de Dios(CY), ese es Mi hermano, y hermana y madre».

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