Proverbios 13-15
Nueva Versión Internacional
13 El hijo sabio atiende a la corrección de su padre,
pero el insolente no hace caso a la reprensión.
2 Quien habla el bien, del bien se nutre,
pero el infiel padece hambre de violencia.
3 El que refrena su lengua protege su vida,
pero el ligero de labios provoca su ruina.
4 El perezoso codicia y no satisface sus anhelos;
el diligente prospera en todo lo que anhela.
5 El justo aborrece la mentira;
el malvado acarrea vergüenza y deshonra.
6 La justicia protege al que anda en integridad,
pero la maldad arruina al pecador.
7 Hay quien pretende ser rico y no tiene nada;
hay quien parece ser pobre y todo lo tiene.
8 Con su riqueza el rico pone a salvo su vida,
pero al pobre no hay quien lo reprenda.
9 La luz de los justos brilla radiante,
pero los malvados son como lámpara apagada.
10 El orgullo solo genera contiendas,
pero la sabiduría está con quienes oyen consejos.
11 El dinero mal habido pronto se acaba;
quien ahorra, poco a poco se enriquece.
12 La esperanza que se demora aflige al corazón;
el deseo cumplido es un árbol de vida.
13 Quien se burla de la instrucción tendrá su merecido;
quien respeta el mandamiento tendrá su recompensa.
14 La enseñanza de los sabios es fuente de vida
y libera de los lazos de la muerte.
15 El buen juicio redunda en aprecio,
pero el camino del infiel lo lleva a su destrucción.[a]
16 El prudente actúa con cordura,
pero el necio se jacta de su necedad.
17 El mensajero malvado se mete en problemas;
el enviado confiable trae sanidad.
18 El que desprecia la disciplina sufre pobreza y deshonra;
el que atiende la corrección recibe grandes honores.
19 El deseo cumplido endulza el alma,
pero el necio detesta alejarse del mal.
20 El que con sabios anda, sabio se vuelve;
el que con necios se junta, saldrá mal parado.
21 Al pecador lo persigue el mal
y al justo lo recompensa el bien.
22 El hombre de bien deja herencia a sus nietos;
las riquezas del pecador se quedan para los justos.
23 En el campo del pobre hay abundante comida,
pero esta se pierde donde hay injusticia.
24 No corregir al hijo es no quererlo;
amarlo es disciplinarlo a tiempo.
25 El justo come hasta quedar saciado,
pero el malvado se queda con hambre.
14 La mujer sabia edifica su casa;
la necia, con sus manos la destruye.
2 El que va por buen camino teme al Señor;
el que va por malos caminos lo desprecia.
3 De la boca del necio brota arrogancia;
los labios del sabio son su propia protección.
4 Donde no hay bueyes el granero está vacío;
con la fuerza del buey aumenta la cosecha.
5 El testigo veraz jamás miente;
el testigo falso propaga mentiras.
6 El insolente busca sabiduría y no la halla;
para el entendido, el conocimiento es cosa fácil.
7 Mantente a distancia del necio,
pues en sus labios no hallarás conocimiento.
8 La sabiduría del prudente es discernir sus caminos,
pero al necio lo engaña su propia necedad.
9 Los necios hacen mofa de sus propias faltas,
pero entre los íntegros hay buena voluntad.
10 Cada corazón conoce sus propias amarguras,
y ningún extraño comparte su alegría.
11 La casa del malvado será destruida,
pero la morada del justo prosperará.
12 Hay un camino que al hombre le parece recto,
pero acaba por ser camino de muerte.
13 Hasta de reírse duele el corazón
y hay alegrías que acaban en tristezas.
14 El inconstante recibirá todo el pago de su inconstancia;
el hombre bueno, el premio de sus acciones.
15 El inexperto cree todo lo que le dicen;
el prudente se fija por dónde va.
16 El sabio teme al Señor y se aparta del mal,
pero el necio es arrogante y se pasa de confiado.
17 El iracundo actúa neciamente
y el malvado es odiado.
18 Herencia de los inexpertos es la necedad;
corona de los prudentes, el conocimiento.
19 Los malvados se postrarán ante los buenos;
los impíos, ante las puertas de los justos.
20 Al pobre hasta sus amigos lo aborrecen,
pero son muchos los que aman al rico.
21 Es un pecado despreciar al prójimo;
¡dichoso el que se compadece de los pobres!
22 Pierden el camino los que planean el mal,
pero hallan amor y verdad los que hacen el bien.
23 Todo esfuerzo tiene su recompensa,
pero quedarse en las palabras solamente, lleva a la pobreza.
24 La corona del sabio es su riqueza;
la de los necios, su necedad.
25 El testigo veraz salva vidas,
pero el testigo falso miente.
26 El temor del Señor es un baluarte seguro
que sirve de refugio a los hijos.
27 El temor del Señor es fuente de vida
y libera de los lazos de la muerte.
28 Gloria del rey es gobernar a una gran población;
un príncipe sin súbditos está arruinado.
29 El que es paciente muestra gran inteligencia;
el que es agresivo muestra mucha insensatez.
30 El corazón tranquilo da vida al cuerpo,
pero la envidia carcome los huesos.
31 El que oprime al pobre ofende a su Creador,
pero honra a Dios quien se apiada del necesitado.
32 El malvado cae por su propia maldad;
el justo, aun en su muerte, halla refugio en Dios.[b]
33 En el corazón de los entendidos mora la sabiduría,
pero los necios ni siquiera la conocen.[c]
34 La justicia enaltece a una nación,
pero el pecado deshonra a todos los pueblos.
35 El rey favorece al siervo inteligente,
pero descarga su ira sobre el sinvergüenza.
15 La respuesta amable calma la ira,
pero la agresiva provoca el enojo.
2 La lengua de los sabios adorna el conocimiento;[d]
la boca de los necios escupe necedades.
3 Los ojos del Señor están en todo lugar,
vigilando a los buenos y a los malos.
4 La lengua que brinda alivio[e] es árbol de vida;
la lengua perversa deprime el espíritu.
5 El necio desprecia la corrección de su padre;
el que la acepta demuestra prudencia.
6 En la casa del justo hay gran abundancia;
en las ganancias del malvado, grandes problemas.
7 Los labios de los sabios esparcen conocimiento;
el corazón de los necios ni piensa en ello.
8 El Señor aborrece los sacrificios de los malvados,
pero se complace en la oración de los justos.
9 El Señor aborrece el camino de los malvados,
pero ama a quienes siguen la justicia.
10 Para el descarriado, disciplina severa;
para el que aborrece la corrección, la muerte.
12 Al insolente no le gusta que lo corrijan
ni busca la compañía de los sabios.
13 El corazón alegre se refleja en el rostro,
el corazón dolido deprime el espíritu.
14 El corazón entendido va tras el conocimiento;
la boca de los necios se nutre de tonterías.
15 Para el afligido todos los días son malos;
para el que es feliz, todos son de fiesta.
16 Más vale tener poco, con temor del Señor,
que muchas riquezas con grandes angustias.
17 Más vale comer verduras sazonadas con amor
que toro engordado con odio.
18 El que es iracundo provoca contiendas;
el que es paciente las apacigua.
19 El camino del perezoso está plagado de espinas,
pero la senda del justo es como una calzada.
20 El hijo sabio alegra a su padre;
el hijo necio menosprecia a su madre.
21 Al necio le divierte su falta de juicio;
el entendido endereza sus propios pasos.
22 Cuando falta el consejo, fracasan los planes;
cuando abunda el consejo, prosperan.
23 Es muy grato dar la respuesta adecuada
y, cuando es oportuna, aún es más grato.
24 El sabio sube por el sendero de vida,
para librarse de caer en los dominios de la muerte.[h]
25 El Señor derriba la casa de los soberbios,
pero mantiene intactos los linderos de las viudas.
26 El Señor aborrece los planes de los malvados,
pero se complace en las palabras puras.
27 El ambicioso acarrea mal sobre su familia;
el que aborrece el soborno vivirá.
28 El corazón del justo medita sus respuestas,
pero la boca del malvado rebosa de maldad.
29 El Señor se mantiene lejos de los impíos,
pero escucha las oraciones de los justos.
30 Una mirada radiante alegra el corazón
y las buenas noticias renuevan los huesos.
31 El que atiende a la reprensión que da vida,
habitará entre los sabios.
32 El que rechaza la corrección se desprecia a sí mismo;
el que la atiende gana entendimiento.
33 El temor del Señor imparte sabiduría;
la humildad precede a la honra.
Footnotes
- 13:15 Según la LXX y Siríaca; el significado de la frase en el texto hebreo es incierto.
- 14:32 en Dios; en su propia piedad (LXX y Siríaca).
- 14:33 los necios … conocen (LXX y Siríaca); los necios la conocen (TM).
- 15:2 adorna el conocimiento (LXX); hace bien al conocimiento (TM).
- 15:4 que brinda alivio. Lit. que sana.
- 15:11 Muerte. Lit. Seol.
- 15:11 Destrucción. Lit. el Abadón.
- 15:24 en los dominios de la muerte. Lit. en el Seol.
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