Job 33
Reina-Valera 1995
Eliú censura a Job
33 »Por tanto, Job, oye ahora mis razones,
escucha todas mis palabras.
2 Yo abriré ahora mi boca
y mi lengua hablará en mi garganta.
3 Mis razones declararán la rectitud de mi corazón,
y lo que saben mis labios, lo dirán con sinceridad.
4 El espíritu de Dios me hizo
y el soplo del Omnipotente me dio vida.
5 Respóndeme, si puedes;
ordena tus palabras, ponte en pie.
6 Heme aquí a mí, en presencia de Dios, lo mismo que tú:
del barro fui yo también formado.
7 Por eso, mi terror no te espantará
ni mi mano pesará sobre ti.
8 »De cierto tú has dicho a oídos míos
y yo oí la voz de tus palabras que decían:
9 “Yo soy puro y sin defecto;
soy inocente y no hay maldad en mí.
10 Dios ha buscado reproches contra mí
y me tiene por su enemigo.
11 Ha puesto mis pies en el cepo
y vigila todas mis sendas.”
12 »Pues bien, en esto no has hablado con razón,
y yo te respondo que Dios es mayor que el hombre.
13 ¿Por qué contiendes contra él,
si él no da cuenta de ninguna de sus razones?
14 Aunque lo cierto es que Dios habla de una u otra manera,
pero el hombre no lo entiende.
15 Por sueños, en visión nocturna,
cuando el sueño cae sobre los hombres,
cuando se duermen en el lecho,
16 entonces se revela él al oído del hombre
y le confirma su instrucción,
17 para separar al hombre de su obra
y apartar del varón la soberbia,
18 para librar su alma del sepulcro
y su vida de perecer a espada.
19 »También en su cama es castigado el hombre
con fuerte dolor en sus huesos.
20 Entonces su vida aborrece el pan
y su alma la comida suave.
21 Su carne desfallece y desaparece a la vista,
y aparecen sus huesos, que antes no se veían.
22 Su alma se acerca al sepulcro
y su vida a los que causan la muerte.
23 »Pero si el hombre tiene a su lado
algún elocuente mediador, muy escogido,
para anunciarle su deber
24 y decirle que Dios tiene de él misericordia,
que lo libra de descender al sepulcro,
que hay redención para él,
25 entonces será su carne más tierna que la de un niño
y volverá a los días de su juventud.
26 Entonces orará a Dios y obtendrá su favor.
Verá su faz con júbilo,
y él restaurará al hombre su justicia.
27 Porque él mira sobre los hombres, y si uno dice:
“He pecado y he pervertido lo recto,
pero de nada me ha aprovechado”,
28 Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro,
y su vida se verá en luz.
29 »Todas estas cosas hace Dios
dos y tres veces con el hombre,
30 para apartar su alma del sepulcro
y para iluminarlo con la luz de los vivientes.
31 Escucha, Job, óyeme;
calla, y yo hablaré.
32 Si tienes razones, respóndeme;
habla, porque yo te quiero justificar.
33 Y si no, escúchame tú a mí;
calla, y te enseñaré sabiduría.»
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