Isaías 14
Reina-Valera 1995
El rey de Babilonia, objeto de burla
14 Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, de nuevo escogerá a Israel y lo hará reposar en su tierra. A ellos se unirán extranjeros, que se agregarán a la familia de Jacob. 2 Los pueblos los tomarán y los llevarán a su lugar, y la casa de Israel los poseerá como siervos y criadas en la tierra de Jehová. Cautivarán así a los que los cautivaron y señorearán sobre los que los oprimieron.
3 En el día en que Jehová te dé reposo de tu trabajo, de tus temores y de la dura servidumbre en que te hicieron servir, 4 pronunciarás este proverbio contra el rey de Babilonia y dirás:
«¡Cómo acabó el opresor!
¡Cómo ha acabado la ciudad codiciosa de oro!
5 Quebrantó Jehová el bastón de los impíos,
el cetro de los señores:
6 el que hería a los pueblos con furor,
con llaga permanente,
el que se enseñoreaba de las naciones con ira
y las perseguía con crueldad.
7 Toda la tierra está en reposo y en paz.
Se cantaron alabanzas.
8 Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti,
y los cedros del Líbano,
diciendo: “Desde que tú pereciste,
no ha subido cortador contra nosotros.”
9 El seol abajo
se espantó de ti;
despertó a los muertos
para que en tu venida salieran a recibirte;
hizo levantar de sus sillas a todos los grandes de la tierra,
a todos los reyes de las naciones.
10 Todos ellos darán voces y te dirán:
“¿Tú también te debilitaste como nosotros
y llegaste a ser como nosotros?”
11 Descendió al seol tu soberbia
y el sonido de tus arpas;
gusanos serán tu cama
y gusanos te cubrirán.
12 ¡Cómo caíste del cielo,
Lucero, hijo de la mañana!
Derribado fuiste a tierra,
tú que debilitabas a las naciones.
13 Tú que decías en tu corazón:
“Subiré al cielo.
En lo alto, junto a las estrellas de Dios,
levantaré mi trono
y en el monte del testimonio me sentaré,
en los extremos del norte;
14 sobre las alturas de las nubes subiré
y seré semejante al Altísimo.”
15 Mas tú derribado eres hasta el seol,
a lo profundo de la fosa.
16 Se inclinarán hacia ti los que te vean;
te contemplarán, diciendo:
“¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra,
que trastornaba los reinos,
17 que puso el mundo como un desierto,
que asoló sus ciudades,
que a sus presos nunca les abrió la cárcel?”
18 Todos los reyes de la tierra, todos ellos,
yacen con honra
cada uno en su última morada.
19 Pero tú echado eres de tu sepulcro
como un vástago abominable,
como un vestido de muertos
pasados a espada,
que descendieron al fondo de la fosa,
como un cadáver pisoteado.
20 No serás contado con ellos en la sepultura,
porque tú destruiste tu tierra,
mataste a tu pueblo.
No será nombrada por siempre
la descendencia de los malignos.
21 Preparad a sus hijos para el matadero
por la maldad de sus padres;
que no se levanten ni posean la tierra
ni llenen de ciudades la faz del mundo.»
22 «Porque yo me levantaré contra ellos»,
dice Jehová de los ejércitos,
«y raeré de Babilonia
el nombre y el sobreviviente, hijo y nieto»,
dice Jehová.
23 «Y la convertiré en posesión de erizos
y en tierra cenagosa.
La barreré con escobas de destrucción»,
dice Jehová.
Profecía sobre la destrucción de Asiria
24 Jehová de los ejércitos juró diciendo:
«Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado;
se confirmará como lo he determinado:
25 quebrantaré al asirio en mi tierra
y en mis montes lo pisotearé;
su yugo será apartado de ellos
y su carga será quitada de su hombro.
26 Éste es el plan acordado
contra toda la tierra,
y ésta es la mano extendida
contra todas las naciones.»
27 Jehová de los ejércitos lo ha determinado,
¿y quién lo impedirá?
Y su mano extendida,
¿quién la hará retroceder?
Profecía contra Filistea
28 El año en que murió el rey Acaz, vino esta profecía:
29 No te alegres tú, toda Filistea,
por haberse quebrado la vara del que te hería;
porque de la raíz de la culebra saldrá una víbora,
y su fruto será una serpiente voladora.
30 Los primogénitos de los pobres serán apacentados
y los necesitados se acostarán confiados;
mas yo haré morir de hambre tu raíz
y destruiré lo que quede de ti.
31 ¡Aúlla, puerta! ¡Clama, ciudad!
¡Disuelta estás por entero, Filistea!,
porque como un humo viene del norte,
y ni uno solo faltará de sus filas.
32 ¿Y qué se responderá a los mensajeros de las naciones?
Que Jehová fundó a Sión
y que a ella se acogerán los afligidos de su pueblo.
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