Ezequiel 31-33
Reina-Valera 1995
31 Aconteció en el año undécimo, en el mes tercero, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2 «Hijo de hombre, di al faraón, rey de Egipto, y a su pueblo:
»“¿A quién te comparaste en tu grandeza?
3 He aquí era el asirio
un cedro en el Líbano,
de hermosas ramas,
frondoso ramaje y gran altura:
su copa llegaba hasta las nubes.
4 Las aguas lo hicieron crecer,
lo encumbró el abismo;
sus ríos corrían
alrededor de su pie,
y a todos los árboles del campo
enviaba sus corrientes.
5 Por tanto, se encumbró su altura
sobre todos los árboles del campo
y se multiplicaron sus ramas,
y a causa de las muchas aguas
se extendió el ramaje
que había echado.
6 En sus ramas hacían nido
todas las aves del cielo,
debajo de su ramaje parían
todas las bestias del campo
y a su sombra habitaban
muchas naciones.
7 Se hizo, pues, hermoso en su grandeza
con la extensión de sus ramas,
porque su raíz estaba
junto a aguas abundantes.
8 Los cedros no lo superaron
en el huerto de Dios;
los cipreses no fueron semejantes a sus ramas
ni los castaños fueron semejantes a su ramaje;
ningún árbol en el huerto de Dios
fue semejante a él en hermosura.
9 Lo hice hermoso
con la multitud de sus ramas,
y todos los árboles del Edén,
que estaban en el huerto de Dios,
tuvieron de él envidia.
10 »”Por tanto, así dijo Jehová, el Señor: Ya que por ser encumbrado en altura y haber levantado su copa entre las nubes, su corazón se elevó con su altura, 11 yo lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de cierto lo tratará según su maldad. Yo lo he desechado. 12 Lo destruirán extranjeros, y los poderosos de las naciones lo derribarán. Sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles; por todos los arroyos de la tierra será quebrado su ramaje. Todos los pueblos de la tierra se irán de su sombra, y lo abandonarán. 13 Sobre su tronco caído habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo, 14 para que no se exalten en su altura todos los árboles que crecen junto a las aguas, ni levanten su copa entre la espesura, ni confíen en su altura todos los que beben aguas; porque todos están destinados a la muerte, a lo profundo de la tierra, entre los hijos de los hombres, junto con los que descienden a la fosa.
15 »”Así ha dicho Jehová, el Señor: El día que descendió al seol, hice guardar luto, y que se cubriera por él el abismo. Detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron detenidas. Por él cubrí de tinieblas el Líbano, y todos los árboles del campo se desmayaron. 16 Con el estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando las hice descender al seol con todos los que descienden a la sepultura. Y todos los árboles escogidos del Edén, los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron consolados en lo profundo de la tierra. 17 También ellos descendieron con él al seol, con los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que estuvieron a su sombra en medio de las naciones.
18 »”¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles del Edén? Pues derribado serás con los árboles del Edén en lo profundo de la tierra; entre los incircuncisos yacerás, con los muertos a espada. Éste es el faraón y todo su pueblo, dice Jehová, el Señor.”»
32 Aconteció en el año duodécimo, en el mes duodécimo, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2 «Hijo de hombre, entona una lamentación por el faraón, rey de Egipto, y dile:
»“A leoncillo de naciones eres semejante,
y eres como el dragón en los mares;
pues secabas tus ríos,
enturbiabas las aguas con tus pies
y pisoteabas sus riberas.
3 »”Así ha dicho Jehová, el Señor: Yo extenderé sobre ti mi red con la reunión de muchos pueblos, y te harán subir con mi red.
4 »”Te echaré por tierra,
te echaré sobre la faz del campo,
haré que se posen sobre ti
todas las aves del cielo,
y saciaré de ti
a todas las fieras de la tierra.
5 Pondré tus carnes sobre los montes
y llenaré los valles con tus cadáveres.
6 Regaré con tu sangre la tierra donde nadas,
hasta los montes,
y los arroyos se llenarán de ti.
7 Cuando te haya extinguido,
cubriré los cielos y haré oscurecer sus estrellas;
el sol cubriré con nublado
y la luz de la luna no resplandecerá.
8 Haré que por ti se oscurezcan
todos los astros brillantes del cielo,
y pondré tinieblas sobre tu tierra”,
dice Jehová, el Señor.
9 »Entristeceré el corazón de muchos pueblos cuando lleve al cautiverio a los tuyos entre las naciones, por los países que no has conocido. 10 Dejaré atónitos por ti a muchos pueblos, y sus reyes tendrán horror grande a causa de ti, cuando haga resplandecer mi espada ante sus rostros; y todos temblarán a cada instante en el día de tu caída, 11 porque así ha dicho Jehová, el Señor:
»La espada del rey de Babilonia vendrá sobre ti.
12 Con espadas de fuertes haré que caiga tu pueblo;
todos ellos serán los poderosos de las naciones.
Destruirán la soberbia de Egipto
y toda su multitud será deshecha.
13 Todas sus bestias destruiré
de sobre las muchas aguas;
ya no las enturbiará
ni pie de hombre ni pezuña de bestia.
14 Entonces haré asentarse sus aguas
y haré correr sus ríos como aceite,
dice Jehová, el Señor.
15 Cuando deje asolado el país de Egipto,
y el país quede despojado de todo cuanto hay en él;
cuando mate a todos los que en él moran,
sabrán que yo soy Jehová.
16 »Ésta es la lamentación que cantarán. Las hijas de las naciones la cantarán; entonarán la lamentación por Egipto y por toda la multitud, dice Jehová, el Señor.»
17 Aconteció en el año duodécimo, a los quince días del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 18 «Hijo de hombre, entona una lamentación por la multitud de Egipto; y despéñalo a él y a las hijas de las naciones poderosas, a lo profundo de la tierra, con los que descienden a la sepultura.
19 “¿Acaso eres más hermoso que los otros?
¡Pues desciende y yace en la fosa con los incircuncisos!”
20 »Entre los muertos a espada caerá;
a la espada es entregado.
¡Traedlo a él y a todos sus pueblos!
21 De en medio del seol le hablarán los fuertes de los fuertes,
junto con sus aliados,
los que descendieron y yacen con los incircuncisos muertos a espada.
22 »Allí está Asiria con toda su multitud;
a su alrededor están sus sepulcros;
todos ellos cayeron muertos a espada.
23 Sus sepulcros fueron puestos a los lados de la fosa,
y su gente está por los alrededores de su sepulcro;
todos ellos cayeron muertos a espada,
los que sembraron el terror en la tierra de los vivientes.
24 »Allí está Elam con toda su multitud
por los alrededores de su sepulcro.
Todos ellos cayeron muertos a espada
y descendieron incircuncisos a lo más profundo de la tierra,
porque sembraron su terror en la tierra de los vivientes,
mas llevaron su ignominia con los que descienden al sepulcro.
25 En medio de los muertos le pusieron lecho,
con toda su multitud;
a sus alrededores están sus sepulcros;
todos ellos incircuncisos, muertos a espada,
porque fue puesto su espanto en la tierra de los vivientes,
mas llevaron su ignominia con los que descienden al sepulcro;
él fue puesto en medio de los muertos.
26 »Allí están Mesec y Tubal, con toda su multitud;
a sus alrededores están sus sepulcros;
todos ellos incircuncisos, muertos a espada,
porque habían sembrado su terror en la tierra de los vivientes.
27 No yacerán con los fuertes de los incircuncisos que cayeron,
los que descendieron al seol con sus armas de guerra
y sus espadas puestas debajo de sus cabezas;
mas sus maldades estarán sobre sus huesos, por cuanto fueron el terror de los fuertes en la tierra de los vivientes.
28 Tú, pues, serás quebrantado entre los incircuncisos
y yacerás con los muertos a espada.
29 »Allí está Edom, con sus reyes y todos sus príncipes,
quienes con su poderío fueron puestos con los muertos a espada;
ellos yacerán con los incircuncisos,
con los que descienden al sepulcro.
30 »Allí están los gobernantes del norte, todos ellos,
y todos los sidonios, que con su terror descendieron con los muertos;
avergonzados de su poderío,
yacen también incircuncisos con los muertos a espada
y comparten su ignominia con los que descienden al sepulcro.
31 »A estos verá el faraón, y se consolará sobre toda su multitud: al faraón muerto a espada, y todo su ejército, dice Jehová, el Señor. 32 Porque puse mi terror en la tierra de los vivientes, también el faraón y toda su multitud yacerán entre los incircuncisos, con los muertos a espada, dice Jehová, el Señor.»
El deber del atalaya(A)
33 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2 «Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: “Cuando traiga yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tome a un hombre de su territorio y lo ponga por centinela, 3 y él vea venir la espada sobre la tierra, y toque la trompeta y avise al pueblo, 4 cualquiera que oiga el sonido de la trompeta y no se prepare, y viniendo la espada lo hiera, su sangre será sobre su cabeza. 5 El sonido de la trompeta oyó, pero no se preparó: su sangre será sobre él; pero el que se prepare, salvará su vida. 6 Pero si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta, y el pueblo no se prepara, y viniendo la espada, hiere a alguno de ellos, éste fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del centinela.
7 »”A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel: tú oirás la palabra de mi boca y los amonestarás de mi parte. 8 Cuando yo diga al impío: ‘¡Impío, de cierto morirás!’, si tú no hablas para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero yo demandaré su sangre de tu mano. 9 Pero si tú avisas al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se aparta de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida.”»
El camino de Dios es justo(B)
10 «Tú, pues, hijo de hombre, di a la casa de Israel: “Vosotros habéis hablado así, diciendo: ‘Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos: ¿cómo, pues, viviremos?’ 11 Diles: Vivo yo, dice Jehová, el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino y que viva. ¡Volveos, volveos de vuestros malos caminos! ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel? 12 Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebele; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se vuelva de su impiedad. El justo no podrá vivir por su justicia el día que peque. 13 Cuando yo diga al justo: ¡De cierto vivirás!, pero él, confiado en su justicia, actúe con iniquidad, ninguna de sus justicias será recordada, sino que morirá por la iniquidad cometida. 14 Y cuando yo diga al impío: ¡De cierto morirás!, si él se convierte de su pecado y actúa conforme al derecho y la justicia, 15 si el impío restituye la prenda robada, devuelve lo que haya robado y camina en los estatutos de la vida, sin cometer iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá. 16 No se le recordará ninguno de los pecados que había cometido; actuó conforme al derecho y la justicia, y vivirá ciertamente.
17 »”Luego dirán los hijos de tu pueblo: ‘¡No es recto el camino del Señor!’ ¡El camino de ellos es el que no es recto! 18 Cuando el justo se aparte de su justicia y cometa iniquidad, morirá por ello. 19 Y cuando el impío se aparte de su impiedad y actúe conforme al derecho y la justicia, vivirá por ello. 20 Pero vosotros habéis dicho: ‘No es recto el camino del Señor.’ Yo os juzgaré, casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos.”»
Noticias de la caída de Jerusalén
21 Aconteció en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, a los cinco días del mes, que vino a mí un fugitivo de Jerusalén, diciendo: «¡La ciudad ha sido conquistada!» 22 Y la mano de Jehová había sido sobre mí la tarde antes de llegar el fugitivo, y había abierto mi boca, hasta que vino a mí por la mañana; y abrió mi boca, y ya no estuve callado por más tiempo.
23 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 24 «Hijo de hombre, los que habitan aquellos lugares asolados en la tierra de Israel, hablan diciendo: “Abraham era uno, y poseyó la tierra; pues nosotros somos muchos; a nosotros nos es dada la tierra en posesión.” 25 Por tanto, diles: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Coméis con sangre, a vuestros ídolos alzáis vuestros ojos y derramáis sangre, ¿y poseeréis vosotros la tierra? 26 Estáis sobre vuestras espadas, hacéis abominación y contamináis cada cual a la mujer de su prójimo, ¿y habréis de poseer vosotros la tierra?” 27 Les dirás: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Vivo yo, que los que están en aquellos lugares asolados caerán a espada, y al que está sobre la faz del campo entregaré a las fieras para que lo devoren; y los que están en las fortalezas y en las cuevas, de peste morirán. 28 Convertiré la tierra en soledad y desolación, y cesará la soberbia de su poderío; y los montes de Israel serán asolados hasta que no haya quien pase. 29 Y sabrán que yo soy Jehová, cuando convierta la tierra en soledad y desolación, por todas las abominaciones que han hecho.”
30 »En cuanto a ti, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo se mofan de ti junto a las paredes y a las puertas de las casas, y habla el uno con el otro, cada uno con su hermano, diciendo: “¡Venid ahora, y oíd qué palabra viene de Jehová!” 31 Y vienen a ti como viene el pueblo, y están delante de ti como pueblo mío. Oyen tus palabras, pero no las ponen por obra, antes hacen halagos con sus bocas y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. 32 Y tú eres para ellos como un cantor de amores, de hermosa voz y que canta bien. Ellos oyen tus palabras, pero no las ponen por obra. 33 Sin embargo, cuando eso llegue (y ya está llegando), sabrán que en medio de ellos hubo un profeta.»
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