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Como los montes rodean a Jerusalén,
así el Señor rodea a su pueblo(A)
desde ahora y para siempre(B).
Pues el cetro de la impiedad(C) no descansará sobre la tierra[a] de los justos,
para que los justos no extiendan sus manos para hacer el mal(D).

Haz bien, Señor, a los buenos(E),
y a los rectos de corazón(F).

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Footnotes

  1. Salmos 125:3 Lit., suerte o heredad

Como rodean los montes a Jerusalén,
    así rodea el Señor a su pueblo,
    desde ahora y para siempre.

No prevalecerá el poder de los malvados
    sobre la heredad asignada a los justos,
para que nunca los justos extiendan
    sus manos hacia la maldad.

Haz bien, Señor, a los que son buenos,
    a los rectos de corazón.

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Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella,

Así Jehová está alrededor de su pueblo

Desde ahora y para siempre.

Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos;

No sea que extiendan los justos sus manos a la iniquidad.

Haz bien, oh Jehová, a los buenos,

Y a los que son rectos en su corazón.

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