Salmos 123
La Biblia de las Américas
Oración pidiendo ayuda del Señor
Cántico de ascenso gradual[a].
123 A ti levanto mis ojos(A),
¡oh tú que reinas[b] en los cielos(B)!
2 He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de su señor(C),
como los ojos de la sierva a la mano de su señora,
así nuestros ojos miran al Señor nuestro Dios(D)
hasta que se apiade de nosotros.
3 Ten piedad de nosotros, oh Señor, ten piedad de nosotros(E),
porque muy hartos estamos de desprecio(F).
4 Harta en extremo está nuestra alma
del escarnio(G) de los que están en holgura(H),
y del desprecio de los soberbios(I).
Footnotes
- Salmos 123:1 Véase la nota al subtítulo del Salmo 120
- Salmos 123:1 Lit., que estás sentado o habitas
Números 16:36-50
La Biblia de las Américas
36 [a]Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 37 Di a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que levante los incensarios de en medio de la hoguera, pues son santos; y esparce allí las brasas[b]. 38 En cuanto a los incensarios de estos que han pecado a costa de sus vidas[c], que se hagan de ellos láminas batidas para cubrir el altar, puesto que los presentaron ante el Señor y son santos; y serán por señal a los hijos de Israel(A). 39 El sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce que habían presentado los que fueron quemados, y a martillo los hicieron una cubierta para el altar, 40 como recordatorio[d] para los hijos de Israel de que ningún laico[e], que no fuera descendiente[f] de Aarón, debería acercarse(B) a quemar incienso delante del Señor(C), para que no le sucediera como a Coré y a su grupo, tal como el Señor se lo había dicho por medio[g] de Moisés.
Plaga mortal por causa de las quejas del pueblo
41 Pero al día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón(D), diciendo: Vosotros sois los que habéis sido la causa de la muerte del pueblo del Señor. 42 Sucedió, sin embargo, que cuando la congregación se había juntado contra Moisés y Aarón, se volvieron hacia la tienda de reunión, y he aquí, la nube la cubría y la gloria del Señor apareció(E). 43 Y Moisés y Aarón fueron al frente de la tienda de reunión, 44 y el Señor habló a Moisés, diciendo: 45 Apartaos[h] de en medio de esta congregación, para que yo la destruya[i] en un instante(F). Entonces ellos cayeron sobre sus rostros. 46 Y Moisés le dijo a Aarón: Toma tu incensario y pon en él fuego del altar, y echa incienso en él; tráelo entonces pronto a la congregación y haz expiación(G) por ellos, porque la ira(H) ha salido de parte del Señor. ¡La plaga ha comenzado! 47 Aarón lo tomó como Moisés le había dicho, y corrió hacia el medio de la asamblea, pues he aquí que la plaga ya había comenzado entre el pueblo. Y echó el incienso e hizo expiación(I) por el pueblo. 48 Y se colocó entre los muertos y los vivos, y la plaga se detuvo. 49 Y los que murieron a causa de la plaga(J) fueron catorce mil setecientos, sin contar los que murieron por causa de Coré(K). 50 Después Aarón regresó a Moisés a la puerta de la tienda de reunión, pues la plaga había sido detenida.
Read full chapterFootnotes
- Números 16:36 En el texto heb., cap. 17:1
- Números 16:37 Lit., el fuego
- Números 16:38 Lit., estos pecadores contra su vida
- Números 16:40 O, memorial
- Números 16:40 Lit., extraño
- Números 16:40 Lit., simiente
- Números 16:40 Lit., mano
- Números 16:45 O, Levantaos
- Números 16:45 O, los consuma
Romanos 4:13-25
La Biblia de las Américas
La promesa cumplida por la fe
13 Porque la promesa a Abraham o a su descendencia[a](A) de que él sería heredero del mundo, no fue hecha por medio de la ley, sino por medio de la justicia de la fe(B). 14 Porque si los que son de la ley son herederos, vana resulta la fe y anulada la promesa(C); 15 porque la ley produce ira, pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión(D). 16 Por eso es por[b] fe, para que esté de acuerdo con la gracia(E), a fin de que la promesa sea firme para toda la posteridad[c], no solo a los que son[d] de la ley, sino también a los que son[e] de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros(F) 17 (como está escrito: Te he hecho padre de muchas naciones(G)) delante de aquel en quien creyó, es decir Dios, que da vida a los muertos(H) y llama(I) a las cosas que no existen, como si existieran(J). 18 Él creyó en esperanza contra esperanza, a fin de llegar a ser padre de muchas naciones(K), conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia[f](L). 19 Y sin debilitarse en la fe contempló su propio cuerpo, que ya estaba como muerto(M) puesto que tenía como cien años(N), y la esterilidad[g] de la matriz de Sara(O); 20 sin embargo, respecto a la promesa de Dios, Abraham no titubeó con incredulidad, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios(P), 21 y estando plenamente convencido(Q) de que lo que Dios había prometido, poderoso era[h] también para cumplirlo(R). 22 Por lo cual también su fe le fue contada por justicia(S).
Justificación para todos los que creen
23 Y no solo por él fue escrito(T) que le fue contada, 24 sino también por nosotros, a quienes será contada: como los que creen en aquel que levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor(U), 25 el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones(V) y resucitado para nuestra justificación(W).
Read full chapterFootnotes
- Romanos 4:13 Lit., simiente
- Romanos 4:16 O, de
- Romanos 4:16 Lit., simiente
- Romanos 4:16 Lit., lo que es
- Romanos 4:16 Lit., lo que es
- Romanos 4:18 Lit., simiente
- Romanos 4:19 Lit., lo muerto
- Romanos 4:21 Lit., es
Mateo 20:1-16
La Biblia de las Américas
Parábola de los obreros de la viña
20 Porque el reino de los cielos(A) es semejante a un hacendado[a] que salió muy de mañana para contratar obreros para su viña(B). 2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario[b] al día, los envió a su viña. 3 Y salió como a la hora tercera[c], y vio parados en la plaza a otros que estaban sin trabajo; 4 y a estos les dijo: «Id también vosotros a la viña, y os daré lo que sea justo». Y ellos fueron. 5 Volvió a salir como a la hora sexta y a la novena[d], e hizo lo mismo. 6 Y saliendo como a la hora undécima[e], encontró a otros parados, y les dijo*: «¿Por qué habéis estado aquí parados todo el día sin trabajar?». 7 Ellos le dijeron*: «Porque nadie nos contrató». Él les dijo*: «Id también vosotros a la viña». 8 Y al atardecer(C), el señor de la viña dijo* a su mayordomo(D): «Llama a los obreros y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta los primeros». 9 Cuando llegaron los que habían sido contratados como a la hora undécima, cada uno recibió un denario. 10 Y cuando llegaron los que fueron contratados primero, pensaban que recibirían más; pero ellos también recibieron un denario cada uno. 11 Y al recibirlo, murmuraban contra el hacendado[f], 12 diciendo: «Estos últimos han trabajado solo una hora, pero los has hecho iguales a nosotros que hemos soportado el peso y el calor abrasador del día(E)». 13 Pero respondiendo él, dijo a uno de ellos: «Amigo(F), no te hago ninguna injusticia; ¿no conviniste conmigo en un denario? 14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero yo quiero darle a este último lo mismo que a ti. 15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo que es mío? ¿O es tu ojo malo(G) porque yo soy bueno?». 16 Así, los últimos serán primeros, y los primeros, últimos(H).
Read full chapterFootnotes
- Mateo 20:1 Lit., un hombre, dueño de casa
- Mateo 20:2 Un denario valía aprox. 4 gramos de plata, o el equivalente al salario de un día
- Mateo 20:3 I.e., las nueve de la mañana
- Mateo 20:5 I.e., las doce del día, y las tres de la tarde
- Mateo 20:6 I.e., las cinco de la tarde
- Mateo 20:11 Lit., dueño de casa
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