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El Señor ha hecho bien a su siervo

Amo al SEÑOR
    porque escucha mis oraciones;
me escucha cuando le pido ayuda.
    Por eso le seguiré pidiendo toda mi vida.
La muerte me enredó con sus cuerdas,
    el lugar de los muertos ya me estaba encerrando.
    Estaba yo lleno de angustias y sufrimientos.
Entonces llamé al SEÑOR y le pedí ayuda.
    Dije: «¡SEÑOR, sálvame, te lo ruego!»

El SEÑOR es compasivo y justo;
    nuestro Dios es misericordioso.
El SEÑOR protege a la gente sencilla;
    me quedé sin fuerzas y él me salvó.
Me dijo a mi mismo: «Confía de nuevo en Dios»,
    que el SEÑOR ha sido bueno contigo.

Dios mío, tú me salvaste de la muerte;
    secaste las lágrimas de mis ojos
    y no me dejaste caer.
Seguiré haciendo lo que le agrada al SEÑOR
    aquí en la tierra de los vivos.
10 Aunque pensaba: «Qué desgraciado soy»,
    seguí creyendo en él.
11 Desesperado pensaba
    que todos los seres humanos son unos mentirosos.

12 ¿Cómo le puedo pagar al SEÑOR
    por todo el bien que me ha hecho?
13 Él me salvó, así que brindaré por él,
    y alabaré el nombre del SEÑOR.
14 Cumpliré frente a todo el mundo
    las promesas que le hice al SEÑOR.
15 Para el SEÑOR es muy dolorosa
    la muerte de uno de sus fieles.
16 SEÑOR, yo soy tu siervo,
    hijo de una sierva tuya.
    Tú has roto mis cadenas.
17 Te haré mi ofrenda de agradecimiento;
    invocaré el nombre del SEÑOR.
18 Cumpliré frente a todo el mundo
    las promesas que le hice al SEÑOR,
19 en los patios del templo del SEÑOR,
    en medio de ti, Jerusalén.

¡Aleluya!