²⁸ En cuanto al evangelio^[a], son enemigos^(A) por causa de ustedes, pero en cuanto a la elección^[b] de Dios, son amados por causa de los padres^(B).

El ministerio de la reconciliación

¹⁸ Y todo esto procede de Dios^(A), quien nos reconcilió con Él mismo por medio de Cristo^(B), y nos dio el ministerio^(C) de la reconciliación;

¹⁹ es decir, que Dios estaba en Cristo^(A) reconciliando al mundo con Él mismo, no tomando en cuenta a los hombres^[a] sus transgresiones^(B), y nos ha encomendado a^[b] nosotros la palabra de la reconciliación.

³ Entre ellos también todos nosotros en otro tiempo vivíamos^(A) en las pasiones de nuestra carne^(B), satisfaciendo^[a] los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza^(C) hijos de ira^(D), lo mismo que los demás^(E).

²¹ Y aunque ustedes antes estaban alejados y eran de ánimo hostil^[a](A), ocupados en malas obras,

²² sin embargo, ahora Dios los ha reconciliado^(A) en Cristo en Su cuerpo de carne^(B), mediante Su muerte, a fin de presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles^(C) delante de Él.