Proverbios 18:1-26:10
Nueva Versión Internacional
18 El egoísta busca su propio bien;
contra todo sano juicio inicia un pleito.
2 Al necio no le complace la inteligencia;
tan solo hace alarde de su propia opinión.
3 Con la maldad viene el desprecio
y con la vergüenza llega la deshonra.
4 Las palabras del hombre son aguas profundas,
arroyo de aguas vivas, fuente de sabiduría.
5 No está bien favorecer al[a] malvado
y dejar de lado los derechos del justo.
6 Los labios del necio son causa de contienda;
su boca incita a la riña.
7 La boca del necio es su perdición;
sus labios son para él una trampa mortal.
8 Los chismes son deliciosos manjares;
penetran hasta lo más íntimo del ser.
9 El que es negligente en su trabajo
confraterniza con el que es destructivo.
10 Torre fuerte es el nombre del Señor;
a ella corren los justos y se ponen a salvo.
11 La riqueza del rico es su baluarte
y este cree que sus muros son inalcanzables.
12 Tras el orgullo viene la destrucción;
y tras la humildad, el honor.
13 Es necio y vergonzoso
responder antes de escuchar.
14 En la enfermedad, el ánimo levanta al enfermo;
¿pero quién podrá levantar el ánimo al abatido?
15 El corazón prudente adquiere conocimiento;
los oídos de los sabios procuran hallarlo.
16 Con regalos se abren todas las puertas
y se llega a la presencia de gente importante.
17 El primero en presentar su caso parece inocente,
hasta que llega la otra parte y lo refuta.
18 El echar suertes pone fin a los litigios
y decide entre los poderosos.
19 Más resiste el hermano ofendido que una ciudad amurallada;
los litigios son como cerrojos de una fortaleza.
20 Cada uno se llena con lo que dice
y se sacia con lo que habla.
21 En la lengua hay poder de vida y muerte;
quienes la aman comerán de su fruto.
22 Quien halla esposa encuentra el bien
y recibe el favor del Señor.
23 El pobre habla en tono suplicante;
el rico responde con aspereza.
24 Hay amigos[b] que llevan a la ruina
y hay amigos más fieles que un hermano.
19 Más vale ser pobre e intachable
que necio de labios perversos.
2 El afán sin conocimiento no es bueno;
mucho yerra quien mucho corre.
3 La necedad del hombre le hace perder el rumbo
y su corazón se irrita contra el Señor.
4 Con las riquezas aumentan los amigos,
pero al pobre hasta su amigo lo abandona.
5 El testigo falso no quedará sin castigo;
el que propaga mentiras no saldrá bien librado.
6 Muchos buscan congraciarse con los poderosos;
todos son amigos de quienes reparten regalos.
7 Si al pobre lo aborrecen sus parientes,
con más razón lo evitan sus amigos.
Aunque los busca suplicante,
por ninguna parte los encuentra.[c]
8 El que adquiere cordura,[d] se ama a sí mismo
y el que retiene el discernimiento prospera.
9 El testigo falso no quedará sin castigo;
el que propaga mentiras perecerá.
10 No va bien con el necio vivir entre lujos
y menos con el esclavo gobernar a los príncipes.
11 El buen juicio hace al hombre paciente;
su gloria es pasar por alto la ofensa.
12 Rugido de león es la ira del rey;
su favor es como rocío sobre el pasto.
13 El hijo necio es la ruina del padre;
la mujer pendenciera es gotera constante.
14 La casa y el dinero se heredan de los padres,
pero la esposa inteligente es un don del Señor.
15 La pereza conduce al sueño profundo;
el holgazán pasará hambre.
16 El que cumple el mandamiento cumple consigo mismo;
el que descuida su conducta morirá.
17 Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor;
Dios pagará esas buenas acciones.
18 Corrige a tu hijo mientras aún hay esperanza;
no te hagas cómplice de su muerte.[e]
19 El iracundo tendrá que afrontar el castigo;
el que intente disuadirlo aumentará su enojo.[f]
20 Escucha el consejo, acepta la corrección
y llegarás a ser sabio.
21 Muchos son los planes en el corazón de las personas,
pero al final prevalecen los designios del Señor.
22 De la humanidad se espera amor fiel;
más vale ser pobre que mentiroso.
23 El temor del Señor conduce a la vida;
da un sueño tranquilo y evita los problemas.
24 El perezoso mete la mano en el plato,
pero no llevará el bocado a la boca.
25 Golpea al insolente y se hará prudente el inexperto;
reprende al entendido y ganará en conocimiento.
26 El que roba a su padre y echa a la calle a su madre
es un hijo infame y sinvergüenza.
27 Hijo mío, si dejas de atender a las enseñanzas,
te apartarás de las palabras sabias.
28 El testigo corrupto se burla de la justicia
y la boca del malvado engulle maldad.
29 El castigo se dispuso para los insolentes
y los azotes para la espalda de los necios.
20 El vino lleva a la insolencia
y la cerveza al escándalo;
¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!
2 Rugido de león es la furia del rey;
quien provoca su enojo se juega la vida.
3 Honroso es al hombre evitar la contienda,
pero no hay necio que no inicie un pleito.
4 El perezoso no labra la tierra en la estación adecuada;
en tiempo de cosecha buscará y no hallará.
5 El propósito humano es como aguas profundas;
el que es inteligente lo descubrirá.
6 Son muchos los que proclaman su lealtad,
¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?
7 Justo es quien lleva una vida sin tacha;
¡dichosos sus hijos después de él!
8 Cuando el rey se sienta en el tribunal,
con su sola mirada barre toda maldad.
9 ¿Quién puede afirmar: «Tengo puro el corazón;
estoy limpio de pecado»?
10 Pesas falsas y medidas engañosas:
¡vaya pareja que el Señor detesta!
11 Por sus hechos el niño deja entrever
si su conducta será pura y recta.
12 Los oídos para oír y los ojos para ver:
¡El Señor los ha creado a los dos!
13 No te des al sueño o te quedarás pobre;
mantente despierto y tendrás pan de sobra.
14 «¡No sirve, no sirve!», dice el comprador,
pero luego va y se jacta de su compra.
15 Oro hay y abundan las piedras preciosas,
pero aún más valiosas son las palabras sabias.
16 Toma la prenda del que salga fiador por un extraño;
retenla en garantía si la da en favor de desconocidos.
17 Tal vez sea agradable ganarse el pan con engaños,
pero uno acaba con la boca llena de arena.
18 Afirma tus planes con buenos consejos;
entabla el combate con buena estrategia.
19 El chismoso traiciona la confianza;
no te juntes con la gente que habla de más.
20 Al que maldiga a su padre y a su madre,
su lámpara se le apagará en la más densa oscuridad.
21 La herencia reclamada antes de tiempo
no termina siendo de bendición.
22 Nunca digas: «¡Me vengaré de ese daño!».
Confía en el Señor y él actuará por ti.
23 El Señor aborrece las balanzas adulteradas
y reprueba el uso de medidas engañosas.
24 Los pasos del hombre los dirige el Señor.
¿Cómo puede el hombre entender su propio camino?
25 Trampa es consagrar algo sin pensarlo
y más tarde reconsiderar lo prometido.
26 El rey sabio avienta como trigo a los malvados,
y los desmenuza con rueda de molino.
27 El espíritu humano es la lámpara del Señor,
pues escudriña lo más íntimo del ser.
28 La misericordia y la verdad sostienen al rey;
su trono se afirma en la misericordia.
29 La gloria de los jóvenes radica en su fuerza;
la honra de los ancianos, en sus canas.
30 Los golpes y las heridas curan la maldad;
los azotes limpian lo más íntimo del ser.
21 En las manos del Señor el corazón del rey son como un río:
siguen el curso que el Señor les ha trazado.
2 A cada uno le parece correcto su camino,[g]
pero el Señor juzga los corazones.
3 Practicar la justicia y el derecho
lo prefiere el Señor a los sacrificios.
4 Los ojos altivos, el corazón orgulloso
y la luz de los malvados son pecado.
5 Los planes bien pensados producen ganancias;
los apresurados traen pobreza.
6 La fortuna amasada por la lengua embustera
se esfuma como la niebla y es mortal como una trampa.[h]
7 La violencia de los malvados los arrastrará,
porque se niegan a practicar la justicia.
8 Torcido es el camino del culpable,
pero recta la conducta del hombre honrado.
9 Más vale habitar en un rincón de la azotea
que compartir el techo con mujer pendenciera.
10 El malvado solo piensa en el mal;
jamás se compadece de su prójimo.
11 Cuando se castiga al insolente,
aprende[i] el inexperto;
cuando se instruye al sabio,
el inexperto adquiere conocimiento.
12 El Justo[j] considera la casa del malvado
y lo entrega a la ruina.
13 Quien cierra sus oídos al clamor del pobre
llorará también sin que nadie le responda.
14 El regalo secreto apacigua el enojo;
el obsequio discreto calma la ira violenta.
15 Cuando se hace justicia,
se alegra el justo y tiembla el malhechor.
16 Quien se aparta de la senda de la prudencia
irá a parar entre los muertos.
17 El que ama el placer se quedará en la pobreza;
el que ama el vino y los perfumes jamás será rico.
18 El malvado pagará por el justo
y el traidor, por el hombre intachable.
19 Más vale habitar en el desierto
que con mujer pendenciera y de mal genio.
20 En casa del sabio abundan las riquezas y el perfume,
pero el necio todo lo despilfarra.
21 El que va tras la justicia y el amor
halla vida, justicia y honra.
22 El sabio conquista la ciudad de los poderosos
y derriba el baluarte en que ellos confiaban.
23 El que refrena su boca y su lengua
se libra de muchas angustias.
24 Orgulloso, arrogante e insolente
es quien se comporta con desmedida soberbia.
25 La codicia del perezoso lo lleva a la muerte,
porque sus manos se niegan a trabajar;
26 todo el día se lo pasa codiciando,
pero el justo da con generosidad.
27 El sacrificio de los malvados es detestable
y, más aún, cuando se ofrece con mala intención.
28 El testigo falso perecerá;
pero quien sabe escuchar siempre podrá hablar.
29 El malvado es inflexible en sus decisiones;
el justo examina[k] su propia conducta.
30 De nada sirven ante el Señor
la sabiduría, la inteligencia y el consejo.
31 Se alista al caballo para el día de la batalla,
pero la victoria depende del Señor.
22 Vale más la buena fama que las muchas riquezas,
y la buena reputación más que la plata y el oro.
2 El rico y el pobre tienen esto en común:
a ambos los hizo el Señor.
3 El prudente ve el peligro y busca refugio;
el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.
4 Recompensa de la humildad y del temor del Señor
son las riquezas, la honra y la vida.
5 Espinas y trampas hay en la senda de los malvados,
pero el que cuida su vida se aleja de ellas.
6 Instruye al niño en el camino correcto
y aun en su vejez no lo abandonará.
7 Los ricos son los amos de los pobres;
los deudores son esclavos de sus acreedores.
8 El que siembra maldad cosecha desgracias;
la vara de su ira será destruida.
9 El que es generoso[l] será bendecido,
pues comparte su comida con los pobres.
10 Despide al insolente, se irá la discordia
y cesarán los pleitos y los insultos.
11 El que ama la sinceridad del corazón y tiene gracia al hablar
tendrá por amigo al rey.
12 Los ojos del Señor protegen el saber,
pero desbaratan las palabras del traidor.
13 Dice el perezoso: «¡Hay un león allá afuera!
¡En plena calle me matará!».
14 La boca de la adúltera es una fosa profunda;
en ella caerá quien esté bajo la ira del Señor.
15 La necedad es parte del corazón juvenil,
pero la vara de la disciplina la corrige.
16 Oprimir al pobre para enriquecerse
y hacerle regalos al rico:
¡buena manera de empobrecerse!
Los treinta dichos de los sabios(A)
1
17 Presta atención, escucha las palabras de los sabios
y aplica mis enseñanzas.
18 Grato es retenerlas dentro de ti
y tenerlas todas a flor de labios.
19 A ti te las enseño en este día,
para que pongas tu confianza en el Señor.
20 ¿Acaso no te he escrito treinta[m] dichos
que contienen sabios consejos?
21 Son para enseñarte a ser honesto y hablar con la verdad,
para que respondas con la verdad a quien te pregunte.
2
22 No explotes al pobre porque es pobre
ni oprimas en los tribunales[n] a los necesitados;
23 porque el Señor defenderá su causa
y despojará a quienes los despojen.
3
24 No te hagas amigo de gente violenta
ni te juntes con los iracundos;
25 no sea que aprendas sus malas costumbres
y tú mismo caigas en la trampa.
4
26 No te comprometas por otros
ni salgas fiador de deudas ajenas;
27 porque, si no tienes con qué pagar,
te quitarán hasta la cama en que duermes.
5
28 No cambies de lugar los linderos antiguos
que establecieron tus antepasados.
6
29 ¿Has visto a alguien diestro en su trabajo?
Se codeará con reyes,
y nunca será un don nadie.
7
23 Cuando te sientes a comer con un gobernante,
fíjate bien en lo que[o] tienes ante ti.
2 Si eres dado a la glotonería,
domina tu apetito.[p]
3 No codicies sus manjares,
pues tal comida no es más que un engaño.
8
4 No te afanes acumulando riquezas;
no te obsesiones con ellas.
5 ¿Acaso has podido verlas? ¡No existen!
Es como si les salieran alas,
pues se van volando como las águilas.
9
6 No te sientes a la mesa de un tacaño[q]
ni codicies sus manjares,
7 pues él solo piensa en los gastos.
«Come y bebe», te dirá,
pero no te lo dirá de corazón.
8 Acabarás vomitando lo que hayas comido
y tus cumplidos no habrán servido de nada.
10
9 A oídos del necio jamás dirijas palabra,
pues se burlará de tus sabios consejos.
11
10 No cambies de lugar los linderos antiguos
ni invadas la propiedad de los huérfanos,
11 porque su Redentor es muy poderoso
y contra ti defenderá su causa.
12
12 Trae disciplina a tu corazón
y conocimiento a tus oídos.
13
13 No dejes de disciplinar al joven;
si lo castigas con vara, no se morirá.
14 Castígalo con vara
y así lo librarás de la muerte.[r]
14
15 Hijo mío, si tu corazón es sabio,
también mi corazón se regocijará;
16 en lo íntimo de mi ser me alegraré
cuando tus labios hablen con rectitud.
15
17 No envidies en tu corazón a los pecadores;
más bien, muéstrate siempre celoso en el temor del Señor.
18 Cuentas con una esperanza futura,
la cual no será destruida.
16
19 Hijo mío, presta atención y sé sabio;
mantén tu corazón en lo que es correcto.
20 No te juntes con los que beben mucho vino
ni con los que se hartan de carne,
21 pues borrachos y glotones, por su indolencia,
acaban harapientos y en la pobreza.
17
22 Escucha a tu padre, que te engendró,
y no desprecies a tu madre cuando sea anciana.
23 Adquiere la verdad y la sabiduría,
la disciplina y el discernimiento,
¡y no los vendas!
24 El padre del justo experimenta gran regocijo;
quien tiene un hijo sabio se deleita en él.
25 ¡Que se alegren tu padre y tu madre!
¡Que se regocije la que te dio la vida!
18
26 Dame, hijo mío, tu atención[s]
y no pierdas de vista mi ejemplo.[t]
27 Porque fosa profunda es la prostituta,
y estrecho pozo, la mujer ajena.
28 Se pone al acecho, como un bandido,
y multiplica la infidelidad de los hombres.
19
29 ¿De quién son los lamentos? ¿De quién los pesares?
¿De quién son los pleitos? ¿De quién las quejas?
¿De quién son las heridas gratuitas?
¿De quién los ojos morados?
30 ¡Del que no suelta la botella de vino
ni deja de probar licores!
31 No te fijes en lo rojo que es el vino,
ni en cómo brilla en la copa,
ni en la suavidad con que se desliza;
32 porque acaba mordiendo como serpiente
y envenenando como víbora.
33 Tus ojos verán alucinaciones
y tu mente imaginará perversidades.
34 Te parecerá estar durmiendo en alta mar,
acostado sobre el mástil mayor.
35 Y dirás: «Me han herido, pero no me duele.
Me han golpeado, pero no lo siento.
¿Cuándo despertaré de este sueño
para ir a buscar otro trago?».
20
24 No envidies a los malvados
ni procures su compañía;
2 porque en su corazón planean violencia
y no hablan más que de cometer fechorías.
21
3 Con sabiduría se construye la casa;
con inteligencia se echan los cimientos.
4 Con buen juicio se llenan sus cuartos
de bellos y extraordinarios tesoros.
22
5 El que es sabio tiene gran poder
y el que es entendido aumenta su fuerza.
6 La guerra se hace con buena estrategia;
la victoria se alcanza con muchos consejeros.
23
7 La sabiduría no está al alcance del necio,
en los tribunales del pueblo[u] nada tiene que decir.
24
8 Al que hace planes malvados
lo llamarán conspirador.
9 Las intrigas del necio son pecado
y todos aborrecen a los insolentes.
25
10 Si en el día de la aflicción te desanimas,
muy limitada es tu fortaleza.
11 Rescata a los que van rumbo a la muerte;
detén a los que a tumbos avanzan al suplicio.
12 Pues aunque digas: «Yo no lo sabía»,
¿no habrá de darse cuenta el que examina los corazones?
¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida?
¡Él paga a cada uno según sus acciones!
26
13 Come la miel, hijo mío, que es deliciosa;
dulce al paladar es la miel del panal.
14 Ten en cuenta que así es la sabiduría a tu alma;
si das con ella, tendrás buen futuro;
tendrás una esperanza que no será destruida.
27
15 No aceches cual malvado la casa del justo
ni arrases el lugar donde habita;
16 porque siete veces podrá caer el justo,
pero otras tantas se levantará;
los malvados, en cambio,
se hundirán en la desgracia.
28
17 No te alegres cuando caiga tu enemigo
ni se regocije tu corazón ante su desgracia,
18 no sea que el Señor lo vea y no lo apruebe,
y aparte de él su enojo.
29
19 No te alteres por causa de los malvados
ni sientas envidia de los impíos,
20 porque el malvado no tiene porvenir;
¡la lámpara del impío se apagará!
30
21 Hijo mío, teme al Señor y honra al rey
y no te juntes con los rebeldes,
22 porque de los dos recibirás un castigo repentino
¡y quién sabe qué calamidades sobrevendrán!
Otros dichos de los sabios
23 También estos son dichos de los sabios:
No es correcto ser parcial en el juicio.
24 Quien declare inocente al culpable
lo maldecirán los pueblos y lo despreciarán las naciones.
25 Pero serán bien vistos y bendecidos
los que condenen al culpable.
26 Una respuesta sincera
es como un beso en los labios.
27 Prepara primero tus faenas de cultivo
y ten listos tus campos para la siembra;
después de eso, construye tu casa.
28 No testifiques sin razón contra tu prójimo
ni mientas con tus labios.
29 No digas: «Le haré lo mismo que me hizo;
me desquitaré por lo que me hizo».
30 Pasé por el campo del perezoso,
por la viña del falto de juicio.
31 Había espinas por todas partes;
la hierba cubría el terreno
y el lindero de piedras estaba en ruinas.
32 Guardé en mi corazón lo observado
y de lo visto saqué una lección:
33 Un corto sueño, una breve siesta,
un pequeño descanso, cruzado de brazos…
34 ¡y te asaltará la pobreza como un bandido,
y la escasez como un hombre armado!
Más proverbios de Salomón
25 También estos son otros proverbios de Salomón, copiados por los escribas de Ezequías, rey de Judá.
2 La gloria de Dios es ocultar un asunto
y la gloria de los reyes es investigarlo.
3 Tan impenetrable es el corazón de los reyes
como alto es el cielo y profunda la tierra.
4 Quita la escoria de la plata
y de allí saldrá material para[v] el orfebre;
5 quita de la presencia del rey a oficiales malvados
y el rey afirmará su trono en la justicia.
6 No te des importancia en presencia del rey
ni reclames un lugar entre la gente importante;
7 vale más que el rey te diga: «Sube acá»
y no que te humille ante gente importante.
Lo que has visto con tus ojos
8 no lo lleves[w] de inmediato al tribunal,
pues ¿qué harás si a fin de cuentas
tu prójimo te pone en vergüenza?
9 Defiende tu causa contra tu prójimo,
pero no traiciones la confianza de nadie,
10 no sea que te avergüence el que te oiga
y ya no puedas quitarte la infamia.
11 Como manzanas de oro con incrustaciones de plata
son las palabras dichas a tiempo.
12 Como anillo o collar de oro fino
son los regaños del sabio en oídos atentos.
13 Como frescura de nieve en día de la cosecha
es el enviado confiable para quien lo envía,
pues infunde nuevo ánimo en sus amos.
14 Nubes y viento, y nada de lluvia,
es quien presume de dar y nunca da nada.
15 Con paciencia se convence al gobernante.
¡La lengua amable quebranta hasta los huesos!
16 Si encuentras miel, no te empalagues;
la mucha miel provoca náuseas.
17 No frecuentes la casa de tu amigo;
no sea que lo fastidies y llegue a aborrecerte.
18 Un mazo, una espada, una aguda saeta,
eso es el testigo falso que declara contra su amigo.
19 Confiar en gente desleal en momentos de angustia
es como tener un diente roto o una pierna vacilante.
20 Dedicarle canciones al corazón afligido
es como echarle vinagre a una herida
o como andar desabrigado en un día de frío.
21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;
si tiene sed, dale de beber.
22 Actuando así, harás que se avergüence de su conducta,[x]
y el Señor te lo recompensará.
23 Con el viento del norte vienen las lluvias;
con la lengua viperina, las malas caras.
24 Más vale habitar en un rincón de la azotea
que compartir el techo con mujer pendenciera.
25 Como el agua fresca a la garganta reseca
son las buenas noticias desde lejanas tierras.
26 Manantial turbio, contaminado pozo,
es el justo que flaquea ante el impío.
27 No hace bien comer mucha miel
ni es honroso buscar la propia gloria.
28 Como ciudad sin defensa y sin murallas
es quien no sabe dominarse.
26 Ni la nieve es para el verano,
ni la lluvia para la cosecha,
ni los honores para el necio.
2 Como el gorrión sin rumbo o la golondrina sin nido,
la maldición sin motivo jamás llega a su destino.
3 El látigo es para los caballos,
el freno, para los asnos
y la vara, para la espalda del necio.
4 No respondas al necio con igual necedad
o tú mismo pasarás por uno.
5 Respóndele al necio como se merece,
para que no se tenga por sabio.
6 Enviar un mensaje por medio de un necio
es como cortarse los pies o sufrir[y] violencia.
7 Inútil es el proverbio en la boca del necio
como inútiles son las piernas de un tullido.
8 Rendirle honores al necio es tan absurdo
como atar una piedra a la honda.
9 El proverbio en la boca del necio
es como espina en la mano del borracho.
10 Como arquero que hiere al azar
es quien contrata a un necio o a cualquiera que pasa.
Footnotes
- 18:5 favorecer al. Lit. levantar el rostro del.
- 18:24 Hay amigos (LXX, Siríaca y Targum); Hombre de amigos (TM).
- 19:7 Texto de difícil traducción.
- 19:8 cordura. Lit. corazón. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
- 19:18 no te hagas … muerte. Alt. pero no te excedas hasta matarlo.
- 19:19 Texto de difícil traducción.
- 21:2 A cada uno … su camino. Lit. Todo camino del hombre es recto a sus ojos.
- 21:6 se esfuma … una trampa (LXX, Vulgata y algunos mss. hebreos); es niebla llevada de los que buscan la muerte (TM).
- 21:11 aprende. Lit. se hace sabio.
- 21:12 Justo. Alt. la persona justa.
- 21:29 examina (LXX, Qumrán y varios mss. hebreos); ordena (TM).
- 22:9 El que es generoso. Lit. El buen ojo.
- 22:20 escrito treinta. Alt. escrito antes o escrito excelentes.
- 22:22 en los tribunales. Lit. en la puerta.
- 23:1 en lo que. Alt. en quién.
- 23:2 domina tu apetito. Lit. ponle un cuchillo a tu garganta.
- 23:6 un tacaño. Alt. un hombre mal intencionado.
- 23:14 de la muerte. Lit. del Seol.
- 23:26 atención. Lit. corazón. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
- 23:26 ejemplo. Lit. camino; camino es una imagen del estilo de vida.
- 24:7 los tribunales del pueblo. Lit. la puerta.
- 25:4 saldrá material para. Alt. sacará una copa para.
- 25:7-8 gente importante. Lo que … no lo lleves. Alt. gente importante / sobre la que hayas posado tus ojos. 8 No vayas.
- 25:22 harás … conducta. Lit. ascuas amontonarás sobre su cabeza.
- 26:6 sufrir. Lit. beber.
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015, 2022 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo. Used by permission. All rights reserved worldwide.
Bible Gateway Recommends




