Oseas 8
La Palabra (Hispanoamérica)
Idolatría de Israel
8 ¡Haz sonar la trompeta
pues un águila se cierne
sobre la casa del Señor!
Porque han transgredido mi alianza
y se rebelaron contra mi instrucción.
2 Ellos vienen a mí gritando:
“¡Los de Israel te reconocemos como Dios!”.
3 Pero Israel ha rechazado el bien
y el enemigo lo perseguirá.
4 Han creado reyes sin contar conmigo,
han nombrado príncipes sin saberlo yo.
Con su plata y con su oro
se han fabricado ídolos
que causaron su ruina.
5 Me repugna tu becerro, Samaría;
por eso mi cólera ha estallado contra ellos.
¿Hasta cuándo permanecerán impuros?
6 Ese becerro de Samaría
es obra de un artesano israelita;
no es, por consiguiente, Dios
y terminará hecho pedazos.
7 Puesto que siembran viento,
cosecharán tempestad.
Tampoco tendrán mies
ni dará harina la espiga;
y si la da, extranjeros la devorarán.
8 Israel ha sido devorado;
ahora está entre la naciones
como un cacharro inútil.
9 Cuando acudieron a Asiria,
Efraín se compró amantes,
como asno salvaje desbocado.
10 Han sobornado a las naciones,
pero ahora yo los reuniré
y muy pronto temblarán
bajo la opresión del rey soberano.
11 Efraín pecó en muchos altares,
que sólo para pecar le sirvieron.
12 Aunque les haya prescrito mil leyes,
consideran que vienen de un extraño.
13 No cesan de ofrecer sacrificios,
de sacrificar y comer la carne;
pero el Señor no los acepta,
sino que recuerda sus pecados
y castigará sus iniquidades;
tendrán, pues, que volver a Egipto.
14 Olvidó Israel a su Creador
y se ha construido palacios.
También Judá ha multiplicado
sus ciudades fortificadas,
pero yo enviaré a esas ciudades
un fuego que devorará sus baluartes.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España