Miqueas 4
La Palabra (España)
Promesas a Sión (4—5)
Afluencia de las naciones a Jerusalén
4 Cuando pase mucho tiempo
el monte de la casa del Señor
quedará afianzado entre los montes,
descollará entre las colinas.
Hacia él confluirán las naciones,
2 acudirán pueblos numerosos que dirán:
“Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob.
Él nos indicará sus caminos
y nosotros iremos por sus sendas.
Y es que de Sión saldrá la ley,
de Jerusalén, la palabra del Señor”.
3 Él será juez de pueblos numerosos,
arbitrará a naciones poderosas y lejanas.
Convertirán sus espadas en arados,
harán hoces con sus lanzas.
No se amenazarán las naciones con espadas,
ni se adiestrarán más para la guerra.
4 Reposarán bajo su parra y su higuera
sin que nadie los moleste.
Lo ha dicho el Señor del universo.
5 Otros pueblos caminan en nombre de su dios,
nosotros lo hacemos en nombre del Señor
que es nuestro Dios por siempre jamás.
6 Ese día —oráculo del Señor—
recogeré a las ovejas cojas,
reuniré a las descarriadas
y a las que yo había maltratado.
7 Con las cojas formaré un resto,
con las alejadas una nación poderosa.
Y será el Señor en el monte Sión
su rey ahora y para siempre.
8 En cuanto a ti, torre del rebaño,
colina donde se asienta Jerusalén,
recobrarás el poder de antaño
y la realeza volverá a Jerusalén.
Liberación de Sión
9 Y ahora, ¿a qué vienen esos gritos?
¿Te has quedado sin rey?
¿Ha desaparecido tu consejero
y estás atenazada por el dolor
como mujer en trance de parto?
10 Retuércete de dolor, Jerusalén,
y gime como parturienta, Sión,
porque ahora saldrás de la ciudad
y tendrás que vivir en el campo.
Irás a Babilonia, pero serás liberada;
allí te rescatará el Señor de tus enemigos.
11 Ahora se reúnen contra ti
un sinfín de naciones que dicen:
“Que [Jerusalén] sea profanada
y que nuestros ojos se recreen
contemplando la ruina de Sión”.
12 Pero desconocen los designios del Señor
y no comprenden que los ha reunido
para [trillarlos] como gavillas en la era.
13 ¡Arriba, pues, Jerusalén y tríllalos!
Te armaré con cuernos de hierro,
te daré pezuñas de bronce.
Triturarás a esos pueblos,
consagrarás al Señor su botín
y sus riquezas al dueño de toda la tierra.
14 Pero ahora, hazte incisiones, Jerusalén,
y prepárate para la guerra,
pues nos han puesto asedio
y golpean duramente en la mejilla
a los que gobiernan Israel
La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España