Mateo 5:21-48
Nueva Versión Internacional
El homicidio(A)
21 »Ustedes han oído que se dijo a sus antepasados: “No mates”.[a] También se les dijo que todo el que mate quedará sujeto al juicio del tribunal. 22 Pero yo digo que todo el que se enoje[b] con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal. Es más, cualquiera que insulte[c] a su hermano quedará sujeto al juicio del Consejo. Y cualquiera que le diga: “Insensato”, quedará sujeto al fuego del infierno.
23 »Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda.
25 »Si tu adversario te va a denunciar, llega a un acuerdo con él lo más pronto posible. Hazlo mientras vayan de camino al juzgado, no sea que te entregue al juez, el juez al guardia y te echen en la cárcel. 26 Te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último centavo.[d]
El adulterio
27 »Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio”.[e] 28 Pero yo digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón. 29 Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al infierno. 30 Y si tu mano derecha te hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo y no que todo él vaya al infierno.
El divorcio
31 »Se ha dicho: “El que se divorcia de su esposa debe darle un certificado de divorcio”.[f] 32 Pero yo digo que, excepto en caso de inmoralidad sexual, todo el que se divorcia de su esposa la induce a cometer adulterio y el que se casa con la divorciada comete adulterio.
Los juramentos
33 »También han oído que se dijo a sus antepasados: “No faltes a tu juramento, sino cumple con tus promesas al Señor”. 34 Pero yo digo: No juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 36 Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer que ni uno solo de tus cabellos se vuelva blanco o negro. 37 Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y cuando digan “no”, que sea no. Cualquier otra cosa que digan más allá de esto proviene del maligno.
Ojo por ojo
38 »Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”.[g] 39 Pero yo digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. 40 Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. 41 Si alguien te obliga a llevarle la carga una milla,[h] llévasela dos. 42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda.
El amor a los enemigos
43 »Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo[i] y odia a tu enemigo”. 44 Pero yo digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen,[j] 45 para que sean hijos de su Padre que está en los cielos. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. 46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? 47 Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles? 48 Por tanto, sean perfectos como su Padre celestial es perfecto.
Read full chapterFootnotes
- 5:21 Éx 20:13.
- 5:22 se enoje. Var. se enoje sin causa.
- 5:22 insulte. Lit. le diga: “Raca” (estúpido en arameo).
- 5:26 centavo. Lit. cuadrante.
- 5:27 Éx 20:14.
- 5:31 Dt 24:1.
- 5:38 Éx 21:24; Lv 24:20; Dt 19:21.
- 5:41 Es decir, aprox. 1.5 km.
- 5:43 Lv 19:18.
- 5:44 Amen … persiguen. Var. Amen a sus enemigos, bendigan a quienes los maldicen, hagan bien a quienes los odian, y oren por quienes los ultrajan y los persiguen (véase Lc 6:27,28).
Éxodo 30-32
Nueva Versión Internacional
El altar del incienso(A)
30 »Haz un altar de madera de acacia para quemar incienso. 2 Hazlo cuadrado, de un codo de largo por un codo de ancho y dos codos de alto.[a] Sus cuernos deben formar una pieza con el altar. 3 Recubre de oro puro su parte superior, sus cuatro costados y los cuernos, y ponle una moldura de oro alrededor. 4 Debajo de la moldura ponle dos anillos de oro en cada uno de sus costados, para pasar por ellos las varas usadas para transportarlo. 5 Prepara las varas de madera de acacia y recúbrelas de oro. 6 Pon el altar frente a la cortina que está ante el arca con las tablas del pacto, es decir, ante la tapa que está sobre el arca, que es donde me reuniré contigo.
7 »Cada mañana, cuando Aarón prepare las lámparas, quemará incienso aromático sobre el altar 8 y también al caer la tarde, cuando las encienda. Las generaciones futuras deberán quemar siempre incienso ante el Señor. 9 No ofrezcas sobre ese altar ningún otro incienso, ni holocausto ni ofrenda de grano, ni derrames sobre él ofrenda líquida alguna. 10 Cada año Aarón hará un sacrificio y pedirá perdón por el pecado a lo largo de todas las generaciones. Lo hará poniendo la sangre de la ofrenda del perdón sobre los cuernos del altar. Este altar estará completamente consagrado al Señor».
La ofrenda por el rescate de la vida
11 El Señor habló con Moisés y le dijo: 12 «Cuando hagas el censo y cuentes a los israelitas, cada uno deberá pagar al Señor rescate por su vida, para que no le sobrevenga ninguna plaga durante el censo. 13 Cada uno de los censados deberá pagar como ofrenda al Señor medio siclo[b] de plata, que es la mitad del peso oficial del santuario.[c] 14 Todos los censados mayores de veinte años deberán entregar esta ofrenda al Señor. 15 Al entregar al Señor la ofrenda de rescate por la vida, ni el rico dará más de medio siclo, ni el pobre dará menos. 16 Tú mismo recibirás esta plata de manos de los israelitas, y la entregarás para el servicio de la Tienda de reunión. De esta manera el Señor tendrá presente que los israelitas pagaron por el rescate de su vida».
El recipiente para el lavado
17 El Señor habló con Moisés y le dijo: 18 «Haz un recipiente de bronce para lavarse, con un pedestal también de bronce, y colócalo entre la Tienda de reunión y el altar. Échale agua, 19 pues con ella deben lavarse Aarón y sus hijos las manos y los pies. 20 Siempre que entren en la Tienda de reunión, o cuando se acerquen al altar y presenten al Señor alguna ofrenda puesta al fuego, deberán lavarse con agua 21 las manos y los pies para que no mueran. Este será un estatuto perpetuo para Aarón y sus descendientes por todas las generaciones».
El aceite de la unción
22 El Señor habló con Moisés y le dijo: 23 «Toma las siguientes especias finas: quinientos siclos[d] de mirra líquida, doscientos cincuenta siclos[e] de canela aromática y otro tanto igual de caña aromática, 24 quinientos siclos de casia, según el peso oficial[f] del santuario, y un hin[g] de aceite de oliva. 25 Con estos ingredientes harás un aceite, es decir, una mezcla aromática como las de los fabricantes de perfumes. Este será el aceite de la unción sagrada. 26 Con él deberás ungir la Tienda de reunión, el arca con las tablas del pacto, 27 la mesa y todos sus utensilios, el candelabro y sus accesorios, el altar del incienso, 28 el altar de los holocaustos y todos sus utensilios, y el recipiente para el lavado con su pedestal. 29 De este modo, los consagrarás y serán objetos santísimos; cualquier cosa que toque esos objetos quedará también consagrada.
30 »Unge a Aarón y a sus hijos, y conságralos para que me sirvan como sacerdotes. 31 A los israelitas darás las siguientes instrucciones: “De aquí en adelante, este será mi aceite de la unción sagrada. 32 No lo derramen sobre el cuerpo de cualquier hombre ni preparen otro aceite con la misma fórmula. Es un aceite sagrado y así deberán considerarlo. 33 Cualquiera que haga un perfume como este, y cualquiera que unja con él a alguien que no sea sacerdote, será eliminado de su pueblo”».
El incienso
34 El Señor dijo a Moisés: «Toma una misma cantidad de resina, ámbar, gálbano e incienso puro, 35 y mezcla todo esto para hacer un incienso aromático, como lo hacen los fabricantes de perfumes. Agrégale sal a la mezcla, para que sea un incienso puro y sagrado. 36 Muele parte de la mezcla hasta hacerla polvo y colócala en la Tienda de reunión, frente al arca con las tablas del pacto, donde yo me reuniré contigo. Este incienso será para ustedes algo muy sagrado, 37 y no deberá hacerse ningún otro incienso con la misma fórmula, pues le pertenece al Señor. Ustedes deberán considerarlo como algo sagrado. 38 Quien haga otro incienso parecido para disfrutar de su fragancia será eliminado de su pueblo».
Bezalel y Aholiab(B)
31 El Señor habló con Moisés y le dijo: 2 «Toma en cuenta que he escogido a Bezalel, hijo de Uri y nieto de Hur, de la tribu de Judá, 3 y lo he llenado del Espíritu de Dios, de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa 4 para hacer trabajos artísticos en oro, plata y bronce, 5 para cortar y engastar piedras preciosas, para hacer tallados en madera y realizar toda clase de artesanías. 6 Además, he designado como su ayudante a Aholiab, hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan.
»Y he dotado de habilidad a todos los artesanos para que hagan todo lo que te he mandado hacer, es decir:
7 »la Tienda de reunión,
el arca con las tablas del pacto,
la tapa que va encima de ella,
el resto del mobiliario de la Tienda,
8 la mesa y sus utensilios,
el candelabro de oro puro y todos sus accesorios,
el altar del incienso,
9 el altar de los holocaustos y todos sus utensilios,
el recipiente de bronce con su pedestal,
10 las vestiduras tejidas,
tanto las vestiduras sagradas para Aarón el sacerdote
como las vestiduras sacerdotales de sus hijos,
11 el aceite de la unción y el incienso aromático para el Lugar Santo.
»Todo deberán hacerlo tal como te he mandado que lo hagas».
El sábado
12 El Señor ordenó a Moisés:
13 «Diles lo siguiente a los israelitas: Ustedes deberán observar mis sábados. En todas las generaciones venideras, el sábado será una señal entre ustedes y yo, para que sepan que yo, el Señor, los he consagrado.[h]
14 »El sábado será para ustedes un día sagrado. Obsérvenlo.
»Quien no lo observe será condenado a muerte.
»Quien haga algún trabajo en sábado será eliminado de su pueblo.
15 »Durante seis días se podrá trabajar, pero el día séptimo, el sábado, será de completo reposo consagrado al Señor.
»Quien haga algún trabajo en sábado será condenado a muerte.
16 »Los israelitas deberán observar el sábado. En todas las generaciones futuras será para ellos un pacto perpetuo, 17 una señal eterna entre ellos y yo.
»En efecto, en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el séptimo día descansó».
18 Y cuando terminó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del pacto, que eran dos lajas escritas por el dedo mismo de Dios.
El becerro de oro
32 Al ver los israelitas que Moisés tardaba en bajar del monte, fueron a reunirse con Aarón y le dijeron:
—Tienes que hacernos dioses que marchen[i] al frente de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, ¡no sabemos qué pudo haberle pasado!
2 Aarón respondió:
—Quítenles los aretes de oro a sus mujeres, a su hijos e hijas, y tráiganmelos.
3 Todos los israelitas se quitaron los aretes de oro que llevaban puestos y se los llevaron a Aarón, 4 quien los recibió y los fundió; luego cinceló el oro fundido e hizo un ídolo en forma de becerro. Entonces exclamó el pueblo: «Israel, ¡aquí tienes a tus dioses que te sacaron de Egipto!».
5 Cuando Aarón vio esto, construyó un altar enfrente del becerro y anunció:
—Mañana haremos fiesta en honor del Señor.
6 En efecto, al día siguiente los israelitas madrugaron y presentaron holocaustos y sacrificios de comunión. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber, y se levantó para entregarse al desenfreno. 7 Entonces el Señor dijo a Moisés:
—Baja, porque ya se ha corrompido el pueblo que sacaste de Egipto. 8 Demasiado pronto se han apartado del camino que les ordené seguir, pues no solo han fundido oro y se han hecho un ídolo en forma de becerro, sino que se han postrado ante él, le han ofrecido sacrificios y han declarado: “Israel, ¡aquí tienes a tus dioses que te sacaron de Egipto!”.
9 »Ya me he dado cuenta de que este es un pueblo terco —añadió el Señor, dirigiéndose a Moisés—. 10 Tú no te metas. Yo voy a descargar mi ira sobre ellos y los voy a destruir. Pero de ti haré una gran nación».
11 Moisés buscó el favor del Señor su Dios y le suplicó:
—Señor, ¿por qué ha de encenderse tu ira contra este pueblo tuyo, que sacaste de Egipto con gran poder y con mano poderosa? 12 ¿Por qué dar pie a que los egipcios digan que nos sacaste de su país con la intención de matarnos en las montañas y borrarnos de la faz de la tierra? ¡Calma el ardor de tu ira! ¡Aplácate y no traigas sobre tu pueblo esa desgracia! 13 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac e Israel. Tú mismo prometiste que harías a sus descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo; tú prometiste que darías a sus descendientes toda esta tierra como su herencia eterna.
14 Entonces el Señor se calmó y desistió de hacer a su pueblo el daño que había sentenciado.
15 Moisés dio vuelta y bajó de la montaña. Cuando bajó, traía en sus manos las dos tablas del pacto, las cuales estaban escritas por sus dos lados. 16 Tanto las tablas como la escritura grabada en ellas eran obra de Dios.
17 Cuando Josué oyó el ruido y los gritos del pueblo, dijo a Moisés:
—Se oyen en el campamento gritos de guerra.
18 Pero Moisés respondió:
«Lo que escucho no son gritos de victoria
ni tampoco lamentos de derrota;
más bien, lo que escucho son canciones».
19 Cuando Moisés se acercó al campamento y vio el becerro y las danzas, ardió en ira y arrojó de sus manos las tablas, haciéndolas pedazos al pie del monte. 20 Tomó entonces el becerro que habían hecho y lo quemó en el fuego; luego lo molió hasta hacerlo polvo, lo esparció en el agua y se la dio a beber a los israelitas.
21 A Aarón le dijo:
—¿Qué te hizo este pueblo? ¿Por qué lo has hecho cometer semejante pecado?
22 —Señor mío, no te enojes —contestó Aarón—. Tú bien sabes cuán inclinado al mal es este pueblo. 23 Ellos me dijeron: “Tienes que hacernos dioses que marchen al frente de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, ¡no sabemos qué pudo haberle pasado!”. 24 Yo les contesté que todo el que tuviera joyas de oro se desprendiera de ellas. Ellos me dieron el oro, yo lo eché al fuego, ¡y lo que salió fue este becerro!
25 Al ver Moisés que el pueblo estaba desenfrenado y que Aarón les había permitido desmandarse y convertirse en el hazmerreír de sus enemigos, 26 se puso a la entrada del campamento y dijo: «Todo el que esté de parte del Señor, que se pase de mi lado». Y se le unieron todos los levitas.
27 Entonces dijo Moisés: «El Señor, Dios de Israel, ordena lo siguiente: “Cíñase cada uno la espada y recorra todo el campamento de un extremo al otro, y mate a quien se ponga enfrente, sea hermano, amigo o vecino”». 28 Los levitas hicieron lo que mandó Moisés y aquel día mataron como a tres mil israelitas. 29 Entonces dijo Moisés: «Hoy han recibido ustedes plena autoridad de parte del Señor; él los ha bendecido este día, pues se pusieron en contra de sus propios hijos y hermanos».
30 Al día siguiente, Moisés dijo a los israelitas: «Ustedes han cometido un gran pecado. Pero voy a subir ahora para reunirme con el Señor y tal vez logre yo que Dios perdone su pecado».
31 Volvió entonces Moisés para hablar con el Señor y le dijo:
—¡Qué pecado tan grande ha cometido este pueblo al hacerse dioses[j] de oro! 32 Sin embargo, yo te ruego que perdones su pecado. Pero si no vas a perdonarlos, ¡bórrame del libro que has escrito!
33 El Señor respondió a Moisés:
—Solo borraré de mi libro a quien haya pecado contra mí. 34 Tú ve y lleva al pueblo al lugar del que te hablé. Delante de ti irá mi ángel. Llegará el día en que deba castigarlos por su pecado y entonces los castigaré.
35 Fue así como, por causa del becerro que había hecho Aarón, el Señor lanzó una plaga sobre el pueblo.
Footnotes
- 30:2 Es decir, aprox. 45 cm de largo y de ancho, y 90 cm de alto.
- 30:13 Es decir, aprox. 6 g; también en v. 15.
- 30:13 que … santuario. Lit. según el siclo del santuario, que es de veinte guerás, es decir, 11.5 g.
- 30:23 Es decir, aprox. 6 kg; también en el v. 24.
- 30:23 Es decir, aprox. 3 kg.
- 30:24 el peso oficial. Lit. el siclo.
- 30:24 Es decir, aprox. 3.8 l.
- 31:13 los he consagrado. Alt. los he separado como santos.
- 32:1 dioses que marchen. Alt. un dios que marche; también en v. 23.
- 32:31 dioses. Alt. un dios.
Proverbios 14
Nueva Versión Internacional
14 La mujer sabia edifica su casa;
la necia, con sus manos la destruye.
2 El que va por buen camino teme al Señor;
el que va por malos caminos lo desprecia.
3 De la boca del necio brota arrogancia;
los labios del sabio son su propia protección.
4 Donde no hay bueyes el granero está vacío;
con la fuerza del buey aumenta la cosecha.
5 El testigo veraz jamás miente;
el testigo falso propaga mentiras.
6 El insolente busca sabiduría y no la halla;
para el entendido, el conocimiento es cosa fácil.
7 Mantente a distancia del necio,
pues en sus labios no hallarás conocimiento.
8 La sabiduría del prudente es discernir sus caminos,
pero al necio lo engaña su propia necedad.
9 Los necios hacen mofa de sus propias faltas,
pero entre los íntegros hay buena voluntad.
10 Cada corazón conoce sus propias amarguras,
y ningún extraño comparte su alegría.
11 La casa del malvado será destruida,
pero la morada del justo prosperará.
12 Hay un camino que al hombre le parece recto,
pero acaba por ser camino de muerte.
13 Hasta de reírse duele el corazón
y hay alegrías que acaban en tristezas.
14 El inconstante recibirá todo el pago de su inconstancia;
el hombre bueno, el premio de sus acciones.
15 El inexperto cree todo lo que le dicen;
el prudente se fija por dónde va.
16 El sabio teme al Señor y se aparta del mal,
pero el necio es arrogante y se pasa de confiado.
17 El iracundo actúa neciamente
y el malvado es odiado.
18 Herencia de los inexpertos es la necedad;
corona de los prudentes, el conocimiento.
19 Los malvados se postrarán ante los buenos;
los impíos, ante las puertas de los justos.
20 Al pobre hasta sus amigos lo aborrecen,
pero son muchos los que aman al rico.
21 Es un pecado despreciar al prójimo;
¡dichoso el que se compadece de los pobres!
22 Pierden el camino los que planean el mal,
pero hallan amor y verdad los que hacen el bien.
23 Todo esfuerzo tiene su recompensa,
pero quedarse en las palabras solamente, lleva a la pobreza.
24 La corona del sabio es su riqueza;
la de los necios, su necedad.
25 El testigo veraz salva vidas,
pero el testigo falso miente.
26 El temor del Señor es un baluarte seguro
que sirve de refugio a los hijos.
27 El temor del Señor es fuente de vida
y libera de los lazos de la muerte.
28 Gloria del rey es gobernar a una gran población;
un príncipe sin súbditos está arruinado.
29 El que es paciente muestra gran inteligencia;
el que es agresivo muestra mucha insensatez.
30 El corazón tranquilo da vida al cuerpo,
pero la envidia carcome los huesos.
31 El que oprime al pobre ofende a su Creador,
pero honra a Dios quien se apiada del necesitado.
32 El malvado cae por su propia maldad;
el justo, aun en su muerte, halla refugio en Dios.[a]
33 En el corazón de los entendidos mora la sabiduría,
pero los necios ni siquiera la conocen.[b]
34 La justicia enaltece a una nación,
pero el pecado deshonra a todos los pueblos.
35 El rey favorece al siervo inteligente,
pero descarga su ira sobre el sinvergüenza.
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015, 2022 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo. Used by permission. All rights reserved worldwide.
Bible Gateway Recommends





