Mateo 3
La Palabra (España)
II.— COMIENZOS DEL MINISTERIO DE JESÚS (3,1—4,11)
Predicación de Juan el Bautista (Mc 1,2-8; Lc 3,1-9.16-17; Jn 1,23-27)
3 Por aquel tiempo comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea. 2 Decía:
— Convertíos, porque ya está cerca el reino de los cielos.
3 A este Juan se había referido el profeta Isaías cuando dijo:
 Se oye una voz;
 alguien clama en el desierto:
 “¡Preparad el camino del Señor;
 abrid sendas rectas para él!”.
4 Juan iba vestido de pelo de camello, llevaba un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. 5 Acudían a él gentes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la ribera del Jordán. 6 Confesaban sus pecados, y Juan los bautizaba en las aguas del Jordán. 7 Pero al ver que muchos fariseos y saduceos acudían a recibir el bautismo, Juan les decía:
— ¡Hijos de víbora! ¿Quién os ha avisado para que huyáis del inminente castigo? 8 Demostrad con hechos vuestra conversión 9 y no os hagáis ilusiones pensando que sois descendientes de Abrahán. Porque os digo que Dios puede sacar de estas piedras descendientes de Abrahán. 10 Ya está el hacha preparada para cortar de raíz los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. 11 Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. 12 Llega, bieldo en mano, dispuesto a limpiar su era; guardará el trigo en el granero, mientras que con la paja hará una hoguera que arderá sin fin.
Jesús es bautizado (Mc 1,9-11; Lc 3,21-22)
13 Por aquel tiempo llegó Jesús al Jordán procedente de Galilea para que Juan lo bautizara. 14 Pero Juan se resistía diciendo:
— Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a que yo te bautice?
15 Jesús le contestó:
— ¡Déjalo así por ahora! Es menester que cumplamos lo que Dios ha dispuesto.
Entonces Juan consintió. 16 Una vez bautizado, Jesús salió en seguida del agua. En ese momento se abrieron los cielos y Jesús vio que el Espíritu de Dios descendía como una paloma y se posaba sobre él. 17 Y una voz, proveniente del cielo, decía:
— Este es mi Hijo amado en quien me complazco.
Mateo 3
Dios Habla Hoy
Juan el Bautista en el desierto(A)
3 Por aquel tiempo se presentó Juan el Bautista en el desierto de Judea. 2 En su proclamación decía: «¡Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca!»
3 Juan era aquel de quien Dios había dicho por medio del profeta Isaías:
«Una voz grita en el desierto:
“Preparen el camino del Señor;
ábranle un camino recto.”»
4 La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello, y se la sujetaba al cuerpo con un cinturón de cuero; su comida era langostas y miel del monte. 5 La gente de Jerusalén y todos los de la región de Judea y de la región cercana al Jordán salían a oírle. 6 Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.
7 Pero cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: «¡Raza de víboras! ¿Quién les ha dicho a ustedes que van a librarse del terrible castigo que se acerca? 8 Pórtense de tal modo que se vea claramente que se han vuelto al Señor, 9 y no presuman diciéndose a sí mismos: “Nosotros somos descendientes de Abraham”; porque les aseguro que incluso a estas piedras Dios puede convertirlas en descendientes de Abraham. 10 El hacha ya está lista para cortar los árboles de raíz. Todo árbol que no da buen fruto, se corta y se echa al fuego. 11 Yo, en verdad, los bautizo con agua para invitarlos a que se vuelvan a Dios; pero el que viene después de mí los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco llevarle sus sandalias. 12 Trae su pala en la mano y limpiará el trigo y lo separará de la paja. Guardará su trigo en el granero, pero quemará la paja en un fuego que nunca se apagará.»
Jesús es bautizado(B)
13 Jesús fue de Galilea al río Jordán, donde estaba Juan, para que éste lo bautizara. 14 Al principio Juan quería impedírselo, y le dijo:
—Yo debería ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
15 Jesús le contestó:
—Déjalo así por ahora, pues es conveniente que cumplamos todo lo que es justo ante Dios.
Entonces Juan consintió. 16 En cuanto Jesús fue bautizado y salió del agua, el cielo se le abrió y vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma. 17 Se oyó entonces una voz del cielo, que decía: «Éste es mi Hijo amado, a quien he elegido.»
La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España
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