Mateo 27:34-50
Reina Valera Contemporánea
34 y allí le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero Jesús, después de haberlo probado, no quiso beberlo. 35 Después de que lo crucificaron, echaron suertes para repartirse sus vestidos,(A) con lo que se cumplió lo dicho por el profeta: «Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.» 36 Luego se sentaron a custodiarlo. 37 Sobre su cabeza pusieron su causa escrita: «ÉSTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS». 38 Junto a él crucificaron también a dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda. 39 Los que pasaban lo insultaban, y mientras meneaban la cabeza(B) 40 decían: «Tú, que derribas el templo y en tres días lo reedificas,(C) sálvate a ti mismo. Si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.» 41 Del mismo modo, también se burlaban de él los principales sacerdotes, los escribas, los fariseos y los ancianos. Decían: 42 «Salvó a otros, pero a sí mismo no puede salvarse. Si es el Rey de Israel, que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. 43 Ya que él confió en Dios, pues que Dios lo libre ahora, si lo quiere.(D) Porque él ha dicho: “Soy Hijo de Dios.”» 44 Y también lo insultaban los ladrones que estaban crucificados con él.
45 Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde hubo tinieblas sobre toda la tierra. 46 Cerca de las tres de la tarde, Jesús clamó a gran voz. Decía: «Elí, Elí, ¿lema sabactani?», es decir, «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?»(E) 47 Algunos de los que estaban allí, decían al oírlo: «Está llamando a Elías.» 48 Al instante, uno de ellos corrió y tomó una esponja, la empapó en vinagre y, poniéndola en una caña, le dio a beber.(F) 49 Los otros decían: «Deja, veamos si Elías viene a librarlo.» 50 Pero Jesús, después de clamar nuevamente a gran voz, entregó el espíritu.
Read full chapterCopyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas