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IV.— CAMINO DE JERUSALÉN (19—20)

Enseñanza sobre el matrimonio (Mc 10,1-12; Lc 16,18)

19 Cuando Jesús terminó este discurso, salió de Galilea y se dirigió a la región de Judea situada en la otra orilla del Jordán. Lo seguía mucha gente, y allí mismo curó a los enfermos. En esto, se le acercaron unos fariseos que, para tenderle una trampa, le preguntaron:

— ¿Le está permitido al hombre separarse de su mujer por un motivo cualquiera?

Jesús les contestó:

— Ustedes han leído que Dios, cuando creó al género humano, los hizo hombre y mujer y dijo: Por esta razón dejará el hombre a sus padres, se unirá a una mujer y ambos llegarán a ser como una sola persona. De modo que ya no son dos personas, sino una sola. Por tanto, lo que Dios ha unido, no debe separarlo el ser humano.

Ellos le dijeron:

— Entonces, ¿por qué dispuso Moisés que el marido dé a la mujer un acta de divorcio cuando vaya a separarse de ella?

Jesús les contestó:

— A causa de que ustedes son incapaces de entender los planes de Dios, Moisés consintió en que se separasen de sus esposas; pero al principio no era así. Y yo os digo esto: el que se separe de su mujer (a no ser en caso de inmoralidad sexual) y se case con otra, comete adulterio.

10 Los discípulos dijeron a Jesús:

— Pues si esa es la situación del hombre respecto de la mujer, más vale no casarse.

11 Jesús les contestó:

— No todos pueden comprender lo que digo, sino sólo aquellos a quienes Dios les da la comprensión necesaria. 12 Hay algunos que nacen incapacitados para el matrimonio; a otros los incapacitan los demás convirtiéndolos en eunucos, y otros renuncian al matrimonio a fin de estar más disponibles para el servicio del reino de los cielos. El que pueda aceptar eso, que lo acepte.

Jesús bendice a los niños (Mc 10,13-16; Lc 18,15-17)

13 Por entonces le presentaron unos niños a Jesús para que orara poniendo las manos sobre ellos. Los discípulos reñían a quienes los llevaban, 14 pero Jesús dijo:

— Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es para los que son como ellos.

15 Y después de poner las manos sobre los niños, se fue de allí.

El joven rico (Mc 10,17-31; Lc 18,18-30)

16 En cierta ocasión, un joven vino a ver a Jesús y le preguntó:

— Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para alcanzar la vida eterna?

17 Jesús le respondió:

— ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Sólo uno es bueno. Si quieres entrar en la vida, cumple los mandamientos.

18 Dijo el joven:

— ¿Cuáles?

Jesús le contestó:

No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, 19 honra a tu padre y a tu madre y ama al prójimo como a ti mismo.

20 El joven respondió:

— Todo eso ya lo he cumplido. ¿Qué otra cosa debo hacer?

21 Jesús le dijo:

— Si quieres ser perfecto, vete a vender lo que posees y reparte el producto entre los pobres. Así te harás un tesoro en el cielo. Luego vuelve y sígueme.

22 Cuando el joven oyó esto, se marchó entristecido porque era muy rico. 23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos:

— Les aseguro que a los ricos les va a ser muy difícil entrar en el reino de los cielos. 24 Lo repito a ustedes: es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de los cielos.

25 Los discípulos se quedaron muy sorprendidos al oír esto, y le preguntaron:

— Pues, en ese caso, ¿quién podrá salvarse?

26 Jesús los miró y les dijo:

— Para los seres humanos es imposible, pero para Dios todo es posible.

27 Entonces intervino Pedro y le preguntó:

— Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte; ¿qué recibiremos por ello?

28 Jesús le respondió:

— Les aseguro que el día de la renovación de todas las cosas, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes, los que me han seguido, se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todos los que hayan dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o tierras por causa de mí, recibirán el ciento por uno de beneficio y la herencia de la vida eterna. 30 Muchos que ahora son primeros, serán los últimos, y muchos que ahora son últimos, serán los primeros.

Über Ehescheidung und Ehelosigkeit

19 Und es geschah, als Jesus diese Worte beendet hatte, verließ er Galiläa und kam in das Gebiet von Judäa jenseits des Jordan.

Und es folgte ihm eine große Volksmenge nach, und er heilte sie dort.

Da traten die Pharisäer zu ihm, versuchten ihn und fragten ihn: Ist es einem Mann erlaubt, aus irgendeinem Grund seine Frau zu entlassen?

Er aber antwortete und sprach zu ihnen: Habt ihr nicht gelesen, dass der Schöpfer sie am Anfang als Mann und Frau erschuf

und sprach: »Darum wird ein Mann Vater und Mutter verlassen und seiner Frau anhängen; und die zwei werden ein Fleisch sein«?[a]

So sind sie nicht mehr zwei, sondern ein Fleisch. Was nun Gott zusammengefügt hat, das soll der Mensch nicht scheiden!

Da sprachen sie zu ihm: Warum hat denn Mose befohlen, ihr einen Scheidebrief zu geben und sie so zu entlassen?

Er sprach zu ihnen: Mose hat euch wegen der Härtigkeit eures Herzens erlaubt, eure Frauen zu entlassen; von Anfang an aber ist es nicht so gewesen.

Ich sage euch aber: Wer seine Frau entlässt, es sei denn wegen Unzucht, und eine andere heiratet, der bricht die Ehe; und wer eine Geschiedene heiratet, der bricht die Ehe.

10 Da sprechen seine Jünger zu ihm: Wenn ein Mann solche Pflichten gegen seine Frau hat, so ist es nicht gut, zu heiraten!

11 Er aber sprach zu ihnen: Nicht alle fassen dieses Wort, sondern nur die, denen es gegeben ist.

12 Denn es gibt Verschnittene[b], die von Mutterleib so geboren sind; und es gibt Verschnittene, die von Menschen verschnitten sind; und es gibt Verschnittene, die sich selbst verschnitten haben um des Reiches der Himmel willen. Wer es fassen kann, der fasse es!

Jesus segnet die Kinder

13 Da wurden Kinder zu ihm gebracht, damit er die Hände auf sie lege und bete. Die Jünger aber tadelten sie.

14 Aber Jesus sprach: Lasst die Kinder und wehrt ihnen nicht, zu mir zu kommen; denn solcher ist das Reich der Himmel![c]

15 Und nachdem er ihnen die Hände aufgelegt hatte, zog er von dort weg.

Der reiche Jüngling

16 Und siehe, einer trat herzu und fragte ihn: Guter Meister, was soll ich Gutes tun, um das ewige Leben zu erlangen?

17 Er aber sprach zu ihm: Was nennst du mich gut? Niemand ist gut als Gott allein! Willst du aber in das Leben eingehen, so halte die Gebote!

18 Er sagt zu ihm: Welche? Jesus aber sprach: Das »Du sollst nicht töten! Du sollst nicht ehebrechen! Du sollst nicht stehlen! Du sollst nicht falsches Zeugnis reden!

19 Ehre deinen Vater und deine Mutter!«[d] und »Du sollst deinen Nächsten lieben wie dich selbst!«[e]

20 Der junge Mann spricht zu ihm: Das habe ich alles gehalten von meiner Jugend an; was fehlt mir noch?

21 Jesus sprach zu ihm: Willst du vollkommen sein, so geh hin, verkaufe, was du hast, und gib es den Armen, so wirst du einen Schatz im Himmel haben; und komm, folge mir nach!

22 Als aber der junge Mann das Wort hörte, ging er betrübt davon; denn er hatte viele Güter.

23 Da sprach Jesus zu seinen Jüngern: Wahrlich, ich sage euch: Ein Reicher hat es schwer, in das Reich der Himmel hineinzukommen!

24 Und wiederum sage ich euch: Es ist leichter, dass ein Kamel durch ein Nadelöhr geht, als dass ein Reicher in das Reich Gottes hineinkommt!

25 Als seine Jünger das hörten, entsetzten sie sich sehr und sprachen: Wer kann dann überhaupt gerettet werden?

26 Jesus aber sah sie an und sprach zu ihnen: Bei den Menschen ist dies unmöglich; aber bei Gott sind alle Dinge möglich.

Vom Lohn der Nachfolge Jesu

27 Da antwortete Petrus und sprach zu ihm: Siehe, wir haben alles verlassen und sind dir nachgefolgt; was wird uns dafür zuteil?

28 Jesus aber sprach zu ihnen: Wahrlich, ich sage euch: Ihr, die ihr mir nachgefolgt seid, werdet in der Wiedergeburt, wenn der Sohn des Menschen auf dem Thron seiner Herrlichkeit sitzen wird, auch auf zwölf Thronen sitzen und die zwölf Stämme Israels richten.

29 Und jeder, der Häuser oder Brüder oder Schwestern oder Vater oder Mutter oder Frau oder Kinder oder Äcker verlassen hat um meines Namens willen, der wird es hundertfältig empfangen und das ewige Leben erben.

30 Aber viele von den Ersten werden Letzte, und Letzte werden Erste sein.

Footnotes

  1. (19,5) 1Mo 2,24.
  2. (19,12) w. Eunuchen, hier übertragen für Ehelosigkeit (vgl. 1Kor 7).
  3. (19,14) d.h. solche haben Anteil am Reich Gottes.
  4. (19,19) 2Mo 20,14-16.
  5. (19,19) 3Mo 19,18.

Jesús enseña sobre el divorcio(A)

19 Después de decir estas cosas, Jesús se fue de Galilea y llegó a la región de Judea que está al oriente del Jordán. Mucha gente lo siguió, y allí sanó a los enfermos.

Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le preguntaron:

—¿Le está permitido a uno divorciarse de su esposa por un motivo cualquiera?

Jesús les contestó:

—¿No han leído ustedes en la Escritura que el que los creó en el principio, “hombre y mujer los creó”? Y dijo: “Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona.” Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.

Ellos le preguntaron:

—¿Por qué, pues, mandó Moisés darle a la esposa un certificado de divorcio, y despedirla así?

Jesús les dijo:

—Precisamente por lo tercos que son ustedes, Moisés les permitió divorciarse de su esposa; pero al principio no fue de esa manera. Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio.

10 Le dijeron sus discípulos:

—Si éste es el caso del hombre en relación con su esposa, no conviene casarse.

11 Jesús les contestó:

—No todos pueden comprender esto, sino únicamente aquellos a quienes Dios les ha dado que lo comprendan. 12 Hay diferentes razones que impiden a los hombres casarse: unos ya nacen incapacitados para el matrimonio, a otros los incapacitan los hombres, y otros viven como incapacitados por causa del reino de los cielos. El que pueda entender esto, que lo entienda.

Jesús bendice a los niños(B)

13 Llevaron unos niños a Jesús, para que pusiera sobre ellos las manos y orara por ellos; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los llevaban. 14 Entonces Jesús dijo:

—Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.

15 Puso las manos sobre los niños, y se fue de aquel lugar.

Un joven rico habla con Jesús(C)

16 Un joven fue a ver a Jesús, y le preguntó:

—Maestro, ¿qué cosa buena debo hacer para tener vida eterna?

17 Jesús le contestó:

—¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Bueno solamente hay uno. Pero si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.

18 —¿Cuáles? —preguntó el joven.

Y Jesús le dijo:

—“No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, 19 honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.”

20 —Todo eso ya lo he cumplido —dijo el joven—. ¿Qué más me falta?

21 Jesús le contestó:

—Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme.

22 Cuando el joven oyó esto, se fue triste, porque era muy rico.

23 Jesús dijo entonces a sus discípulos:

—Les aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. 24 Les repito que es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios.

25 Al oírlo, sus discípulos se asombraron más aún, y decían:

—Entonces, ¿quién podrá salvarse?

26 Jesús los miró y les contestó:

—Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible.

27 Pedro le dijo entonces:

—Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido. ¿Qué vamos a recibir?

28 Jesús les respondió:

—Les aseguro que cuando llegue el tiempo en que todo sea renovado, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todos los que por causa mía hayan dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o terrenos, recibirán cien veces más, y también recibirán la vida eterna. 30 Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros.

El divorcio(A)

19 Cuando Jesús acabó de decir estas cosas, salió de Galilea y se fue a la región de Judea, al otro lado del Jordán. Lo siguieron grandes multitudes y sanó allí a los enfermos.

Algunos fariseos se acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:

—¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo?

—¿No han leído —respondió Jesús— que en el principio el Creador “los creó hombre y mujer”[a] y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos llegarán a ser uno solo”?[b] Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.

Ellos replicaron:

—¿Por qué, entonces, mandó Moisés que un hombre diera a su esposa un certificado de divorcio y la despidiera?

—Moisés les permitió a ustedes divorciarse de sus esposas por lo obstinados que son[c] —respondió Jesús—. Pero no fue así desde el principio. Les digo que, excepto en caso de inmoralidad sexual, el que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio.

10 —Si tal es la situación entre esposo y esposa —comentaron los discípulos—, es mejor no casarse.

11 —No todos pueden comprender este asunto —respondió Jesús—, sino solo aquellos a quienes se les ha concedido entenderlo. 12 Pues algunos son eunucos porque nacieron así; a otros los hicieron así los hombres; y otros se han hecho así por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte.

Jesús y los niños(B)

13 Llevaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara por ellos, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban.

14 Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos». 15 Después de poner las manos sobre ellos, se fue de allí.

El joven rico(C)

16 Sucedió que un joven se acercó a Jesús y le preguntó:

—Maestro, ¿qué es lo bueno que debo hacer para obtener la vida eterna?

17 —¿Por qué me preguntas sobre lo que es bueno?[d] —respondió Jesús—. Solamente hay uno que es bueno. Si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.

18 —¿Cuáles? —preguntó el joven.

Contestó Jesús:

—“No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, 19 honra a tu padre y a tu madre”[e] y “ama a tu prójimo como a ti mismo”.[f]

20 —Todos esos los he cumplido[g] —dijo el joven—. ¿Qué más me falta?

21 Jesús respondió:

—Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

22 Cuando el joven oyó esto, se fue triste porque tenía muchas riquezas.

23 —Les aseguro —comentó Jesús a sus discípulos— que es difícil para un rico entrar en el reino de los cielos. 24 De hecho, le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.

25 Al oír esto, los discípulos quedaron asombrados y decían:

—En ese caso, ¿quién podrá salvarse?

26 —Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, mas para Dios todo es posible.

27 —¡Mira, nosotros lo hemos dejado todo por seguirte! —le dijo Pedro—. ¿Y qué ganamos con eso?

28 —Les aseguro —respondió Jesús— que en la renovación de todas las cosas, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que por mi causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre,[h] hijos o terrenos recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. 30 Pero muchos de los primeros serán últimos y los últimos serán primeros.

Footnotes

  1. 19:4 Gn 1:27.
  2. 19:5 Gn 2:24.
  3. 19:8 por lo obstinados que son. Lit. por su dureza de corazón.
  4. 19:17 ¿Por qué … bueno? Var. ¿Por qué me llamas bueno?
  5. 19:19 Éx 20:12-16; Dt 5:16-20.
  6. 19:19 Lv 19:18.
  7. 19:20 cumplido. Var. cumplido desde mi juventud.
  8. 19:29 madre. Var. madre, esposa.

Divorce(A)

19 When Jesus had finished saying these things,(B) he left Galilee and went into the region of Judea to the other side of the Jordan. Large crowds followed him, and he healed them(C) there.

Some Pharisees came to him to test him. They asked, “Is it lawful for a man to divorce his wife(D) for any and every reason?”

“Haven’t you read,” he replied, “that at the beginning the Creator ‘made them male and female,’[a](E) and said, ‘For this reason a man will leave his father and mother and be united to his wife, and the two will become one flesh’[b]?(F) So they are no longer two, but one flesh. Therefore what God has joined together, let no one separate.”

“Why then,” they asked, “did Moses command that a man give his wife a certificate of divorce and send her away?”(G)

Jesus replied, “Moses permitted you to divorce your wives because your hearts were hard. But it was not this way from the beginning. I tell you that anyone who divorces his wife, except for sexual immorality, and marries another woman commits adultery.”(H)

10 The disciples said to him, “If this is the situation between a husband and wife, it is better not to marry.”

11 Jesus replied, “Not everyone can accept this word, but only those to whom it has been given.(I) 12 For there are eunuchs who were born that way, and there are eunuchs who have been made eunuchs by others—and there are those who choose to live like eunuchs for the sake of the kingdom of heaven. The one who can accept this should accept it.”

The Little Children and Jesus(J)

13 Then people brought little children to Jesus for him to place his hands on them(K) and pray for them. But the disciples rebuked them.

14 Jesus said, “Let the little children come to me, and do not hinder them, for the kingdom of heaven belongs(L) to such as these.”(M) 15 When he had placed his hands on them, he went on from there.

The Rich and the Kingdom of God(N)

16 Just then a man came up to Jesus and asked, “Teacher, what good thing must I do to get eternal life(O)?”(P)

17 “Why do you ask me about what is good?” Jesus replied. “There is only One who is good. If you want to enter life, keep the commandments.”(Q)

18 “Which ones?” he inquired.

Jesus replied, “‘You shall not murder, you shall not commit adultery,(R) you shall not steal, you shall not give false testimony, 19 honor your father and mother,’[c](S) and ‘love your neighbor as yourself.’[d](T)

20 “All these I have kept,” the young man said. “What do I still lack?”

21 Jesus answered, “If you want to be perfect,(U) go, sell your possessions and give to the poor,(V) and you will have treasure in heaven.(W) Then come, follow me.”

22 When the young man heard this, he went away sad, because he had great wealth.

23 Then Jesus said to his disciples, “Truly I tell you, it is hard for someone who is rich(X) to enter the kingdom of heaven. 24 Again I tell you, it is easier for a camel to go through the eye of a needle than for someone who is rich to enter the kingdom of God.”

25 When the disciples heard this, they were greatly astonished and asked, “Who then can be saved?”

26 Jesus looked at them and said, “With man this is impossible, but with God all things are possible.”(Y)

27 Peter answered him, “We have left everything to follow you!(Z) What then will there be for us?”

28 Jesus said to them, “Truly I tell you, at the renewal of all things, when the Son of Man sits on his glorious throne,(AA) you who have followed me will also sit on twelve thrones, judging the twelve tribes of Israel.(AB) 29 And everyone who has left houses or brothers or sisters or father or mother or wife[e] or children or fields for my sake will receive a hundred times as much and will inherit eternal life.(AC) 30 But many who are first will be last, and many who are last will be first.(AD)

Footnotes

  1. Matthew 19:4 Gen. 1:27
  2. Matthew 19:5 Gen. 2:24
  3. Matthew 19:19 Exodus 20:12-16; Deut. 5:16-20
  4. Matthew 19:19 Lev. 19:18
  5. Matthew 19:29 Some manuscripts do not have or wife.