¹¹ Jesús les dijo: «No todos pueden aceptar este precepto^(A), sino solo aquellos a quienes les ha sido dado^(B).

²³ Él les dijo*: «Mi copa ciertamente beberán^(A), pero el sentarse a Mi derecha y a Mi izquierda no es Mío el concederlo, sino que es para quienes^(B) ha sido preparado por Mi Padre^(C)».

⁶⁵ También decía: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a Mí si no se lo ha concedido^(A) el Padre^(B)».

¹⁰ Pero Dios nos las reveló^(A) por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña^(B), aun las profundidades de Dios^(C).

²⁷ A estos Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria^(A) de este misterio^(B) entre los gentiles, que es Cristo en ustedes^(C), la esperanza^(D) de la gloria.

²⁰ Pero^[a] ustedes tienen la unción^(A) del Santo^(B), y todos ustedes lo saben^(C).

²⁷ En cuanto a ustedes, la unción que recibieron de Él permanece en ustedes^(A), y no tienen necesidad de que nadie les enseñe. Pero así como Su unción les enseña acerca de todas las cosas^(B), y es verdadera y no mentira^(C), y así como les ha enseñado, ustedes permanecen^[a] en Él.