Mateo 13:31-58

La Biblia de las Américas

Parábola del grano de mostaza

³¹ Les refirió otra parábola, diciendo: ^(A)El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza^(B), que un hombre tomó y sembró en su campo, ³² y que de todas las semillas es la más pequeña; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de modo que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas^(C).

Parábola de la levadura

³³ Les dijo otra parábola: ^(D)El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas^[a] de harina hasta que todo quedó fermentado^(E).

³⁴ Todo esto habló Jesús en parábolas a las multitudes, y nada les hablaba sin parábola^(F), ³⁵ para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta, cuando dijo:

Explicación de la parábola del trigo y la cizaña

³⁶ Entonces dejó a la multitud y entró en la casa^(H). Y se le acercaron sus discípulos, diciendo: Explícanos la parábola de la cizaña del campo^(I). ³⁷ Y respondiendo Él, dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre^(J), ³⁸ y el campo es el mundo; y la buena semilla son^[b] los hijos del reino^(K), y la cizaña son los hijos^(L) del maligno^(M); ³⁹ y el enemigo que la sembró es el diablo, y la siega es el fin^[c] del mundo^[d](N), y los segadores son los ángeles. ⁴⁰ Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el fin^[e] del mundo^[f](O). ⁴¹ El Hijo del Hombre^(P) enviará a sus ángeles^(Q), y recogerán de su reino a todos los que son piedra de tropiezo^[g] y a los que hacen iniquidad^(R); ⁴² y los echarán en el horno de fuego^(S); allí será el llanto y el crujir de dientes^(T). ⁴³ Entonces los justos resplandecerán como el sol^(U) en el reino de su Padre. El que tiene oídos^[h], que oiga^(V).

Parábolas del tesoro escondido y la perla de gran valor

⁴⁴ El reino de los cielos^(W) es semejante a un tesoro escondido en el campo, que al encontrarlo un hombre, lo vuelve a esconder, y de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene^(X) y compra aquel campo.

⁴⁵ El reino de los cielos^(Y) también es semejante a un mercader que busca perlas finas, ⁴⁶ y al encontrar una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.

Parábola de la red barredera

⁴⁷ El reino de los cielos^(Z) también es semejante a una red barredera que se echó en el mar, y recogió peces de toda clase; ⁴⁸ y cuando se llenó, la sacaron a la playa; y se sentaron y recogieron los peces buenos en canastas^[i], pero echaron fuera los malos. ⁴⁹ Así será en el fin^[j] del mundo^[k](AA); los ángeles saldrán, y sacarán^[l] a los malos de entre los justos, ⁵⁰ y los arrojarán en el horno de fuego^(AB); allí será el llanto y el crujir de dientes^(AC).

Parábola del dueño de casa

⁵¹ ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos le dijeron*: Sí. ⁵² Y Él les dijo: Por eso todo escriba que se ha convertido en un discípulo del reino de los cielos es semejante al^[m] dueño de casa que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.

Jesús enseña en Nazaret

⁵³ Y sucedió que cuando Jesús terminó estas parábolas, se fue de allí^(AD). ^54 (AE)Y llegando a su pueblo, les enseñaba en su sinagoga^(AF), de tal manera que se maravillaban^(AG) y decían: ¿Dónde obtuvo este esta sabiduría y estos poderes milagrosos^[n]? ⁵⁵ ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos^(AH) Jacobo^[o], José, Simón y Judas? ⁵⁶ ¿No están todas sus hermanas^(AI) con nosotros? ¿Dónde, pues, obtuvo este todas estas cosas? ⁵⁷ Y se escandalizaban a causa de Él^(AJ). Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa^(AK). ⁵⁸ Y no hizo muchos milagros^[p] allí a causa de la incredulidad de ellos.