Lucas 14:7-17:10
La Biblia de las Américas
Lección sobre la humildad
7 Y comenzó a referir una parábola a los invitados, cuando advirtió cómo escogían los lugares de honor a la mesa(A), diciéndoles: 8 Cuando seas invitado por alguno a un banquete de bodas, no tomes[a] el lugar de honor(B), no sea que él haya invitado a otro más distinguido que tú, 9 y viniendo el que te invitó a ti y a él, te diga: «Dale el lugar a este»; y entonces, avergonzado(C), tengas que irte al[b] último lugar. 10 Sino que cuando seas invitado, ve y siéntate[c] en el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó, te diga: «Amigo, ven más adelante[d](D)»; entonces serás honrado delante de todos los que se sientan[e] a la mesa contigo. 11 Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille será ensalzado(E).
12 Y dijo también al que le había convidado: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu[f] recompensa. 13 Antes bien, cuando ofrezcas un banquete, llama a pobres, mancos[g], cojos, ciegos, 14 y serás bienaventurado[h], ya que ellos no tienen para recompensarte; pues tú serás recompensado en la resurrección de los justos(F).
Parábola de la gran cena
15 Cuando uno de los que estaban sentados[i] con Él a la mesa oyó esto, le dijo: ¡Bienaventurado[j] todo el que coma pan en el reino de Dios(G)! 16 (H)Pero Él le dijo: Cierto hombre dio una gran cena, e invitó a muchos; 17 y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los que habían sido invitados: «Venid, porque ya todo está preparado». 18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero le dijo: «He comprado un terreno[k] y necesito ir a verlo; te ruego que me excuses». 19 Y otro dijo: «He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos; te ruego que me excuses». 20 También otro dijo: «Me he casado, y por eso no puedo ir(I)». 21 Cuando el siervo regresó, informó de todo esto a su señor. Entonces, enojado el dueño de la casa, dijo a su siervo: «Sal enseguida por las calles y callejones de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos[l], los ciegos y los cojos». 22 Y el siervo dijo: «Señor, se ha hecho lo que ordenaste, y todavía hay lugar». 23 Entonces el señor dijo al siervo: «Sal a los caminos y por los cercados, y oblígalos a entrar para que se llene mi casa. 24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron invitados probará mi cena».
El costo del discipulado
25 Grandes multitudes le acompañaban; y Él, volviéndose, les dijo: 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece[m] a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo(J). 27 El que no carga su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo(K). 28 Porque, ¿quién de vosotros, deseando edificar una torre, no se sienta primero y calcula el costo, para ver si tiene lo suficiente para terminarla? 29 No sea que cuando haya echado los cimientos y no pueda terminar, todos los que lo vean comiencen a burlarse de él, 30 diciendo: «Este hombre comenzó a edificar y no pudo terminar». 31 ¿O qué rey, cuando sale al encuentro de otro rey para la batalla, no se sienta primero y delibera si con diez mil hombres es bastante fuerte como para enfrentarse al que viene contra él con veinte mil(L)? 32 Y si no, cuando el otro todavía está lejos, le envía una delegación[n] y pide condiciones de paz. 33 Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todas sus posesiones, no puede ser mi discípulo(M). 34 Por tanto, buena es la sal, pero si también la sal ha perdido su sabor, ¿con qué será sazonada(N)? 35 No es útil ni para la tierra ni para el muladar; la arrojan fuera. El que tenga oídos para oír, que oiga(O).
Parábola de la oveja perdida
15 Todos los recaudadores de impuestos[o](P) y los pecadores se acercaban a Jesús[p] para oírle; 2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este recibe a los pecadores y come con ellos(Q).
3 Entonces Él les refirió esta parábola, diciendo: 4 ¿(R)Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, no deja las noventa y nueve en el campo[q] y va tras la que está perdida hasta que la halla? 5 Al encontrarla, la pone sobre sus hombros, gozoso; 6 y cuando llega a su casa, reúne a los amigos y a los vecinos, diciéndoles: «Alegraos conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido». 7 Os digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.
Parábola de la moneda perdida
8 ¿O qué mujer, si tiene diez monedas de plata[r] y pierde una moneda, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado hasta hallarla? 9 Cuando la encuentra, reúne a las amigas y vecinas, diciendo: «Alegraos conmigo porque he hallado la moneda que había perdido». 10 De la misma manera, os digo, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente(S).
Parábola del hijo pródigo
11 Y Jesús dijo: Cierto hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos le dijo al padre: «Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde(T)». Y él les repartió sus bienes[s](U). 13 No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente. 14 Cuando lo había gastado todo, vino una gran hambre en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 15 Entonces fue y se acercó[t] a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. 16 Y deseaba llenarse el estómago[u] de[v] las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. 17 Entonces, volviendo en sí, dijo: «¡Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; 19 ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como uno de tus trabajadores”». 20 Y levantándose, fue a su padre. Y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó[w](V). 21 Y el hijo le dijo: «Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo[x]». 22 Pero el padre dijo a sus siervos: «Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo(W), y poned un anillo en su mano(X) y sandalias en los pies; 23 y traed el becerro engordado, matadlo, y comamos y regocijémonos; 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado(Y)». Y comenzaron a regocijarse. 25 Y su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la casa, oyó música y danzas. 26 Y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era todo aquello. 27 Y él le dijo: «Tu hermano ha venido, y tu padre ha matado el becerro engordado porque lo ha recibido sano y salvo». 28 Entonces él se enojó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba que entrara. 29 Pero respondiendo él, le dijo al padre: «Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos; 30 pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes[y] con rameras(Z), mataste para él el becerro engordado». 31 Y él le dijo: «Hijo mío, tú siempre has estado[z] conmigo, y todo lo mío es tuyo. 32 Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este, tu hermano, estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado(AA)».
El mayordomo infiel
16 Decía también Jesús a los discípulos: Había cierto hombre rico que tenía un mayordomo; y este fue acusado ante él de derrochar sus bienes(AB). 2 Entonces lo llamó y le dijo: «¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque no puedes ser más mayordomo». 3 Y el mayordomo se dijo a sí mismo: «¿Qué haré? Pues mi señor me quita la administración. No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza mendigar. 4 Ya sé[aa] lo que haré, para que cuando se me destituya de la administración me reciban en sus casas». 5 Y llamando a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: «¿Cuánto le debes a mi señor?». 6 Y él dijo: «Cien barriles[ab] de aceite». Y le dijo: «Toma tu factura, siéntate pronto y escribe cincuenta». 7 Después dijo a otro: «Y tú, ¿cuánto debes?». Y él respondió: «Cien medidas[ac] de trigo». Él le dijo*: «Toma tu factura y escribe ochenta». 8 El señor elogió al mayordomo injusto porque había procedido con sagacidad, pues los hijos de este siglo(AC) son más sagaces en las relaciones con sus semejantes[ad] que los hijos de la luz(AD). 9 Y yo os digo: Haceos amigos por medio de las riquezas[ae](AE) injustas(AF), para que cuando falten, os reciban en las moradas eternas(AG). 10 El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho(AH); y el que es injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho. 11 Por tanto, si no habéis sido fieles en el uso de las riquezas[af] injustas(AI), ¿quién os confiará las riquezas verdaderas? 12 Y si no habéis sido fieles en el uso de lo ajeno, ¿quién os dará lo que es vuestro[ag]? 13 Ningún siervo[ah] puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas[ai](AJ).
Los fariseos y la ley
14 Los fariseos, que eran amantes del dinero(AK), oían todas estas cosas y se burlaban de Él(AL). 15 Y Él les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos(AM) ante los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones(AN), porque lo que entre los hombres es de alta estima, abominable es delante de Dios. 16 La ley y los profetas se proclamaron hasta Juan(AO); desde entonces se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios(AP), y todos se esfuerzan por entrar en él. 17 Pero más fácil es que el cielo y la tierra pasen, que un ápice[aj] de la ley deje de cumplirse[ak](AQ). 18 Todo el que se divorcia de[al] su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la que está divorciada del[am] marido, comete adulterio(AR).
El rico y Lázaro
19 Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez. 20 Y un pobre llamado Lázaro yacía a su puerta(AS) cubierto de llagas, 21 ansiando saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; además, hasta los perros venían y le lamían las llagas. 22 Y sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno(AT) de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado. 23 En el Hades[an](AU) alzó[ao] sus ojos, estando en tormentos, y vio* a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno. 24 Y gritando, dijo: «Padre Abraham(AV), ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama(AW)». 25 Pero Abraham le dijo: «Hijo, recuerda que durante tu vida recibiste tus bienes(AX), y Lázaro, igualmente, males; pero ahora él es consolado aquí, y tú estás en agonía. 26 Y además de[ap] todo esto, hay un gran abismo puesto entre nosotros y vosotros, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros no puedan, y tampoco nadie pueda[aq] cruzar de allá a nosotros». 27 Entonces él dijo: «Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, 28 pues tengo cinco hermanos, de modo que él los prevenga[ar](AY), para que ellos no vengan también a este lugar de tormento». 29 Pero Abraham dijo*: «Ellos tienen a Moisés y a los profetas(AZ); que los oigan». 30 Y él dijo: «No, padre Abraham(BA), sino que si alguno va a ellos de entre los muertos, se arrepentirán». 31 Mas Abraham le contestó: «Si no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán si alguno se levanta de entre los muertos».
Advertencias a los discípulos
17 Y Jesús dijo a sus discípulos: Es inevitable que vengan tropiezos[as], pero ¡ay de aquel por quien vienen(BB)! 2 Mejor le sería si se le colgara una piedra de molino al cuello y fuera arrojado al mar, que hacer tropezar[at] a uno de estos pequeños(BC). 3 ¡Tened cuidado[au]! Si tu hermano peca, repréndelo(BD); y si se arrepiente, perdónalo. 4 Y si peca contra ti siete veces al día, y vuelve a ti siete veces, diciendo: «Me arrepiento», perdónalo[av](BE).
La fe y el servicio
5 Y los apóstoles(BF) dijeron al Señor(BG): ¡Auméntanos la fe! 6 Entonces el Señor(BH) dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza(BI), diríais a este sicómoro(BJ): «Desarráigate y plántate en el mar». Y os obedecería[aw]. 7 ¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando ovejas, y cuando regresa del campo, le dice: «Ven enseguida y siéntate[ax] a comer»? 8 ¿No le dirá más bien: «Prepárame algo para cenar, y vístete[ay] adecuadamente, y sírveme(BK) hasta que haya comido y bebido; y después[az] comerás y beberás tú»? 9 ¿Acaso le da las gracias al siervo porque hizo lo que se le ordenó? 10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha ordenado, decid: «Siervos inútiles somos; hemos hecho solo lo que debíamos haber hecho».
Footnotes
- Lucas 14:8 Lit., no te recuestes en
- Lucas 14:9 O, comiences a ocupar el
- Lucas 14:10 Lit., recuéstate
- Lucas 14:10 Lit., sube más arriba
- Lucas 14:10 Lit., se reclinan
- Lucas 14:12 Lit., y te sea hecha
- Lucas 14:13 O, lisiados
- Lucas 14:14 O, dichoso
- Lucas 14:15 Lit., reclinados
- Lucas 14:15 O, Dichoso
- Lucas 14:18 O, campo
- Lucas 14:21 O, lisiados
- Lucas 14:26 I.e., en comparación a su amor por Él
- Lucas 14:32 O, embajada
- Lucas 15:1 O, publicanos; i.e., los que explotaban la recaudación de los impuestos romanos
- Lucas 15:1 Lit., El
- Lucas 15:4 Lit., desierto
- Lucas 15:8 Gr., dracmas; una dracma equivalía al salario de un día
- Lucas 15:12 Lit., los medios de vida
- Lucas 15:15 Lit., se unió
- Lucas 15:16 Lit., vientre
- Lucas 15:16 Muchos mss. antiguos dicen: deseaba saciarse de
- Lucas 15:20 Lit., lo besó una y otra vez
- Lucas 15:21 Algunos mss. antiguos agregan: Hazme como uno de tus trabajadores
- Lucas 15:30 Lit., tus medios de vida
- Lucas 15:31 Lit., estás
- Lucas 16:4 Lit., He llegado al conocimiento de
- Lucas 16:6 Gr., batos; medida de 37 litros
- Lucas 16:7 Gr., coros; medida de 370 litros
- Lucas 16:8 Lit., su generación
- Lucas 16:9 Gr., mamonás
- Lucas 16:11 Gr., mamonás
- Lucas 16:12 Algunos mss. dicen: nuestro
- Lucas 16:13 O, criado
- Lucas 16:13 Gr., mamonás
- Lucas 16:17 O, una tilde
- Lucas 16:17 Lit., caiga
- Lucas 16:18 O, repudia a
- Lucas 16:18 O, la repudiada por el
- Lucas 16:23 I.e., la región de los muertos
- Lucas 16:23 Lit., habiendo alzado
- Lucas 16:26 Lit., Y en
- Lucas 16:26 Lit., ni puedan
- Lucas 16:28 O, les testifique
- Lucas 17:1 O, escándalos
- Lucas 17:2 O, escandalizar
- Lucas 17:3 Lit., Cuidaos de vosotros mismos
- Lucas 17:4 Lit., lo perdonarás
- Lucas 17:6 O, hubiera obedecido
- Lucas 17:7 Lit., recuéstate
- Lucas 17:8 Lit., cíñete
- Lucas 17:8 Lit., después de esto