Juan 6:22-71

La Biblia de las Américas

Jesús, el pan de la vida

²² Al día siguiente, la multitud^(A) que había quedado al otro lado del mar se dio cuenta de^[a] que allí no había^[b] más que una barca, y que Jesús no había entrado en ella^[c] con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían ido solos^(B). ²³ Vinieron otras barcas de Tiberias^(C) cerca del lugar donde habían comido el pan después de que el Señor^(D) había dado gracias^(E). ²⁴ Por tanto, cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y se fueron a Capernaúm^(F) buscando a Jesús. ²⁵ Cuando le hallaron al otro lado del mar, le dijeron: Rabí^[d](G), ¿cuándo llegaste acá? ²⁶ Jesús les respondió y dijo: En verdad, en verdad os digo: me buscáis^(H), no porque hayáis visto señales^[e](I), sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. ²⁷ Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece^(J) para vida eterna^(K), el cual el Hijo del Hombre^(L) os dará, porque a este es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello^(M). ²⁸ Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer^[f] para poner en práctica las obras de Dios? ²⁹ Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios: que creáis^(N) en el que Él ha enviado^(O). ³⁰ Le dijeron entonces: ¿Qué, pues, haces tú como señal^[g](P) para que veamos y te creamos? ¿Qué obra haces? ³¹ Nuestros padres comieron el maná en el desierto^(Q), como está escrito: «Les dio a comer pan del cielo^(R)». ³² Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. ³³ Porque el pan de Dios es el^[h] que baja del cielo^(S), y da vida al mundo. ³⁴ Entonces le dijeron: Señor, danos siempre este pan^(T). ³⁵ Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida^(U); el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed^(V). ³⁶ Pero ya os dije que aunque me habéis visto^(W), no creéis. ³⁷ Todo lo que el Padre me da^(X), vendrá a mí; y al que viene a mí, de ningún modo lo echaré fuera. ³⁸ Porque he descendido del cielo^(Y), no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió^(Z). ³⁹ Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que Él me ha dado^(AA) yo no pierda nada^(AB), sino que lo resucite en el día final^(AC). ⁴⁰ Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo^(AD) y cree en Él, tenga vida eterna^(AE), y yo mismo lo resucitaré en el día final^(AF).

Murmuración de los judíos

⁴¹ Por eso los judíos^(AG) murmuraban de Él, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo^(AH). ⁴² Y decían: ¿No es este Jesús, el hijo de José^(AI), cuyo padre y madre nosotros conocemos^(AJ)? ¿Cómo es que ahora dice: «Yo he descendido del cielo^(AK)»? ⁴³ Respondió Jesús y les dijo: No murmuréis entre vosotros. ⁴⁴ Nadie puede venir a mí si no lo trae^[i](AL) el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final^(AM). ⁴⁵ Escrito está en los profetas^(AN): «Y todos serán enseñados por Dios^(AO)». Todo el que ha oído y aprendido del Padre, viene a mí. ⁴⁶ No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que viene^[j] de Dios, este ha visto al Padre^(AP). ⁴⁷ En verdad, en verdad os digo: el que cree^[k], tiene vida eterna^(AQ). ⁴⁸ Yo soy el pan de la vida^(AR). ⁴⁹ Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron^(AS). ⁵⁰ Este es el pan que desciende del cielo^(AT), para que el que coma de él, no muera^(AU). ⁵¹ Yo soy el pan vivo^(AV) que descendió del cielo^(AW); si alguno come de este pan, vivirá para siempre^(AX); y el pan que yo también daré por la vida del mundo^(AY) es mi carne^(AZ).

⁵² Los judíos^(BA) entonces contendían entre sí^(BB), diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne? ⁵³ Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre^(BC) y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. ⁵⁴ El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final^(BD). ⁵⁵ Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. ⁵⁶ El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él^(BE). ⁵⁷ Como el Padre que vive^(BF) me envió^(BG), y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. ⁵⁸ Este es el pan que descendió del cielo^(BH); no como el que vuestros^[l] padres comieron, y murieron^(BI); el que come este pan vivirá para siempre^(BJ). ⁵⁹ Esto dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba^(BK) en Capernaúm^(BL).

Reacción de los discípulos

⁶⁰ Por eso muchos de sus discípulos^(BM), cuando oyeron esto, dijeron: Dura es esta declaración^(BN); ¿quién puede escucharla? ⁶¹ Pero Jesús, sabiendo^(BO) en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza^[m](BP)? ⁶² ¿Pues qué si vierais al Hijo del Hombre^(BQ) ascender adonde antes estaba^(BR)? ⁶³ El Espíritu es el que da vida^(BS); la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida^(BT). ⁶⁴ Pero hay algunos de vosotros que no creéis^(BU). Porque Jesús sabía^(BV) desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que le iba a traicionar^[n](BW). ⁶⁵ Y decía: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo ha concedido^(BX) el Padre^(BY).

⁶⁶ Como resultado de esto muchos de sus discípulos^(BZ) se apartaron^(CA) y ya no andaban con Él. ⁶⁷ Entonces Jesús dijo a los doce^(CB): ¿Acaso queréis vosotros iros también? ⁶⁸ Simón Pedro^(CC) le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna^(CD). ⁶⁹ Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios^(CE). ⁷⁰ Jesús les respondió: ¿No os escogí^(CF) yo a vosotros, los doce^(CG), y sin embargo uno de vosotros es un diablo^(CH)? ⁷¹ Y Él se refería a Judas, hijo de Simón Iscariote^(CI), porque este, uno de los doce^(CJ), le iba a entregar^[o](CK).