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La oración de Jonás

(2) Entonces Jonás oró al Señor su Dios desde dentro del pez, (3) diciendo:

«En mi angustia clamé a ti, Señor,
y tú me respondiste.
Desde las profundidades de la muerte
clamé a ti, y tú me oíste.
(4) Me arrojaste a lo más hondo del mar,
y las corrientes me envolvieron.
Las grandes olas que tú mandas
pasaban sobre mí.
(5) Llegué a sentirme echado de tu presencia;
pensé que no volvería a ver tu santo templo.
(6) Las aguas me rodeaban por completo;
me cubría el mar profundo;
las algas se enredaban en mi cabeza.
(7) Me hundí hasta el fondo de la tierra;
¡ya me sentía su eterno prisionero!
Pero tú, Señor, mi Dios,
me salvaste de la muerte.
(8) Al sentir que la vida se me iba,
me acordé de ti, Señor;
mi oración llegó a ti en tu santo templo.
(9) Los que siguen a los ídolos
dejan de serte leales;
(10) pero yo, con voz de gratitud,
te ofreceré sacrificios;
cumpliré las promesas que te hice.
¡Sólo tú, Señor, puedes salvar!»

10 (2.1) Entonces el Señor dispuso que el pez vomitara a Jonás en tierra firme.

Jonás ora a Dios

Desde allí, Jonás oró a Dios:

«Cuando estaba sufriendo,
tú, mi Dios, me ayudaste.
Cuando estaba casi muerto,
pedí ayuda y me la diste.

»Me arrojaste a lo más hondo del mar.
Sólo agua veía yo por todos lados;
grandes olas cruzaban sobre mí.

»Llegué a pensar que ya no me querías,
que no volvería a entrar en tu templo.

»Me había hundido por completo.
El mar me cubría todo,
y las algas se enredaban en mi cabeza.

»Creí que ya nunca saldría del fondo del mar.
Pero tú, Dios mío, me salvaste la vida.

»Cuando ya estaba sin fuerzas,
me acordé de ti, y oré.
Mi oración llegó hasta tu santuario.

»Los que adoran a otros dioses,
a los ídolos sin vida,
no pueden decir que tú eres su Dios.

»Pero yo voy a adorarte
y a cantarte con alegría.
Cumpliré las promesas que te hice.
¡Porque sólo tú puedes salvar!»

10 Por fin, Dios le ordenó al pez: «¡Arroja a Jonás en la orilla del mar!»

Entonces Jonás oró al Señor su Dios desde el vientre del pez. Dijo:

«En mi angustia clamé al Señor,
    y él me respondió.
Desde lo profundo de los dominios de la muerte[a] pedí auxilio,
    y tú escuchaste mi clamor.
A lo profundo me arrojaste,
    al corazón mismo de los mares;
    las corrientes me envolvían,
todas tus ondas y tus olas
    pasaban sobre mí.
Y pensé: “He sido expulsado
    de tu presencia;
pero volveré a contemplar
    tu santo Templo”.[b]
Las aguas me llegaban hasta el cuello,
    lo profundo del mar me envolvía;
las algas se me enredaban en la cabeza,
    arrastrándome a los cimientos de las montañas.
Me tragó la tierra y para siempre
    sus cerrojos se cerraron tras de mí.
Pero tú, Señor, Dios mío,
    rescataste mi vida de la fosa.

»Al sentir que se me iba la vida,
    me acordé del Señor,
y mi oración llegó hasta ti,
    hasta tu santo Templo.

»Los que siguen a ídolos vanos
    abandonan el amor de Dios.[c]
Yo, en cambio, te ofreceré sacrificios
    y cánticos de gratitud.
Cumpliré las promesas que te hice.
    ¡La salvación viene del Señor!».

10 Entonces el Señor dio una orden y el pez vomitó a Jonás en tierra firme.

Footnotes

  1. 2:2 de los dominios de la muerte. Lit. del Seol.
  2. 2:4 pero … Templo. Alt. ¿Cómo volveré a contemplar tu santo Templo?
  3. 2:8 abandonan el amor de Dios. Alt. desprecian la misericordia suya.