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Llama ahora, ¿habrá quién te responda?
¿Y a cuál de los santos(A) te volverás?
Porque el enojo mata al insensato,
y la ira da muerte al necio(B).
Yo he visto al insensato echar raíces(C),
y al instante maldije su morada(D).
Sus hijos no tienen seguridad alguna(E),
aun en la puerta son oprimidos[a],
y no hay quien los libre.
Su[b] cosecha devoran los hambrientos,
la toman aun de entre los espinos,
y el intrigante[c](F) ansía su riqueza.
Porque la aflicción(G) no viene del polvo,
ni brota el infortunio de la tierra;
porque el hombre nace para la aflicción(H),
como las chispas vuelan hacia arriba.

Pero yo buscaría a Dios,
y delante de Dios presentaría mi causa(I);
Él hace cosas grandes e inescrutables,
maravillas[d] sin número(J).
10 Él da la lluvia sobre la faz de la tierra,
y envía las aguas sobre[e] los campos(K).
11 Para poner en alto a los humildes,
y a los que lloran levantarlos a lugar seguro(L),
12 Él frustra las tramas de los astutos(M),
para que sus manos no tengan éxito.
13 Él prende a los sabios en su propia astucia(N),
y el consejo de los sagaces pronto se frustra.
14 De día tropiezan con las tinieblas,
y a mediodía andan a tientas como de noche(O).
15 Pero Él salva al pobre de la espada, de sus bocas(P)
y de la mano del poderoso(Q).
16 El desamparado, pues, tiene esperanza,
y la injusticia tiene que cerrar su boca(R).

17 He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende(S);
no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso[f](T).
18 Porque Él inflige dolor, pero da alivio[g];
Él hiere, pero sus manos también sanan(U).
19 De[h] seis aflicciones te librará(V),
y en siete no te tocará el mal(W).
20 En el hambre te salvará de la muerte(X),
y en la guerra del poder de la espada(Y).
21 Estarás a cubierto del azote de la lengua(Z),
y no temerás la violencia cuando venga(AA).
22 De la violencia y del hambre te reirás(AB),
y no temerás a las fieras de la tierra(AC).
23 Pues con las piedras del campo harás tu alianza,
y las fieras del campo estarán en paz contigo(AD).
24 Y sabrás que tu tienda está segura[i],
porque visitarás tu morada y no temerás pérdida alguna(AE).
25 También sabrás que tu descendencia[j] será numerosa(AF),
y tus vástagos como la hierba de la tierra(AG).
26 En pleno vigor llegarás al sepulcro(AH),
como se hacinan las gavillas a su tiempo.
27 He aquí, esto lo hemos examinado, y así es;
óyelo, y conócelo para tu bien[k].

Footnotes

  1. Job 5:4 Lit., aplastados
  2. Job 5:5 Lit., Cuya
  3. Job 5:5 Algunas versiones antiguas dicen: sediento
  4. Job 5:9 O, milagros
  5. Job 5:10 Lit., sobre la faz de
  6. Job 5:17 Heb., Shaddai
  7. Job 5:18 Lit., venda
  8. Job 5:19 Lit., En
  9. Job 5:24 O, en paz
  10. Job 5:25 Lit., simiente
  11. Job 5:27 Lit., para ti

Grita, Job, a ver quién te responde.
¿A qué ángel vas a recurrir?
Entregarse a la amargura o a la pasión
es una necedad que lleva a la muerte.
He visto al necio empezar a prosperar,
mas su casa fue pronto destruida.
Sus hijos no tienen quien los ayude;
en los tribunales los tratan injustamente
y no hay quien los defienda.
Sus cosechas se las comen los hambrientos
sacándolas de entre los espinos,
y los sedientos les envidian sus riquezas.
La maldad no brota del suelo;
la desdicha no nace de la tierra:
es el hombre el que causa la desdicha,
así como del fuego salen volando las chispas.

En tu lugar, yo me volvería hacia Dios
y pondría mi causa en sus manos;
¡él hace tantas y tan grandes maravillas,
cosas que nadie es capaz de comprender!
10 Él envía la lluvia a la tierra,
y con ella riega los campos;
11 él enaltece a los humildes
y da seguridad a los afligidos;
12 él desbarata los planes del astuto
y los hace fracasar.
13 Él atrapa al astuto en su propia astucia,
y hace que fracasen sus planes malvados:
14 ¡a plena luz del día andan ellos a tientas,
envueltos en tinieblas, como si fuera de noche!
15 Dios salva al pobre y oprimido
del poder de los malvados;
16 él es la esperanza de los débiles,
¡él les tapa la boca a los malvados!

17 Feliz el hombre a quien Dios reprende;
no rechaces la reprensión del Todopoderoso.
18 Si él hace una herida, también la vendará;
si con su mano da el golpe, también da el alivio.
19 Una y otra vez te librará del peligro,
y no dejará que el mal llegue a ti.
20 En tiempo de hambre te librará de la muerte,
y en tiempo de guerra te salvará de la espada.
21 Te protegerá de las malas lenguas,
y no habrás de temer cuando llegue el desastre.
22 Te reirás de hambres y calamidades,
y no tendrás miedo a los animales salvajes.
23 Las piedras no estorbarán en tus campos,
y las fieras serán tus amigas.
24 En tu casa tendrás prosperidad,
y al revisar tu ganado lo encontrarás completo.
25 Tendrás tanta descendencia
como hierba hay en el campo.
26 Llegarás a la vejez en pleno vigor,
como un manojo de espigas maduras.
27 La experiencia nos enseña que esto es así;
escucha esto, y compruébalo tú mismo.

»Clama, si quieres, pero ¿habrá quien te responda?
    ¿A cuál de los seres angelicales[a] te dirigirás?
El resentimiento mata a los necios;
    la envidia mata a los insensatos.
Yo mismo he visto al necio echar raíces,
    pero de pronto su casa fue maldecida.[b]
Sus hijos distan mucho de estar a salvo;
    en el tribunal son oprimidos y nadie los defiende.
Los hambrientos se comen su cosecha,
    y la recogen de entre las espinas;
    los sedientos se beben sus riquezas.
Y aunque las penas no brotan del suelo,
    ni los sufrimientos provienen de la tierra,
con todo, el hombre nace para sufrir,
    tan cierto como que las chispas vuelan.

»Si se tratara de mí, yo apelaría a Dios;
    ante él expondría mi caso.
Él realiza maravillas insondables,
    portentos que no pueden contarse.
10 Él derrama lluvia sobre la tierra
    y envía agua sobre los campos.
11 Él enaltece a los humildes
    y da seguridad a los enlutados.
12 Él deshace las maquinaciones de los astutos,
    para que no prospere la obra de sus manos.
13 Él atrapa a los sabios en su propia astucia,
    y desbarata los planes de los malvados.
14 De día estos se topan con las tinieblas;
    a plena luz andan a tientas, como si fuera de noche.
15 Pero a los menesterosos los salva
    de la opresión de los poderosos
    y de su lengua viperina.
16 Así es como los pobres recobran la esperanza
    y a la injusticia se le tapa la boca.

17 »¡Cuán dichoso es el hombre a quien Dios corrige!
    No menosprecies la disciplina del Todopoderoso.
18 Porque él hiere, pero venda la herida;
    golpea, pero sana con sus manos.
19 De seis aflicciones te rescatará
    y la séptima no te causará ningún daño.
20 Cuando haya hambre, te salvará de la muerte;
    cuando haya guerra, te librará de la espada.
21 Estarás a salvo del latigazo de la lengua,
    y no temerás cuando venga la destrucción.
22 Te burlarás de la destrucción y del hambre,
    y no temerás a las bestias salvajes,
23 pues harás un pacto con las piedras del campo
    y las bestias salvajes estarán en paz contigo.
24 Reconocerás tu casa como lugar seguro;
    contarás tu ganado y ni un solo animal faltará.
25 Llegarás a tener muchos hijos,
    y descendientes como la hierba del campo.
26 Llegarás al sepulcro anciano, pero vigoroso,
    como las gavillas que se recogen a tiempo.

27 »Esto lo hemos examinado y es verdad.
    Así que escúchalo y compruébalo tú mismo».

Footnotes

  1. 5:1 seres angelicales. Lit. santos.
  2. 5:3 fue maldecida. Lit. yo maldije.