Job 34-37
Nueva Versión Internacional (Castilian)
Segundo discurso de Eliú
34 También dijo Eliú:
2 «Vosotros los sabios, escuchad mis palabras;
vosotros los instruidos, prestadme atención.
3 El oído distingue las palabras,
como saborea el paladar la comida.
4 Examinemos juntos este caso;
decidamos entre nosotros lo mejor.
5 »Job alega: “Soy inocente,
pero Dios se niega a hacerme justicia.
6 Tengo que resultar un mentiroso,
a pesar de que soy justo;
sus flechas me hieren de muerte,
a pesar de que no he pecado”.
7 ¿Dónde hay alguien como Job,
que tiene el sarcasmo en la punta de la lengua?[a]
8 Le encanta hacer amistad con los malhechores
y andar en compañía de los malvados.
9 ¡Y nos alega que ningún provecho saca el hombre
tratando de agradar a Dios!
10 »Escuchadme, hombres entendidos:
¡Es inconcebible que Dios haga lo malo,
que el Todopoderoso cometa injusticias!
11 Dios paga al hombre según sus obras;
lo trata como se merece.
12 ¡Ni pensar que Dios cometa injusticias!
¡El Todopoderoso no pervierte el derecho!
13 ¿Quién le dio poder sobre la tierra?
¿Quién lo puso a cargo de todo el mundo?
14 Si pensara en retirarnos su espíritu,[b]
en quitarnos su hálito de vida,
15 todo el género humano perecería,
¡la humanidad entera volvería a ser polvo!
16 »Escucha esto, si eres sensato;
presta atención a lo que digo.
17 ¿Puede acaso gobernar quien detesta la justicia?
¿Condenarás entonces al Dios justo y poderoso,
18 al que niega el valor de los reyes
y denuncia la maldad de los nobles?
19 Dios no se muestra parcial con los príncipes
ni favorece a los ricos más que a los pobres.
¡Unos y otros son obra de sus manos!
20 Perecen de pronto, en medio de la noche;
la gente se estremece y muere;
los poderosos son derrocados
sin intervención humana.
21 »Los ojos de Dios ven los caminos del hombre;
él vigila cada uno de sus pasos.
22 No hay lugares oscuros ni sombras profundas
que puedan esconder a los malhechores.
23 Dios no tiene que examinarlos
para someterlos a juicio.
24 No tiene que indagar para derrocar a los poderosos
y sustituirlos por otros.
25 Dios toma nota de todo lo que hacen;
por la noche los derroca, y quedan aplastados;
26 los castiga por su maldad
para escarmiento de todos,[c]
27 pues dejaron de seguirlo
y no tuvieron en cuenta sus caminos.
28 Hicieron llegar a su presencia
el clamor de los pobres y necesitados,
y Dios lo escuchó.
29 ¿Pero quién puede condenarlo
si él decide guardar silencio?
¿Quién puede verlo si oculta su rostro?
Él está por encima de pueblos y personas,
30 para que no reinen los malvados
ni le tiendan trampas a su pueblo.
31 »Supongamos que le dijeras:
“Soy culpable; no volveré a ofenderte.
32 Enséñame lo que no alcanzo a percibir;
si he cometido algo malo, no volveré a hacerlo”.
33 ¿Tendría Dios que recompensarte
como tú quieres que lo haga,
aunque lo hayas rechazado?
No seré yo quien lo decida, sino tú,
así que expresa lo que piensas.
34 »Que me digan los sabios
y vosotros los entendidos que me escucháis:
35 “Job no sabe lo que dice;
en sus palabras no hay inteligencia”.
36 ¡Que sea Job examinado,
pues como un malvado ha respondido!
37 A su pecado ha añadido rebeldía;
en nuestra propia cara se ha burlado de nosotros,
y se ha excedido en sus palabras contra Dios».
Tercer discurso de Eliú
35 Además, Eliú dijo:
2 «¿Crees tener la razón, Job, cuando afirmas:
“Mi justicia es mayor que la de Dios”?,[d]
3 y cuando te atreves a preguntarle:
“¿En qué te beneficias si no peco?”
4 Pues bien, voy a responderos
a ti y a tus amigos.
5 Mira hacia el cielo, y fíjate bien;
contempla las nubes en lo alto.
6 Si pecas, ¿en qué afectas a Dios?
Si multiplicas tus faltas, ¿en qué lo dañas?
7 Si actúas con justicia, ¿qué puedes darle?
¿Qué puede recibir de parte tuya?
8 Hagas el mal o hagas el bien,
los únicos afectados serán tus semejantes.
9 »Todo el mundo clama bajo el peso de la opresión,
y pide ser librado del brazo del poderoso.
10 Pero nadie dice: “¿Dónde está Dios, mi Hacedor,
que renueva mis fuerzas[e] por las noches,
11 que nos enseña más que a las bestias del campo,
que nos hace más sabios que las aves del cielo?”
12 Si Dios no responde al clamor de la gente,
es por la arrogancia de los malvados.
13 Dios no escucha sus vanas peticiones;
el Todopoderoso no les presta atención.
14 Aun cuando digas que no puedes verlo,
tu caso está delante de él, y debes aguardarlo.
15 Tú dices que Dios no se enoja ni castiga,
y que no se da cuenta de tanta maldad;[f]
16 pero tú, Job, abres la boca y dices tonterías;
hablas mucho y no sabes lo que dices».
Cuarto discurso de Eliú
36 Eliú continuó diciendo:
2 «Ten paciencia conmigo y te mostraré
que aún quiero decir más en favor de Dios.
3 Mi conocimiento proviene de muy lejos;
voy a demostrar que mi Hacedor está en lo justo.
4 Te aseguro que no hay falsedad en mis palabras;
¡tienes ante ti a la sabiduría en persona!
5 »Dios es poderoso, pero no rechaza al inocente;[g]
Dios es poderoso, y todo lo entiende.[h]
6 Al malvado no lo mantiene con vida;
al afligido le hace valer sus derechos.
7 Cuida siempre de los justos;
los hace reinar en compañía de reyes
y los exalta para siempre.
8 Pero, si son encadenados,
si la aflicción los domina,
9 Dios denuncia sus acciones
y la arrogancia de su pecado.
10 Les hace prestar oído a la corrección
y les pide apartarse del mal.
11 Si ellos le obedecen y le sirven,
pasan el resto de su vida en prosperidad,
pasan felices los años que les quedan.
12 Pero, si no le hacen caso,
sin darse cuenta cruzarán el umbral de la muerte.[i]
13 »Los de corazón impío abrigan resentimiento;
no piden ayuda aun cuando Dios los castigue.[j]
14 Mueren en la flor de la vida,
entre los que se prostituyen en los santuarios.
15 A los que sufren, Dios los libra mediante el sufrimiento;
en su aflicción, los consuela.[k]
16 »Dios te libra de las fauces de la angustia,
te lleva a un lugar amplio y espacioso,
y llena tu mesa con la mejor comida.
17 Pero tú te has ganado el juicio que merecen los impíos;[l]
el juicio y la justicia te tienen atrapado.
18 Cuídate de no dejarte seducir por las riquezas;
no te dejes desviar por el soborno.
19 Tus grandes riquezas no podrán sostenerte,
ni tampoco todos tus esfuerzos.
20 No ansíes que caiga la noche,
cuando la gente es arrancada de su sitio.[m]
21 Cuídate de no inclinarte a la maldad,
que por eso fuiste apartado de la aflicción.
22 »Dios es exaltado por su poder.
¿Qué maestro hay que se le compare?
23 ¿Quién puede pedirle cuentas de sus actos?
¿Quién puede decirle que se ha equivocado?
24 No te olvides de exaltar sus obras,
que con cánticos han sido alabadas.
25 Todo el género humano puede contemplarlas,
aunque solo desde lejos.
26 ¡Tan grande es Dios que no lo conocemos!
¡Incontable es el número de sus años!
27 ȃl derrama las gotas de agua
que fluyen como lluvia hacia los ríos;[n]
28 las nubes derraman su lluvia,
que cae a raudales sobre el género humano.
29 ¿Quién entiende la extensión de las nubes
y el estruendo que sale de su pabellón?
30 Ved a Dios expandir su luz en torno a él,
y bañar con ella las profundidades del océano.
31 Dios gobierna a las naciones
y les da comida en abundancia.
32 Toma entre sus manos el relámpago,
y le ordena dar en el blanco.
33 Su trueno anuncia la inminente tormenta,
y hasta el ganado presagia su llegada.
37 »Al llegar a este punto,[o] me palpita el corazón
como si fuera a salírseme del pecho.
2 ¡Escucha, escucha el estruendo de su voz,
el ruido estrepitoso que sale de su boca!
3 Lanza sus rayos bajo el cielo entero;
su resplandor, hasta los confines de la tierra.
4 Sigue luego el rugido majestuoso de su bramido;
¡resuena el trueno, y no retiene sus rayos!
5 Dios hace tronar su voz
y se producen maravillas:
¡Dios hace grandes cosas
que rebasan nuestra comprensión!
6 A la nieve le ordena: “¡Cae sobre la tierra!”,
y a la lluvia: “¡Muestra tu poder!”
7 Detiene la actividad humana
para que todos reconozcan sus obras.
8 Los animales buscan abrigo
y se quedan en sus cuevas.
9 Del sur viene la tempestad;
de los vientos del norte, el frío.
10 Por el aliento de Dios se forma el hielo
y se congelan las masas de agua.
11 Con agua de lluvia carga las nubes,
y lanza sus relámpagos desde ellas;
12 y estas van de un lado a otro,
por toda la superficie de la tierra,
dispuestas a cumplir sus mandatos.
13 Por su bondad, hace que vengan las nubes,
ya sea para castigar o para bendecir.[p]
14 »Espera un poco, Job, y escucha;
ponte a pensar en las maravillas de Dios.
15 ¿Sabes cómo controla Dios las nubes,
y cómo hace que su relámpago deslumbre?
16 ¿Sabes cómo las nubes,
maravillas del conocimiento perfecto,[q]
se mantienen suspendidas?
17 Tú, que te sofocas de calor entre tus ropas
cuando la tierra dormita bajo el viento del sur,
18 ¿puedes ayudarle a extender los cielos,
sólidos como espejo de bronce bruñido?
19 »Haznos saber qué debemos responderle,
pues debido a nuestra ignorancia[r]
no tenemos argumentos.
20 ¿Le haré saber que estoy pidiendo la palabra?
¿Quién se atreve a hablar y ser destruido?
21 No hay quien pueda mirar al sol brillante
después de que el viento ha despejado los cielos.
22 Un dorado resplandor viene del norte;
¡viene Dios, envuelto en terrible majestad!
23 El Todopoderoso no está a nuestro alcance;
excelso es su poder.
Grandes son su justicia y rectitud;
¡a nadie oprime!
24 Él no tiene en cuenta a los que se creen sabios;
por eso le temen los mortales».
Footnotes
- 34:7 tiene … lengua. Lit. bebe sarcasmo como agua.
- 34:14 espíritu. Alt. Espíritu.
- 34:26 para escarmiento de todos. Lit. en un lugar visible.
- 35:2 Mi justicia … Dios. Alt. Dios habrá de justificarme.
- 35:10 que renueva mis fuerzas. Alt. que me inspira cánticos.
- 35:15 maldad. Palabra de difícil traducción.
- 36:5 no rechaza al inocente (LXX); no rechaza (TM).
- 36:5 todo lo entiende. Lit. es fuerte de corazón.
- 36:12 el umbral de la muerte. Lit. el canal.
- 36:13 los castigue (lectura probable); los aprisione (TM).
- 36:15 los consuela. Alt. los hace entender. Lit. abre sus oídos.
- 36:17 te has … impíos. Texto de difícil traducción.
- 36:20 Los vv. 18-20 son de difícil traducción.
- 36:27 que fluyen … los ríos. Alt. que destila del rocío en forma de lluvia.
- 37:1 Al llegar a este punto. Alt. Al ver esto.
- 37:13 Versículo de difícil traducción.
- 37:16 del conocimiento perfecto. Alt. del que todo lo sabe.
- 37:19 nuestra ignorancia. Lit. nuestra oscuridad.
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