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Tercer discurso de Bildad

25 A esto respondió Bildad de Súah:

«Dios es poderoso e infunde temor;
    él pone orden[a] en las alturas de los cielos.
¿Pueden contarse acaso sus ejércitos?
    ¿Sobre quién no alumbra su luz?
¿Cómo puede el hombre
    declararse inocente ante Dios?
¿Cómo puede alegar pureza
    quien ha nacido de mujer?
Si a sus ojos no tiene brillo la luna,
    ni son puras las estrellas,
mucho menos el hombre, simple gusano;
    ¡mucho menos el hombre, miserable lombriz!»

Footnotes

  1. 25:2 pone orden. Lit. hace paz.

Tercer discurso de Bildad

25 A esto respondió Bildad de Súah:

«Dios es poderoso e infunde temor;
    él pone orden en las alturas de los cielos.
¿Pueden contarse acaso sus ejércitos?
    ¿Sobre quién no alumbra su luz?
¿Cómo puede una persona declararse justo ante Dios?
    ¿Cómo puede alegar pureza quien ha nacido de mujer?
Si a sus ojos no tiene brillo la luna,
    ni son puras las estrellas,
mucho menos el hombre, simple gusano;
    ¡mucho menos el hombre, miserable lombriz!».

Bildad

25 Dios es poderoso y temible;
él establece la paz en el cielo.
Sus ejércitos son incontables,
su luz brilla sobre todos.
¿Podrá, pues, un simple hombre
ser puro e inocente frente a Dios?
A sus ojos, ni la luna tiene brillo
ni son puras las estrellas,
¡mucho menos el hombre;
este gusano miserable!

Tercera participación de Bildad

25 Bildad respondió:

«Es tan grande el poder de Dios
que nos hace temblar de miedo.
Dios es quien pone orden en el cielo.
¿Puede alguien contar sus ejércitos?
¿Hay alguien a quien el sol no alumbre?
¡Ante Dios no hay nadie
que pueda declararse inocente!
Si a los ojos de Dios nada vale
el brillo de la luna
ni tampoco el de las estrellas
¡mucho menos valemos nosotros,
que somos simples gusanos!»