Jeremías 7:29-8:3

La Biblia de las Américas

³⁰ Porque los hijos de Judá han hecho lo que es malo ante mis ojos —declara el Señor—, han puesto sus abominaciones en la casa que es llamada por mi nombre, profanándola^(D). ³¹ Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle de Ben-hinom^(E), para quemar a sus hijos y a sus hijas en el fuego^(F), lo cual yo no mandé^(G), ni me pasó por la mente^[b]. ³² Por tanto, he aquí vienen días —declara el Señor— cuando no se dirá más Tofet, ni valle de Ben-hinom, sino el valle de la Matanza^(H); porque enterrarán en Tofet^(I) por no haber otro^[c] lugar. ³³ Y los cadáveres de este pueblo servirán de comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra, sin que nadie las espante^(J). ³⁴ Entonces haré cesar de las ciudades de Judá y de las calles de Jerusalén la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia^(K); porque la tierra quedará desolada^(L).

8 En aquel tiempo —declara el Señor— sacarán de sus tumbas los huesos de los reyes de Judá, los huesos de sus príncipes, los huesos de los sacerdotes, los huesos de los profetas y los huesos de los habitantes de Jerusalén^(M); ² y los esparcirán al sol, a la luna y a todo el ejército del cielo^(N), a quienes amaron y^[d] sirvieron, y a quienes siguieron, a quienes buscaron y^[e] adoraron. No serán recogidos ni enterrados^(O); serán como estiércol sobre la faz de la tierra^(P). ³ Y escogerá la muerte en lugar de la vida^(Q) todo el remanente que quede de este linaje malvado, los que queden en todos los lugares adonde los he arrojado^(R) —declara el Señor de los ejércitos.