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Prosperidad futura de Sión

66 Así ha dicho el Señor:

«El cielo es mi trono,(A) y la tierra es el estrado de mis pies.(B) ¿Qué clase de casa podrían edificarme? ¿Que lugar pueden ofrecerme para mi reposo?(C) Yo hice todo esto con mis propias manos, y fue así como llegaron a existir. Yo pongo la mirada en los pobres y humildes de espíritu, y en los que tiemblan al escuchar mi palabra.

—Palabra del Señor.

»Ofrecerme un buey en sacrificio es lo mismo que matar a un hombre; ofrecerme una oveja es lo mismo que degollar un perro; presentarme una ofrenda es lo mismo que ofrecerme sangre de cerdo; quemar incienso es lo mismo que bendecir a un ídolo. Y como ellos optaron por seguir sus propios caminos y prefirieron seguir cometiendo lo que aborrezco,

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Juicio y esperanza

66 Así dice el Señor:

«El cielo es mi trono,
    y la tierra, el estrado de mis pies.
¿Qué casa me pueden construir?
    ¿Dónde estará el lugar de mi reposo?
Fue mi mano la que hizo todas estas cosas;
    fue así como llegaron a existir»,
    afirma el Señor.

«Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu,
    a los que tiemblan ante mi palabra.
Pero los que sacrifican toros
    son como los que matan hombres;
los que ofrecen corderos
    son como los que desnucan perros;
los que presentan ofrendas de grano
    son como los que ofrecen sangre de cerdo
y los que queman ofrendas de incienso
    son como los que adoran ídolos.
Ellos han escogido sus propios caminos,
    y se deleitan en sus abominaciones.

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