Hechos 20:13-21:36

La Biblia de las Américas

Viaje de Troas a Mileto

¹³ Entonces nosotros^(A), adelantándonos a tomar la nave, zarpamos para Asón, con el propósito de recoger allí a Pablo, pues así lo había decidido, deseando ir por tierra^[a] hasta Asón. ¹⁴ Cuando nos encontró en Asón, lo recibimos a bordo y nos dirigimos a Mitilene. ¹⁵ Y zarpando de allí, al día siguiente llegamos frente a Quío; y al otro día atracamos en Samos; habiendo hecho escala en Trogilio^[b], al día siguiente llegamos a Mileto^(B). ¹⁶ Porque Pablo había decidido dejar a un lado a Efeso^(C) para no detenerse en Asia^[c](D), pues se apresuraba para estar, si le era posible, el día de Pentecostés^(E) en Jerusalén^(F).

¹⁷ Y desde Mileto mandó mensaje a Efeso^(G) y llamó a los ancianos^(H) de la iglesia.

Despedida en Mileto

¹⁸ Cuando vinieron a él, les dijo:

Vosotros bien sabéis cómo he sido con vosotros todo el tiempo, desde el primer día que estuve^[d] en Asia^[e](I), ¹⁹ sirviendo al Señor con toda humildad, y con lágrimas y con pruebas que vinieron sobre mí por causa de las intrigas de los judíos^(J); ²⁰ cómo no rehuí declarar a vosotros^(K) nada que fuera útil, y de enseñaros públicamente y de casa en casa^[f], ²¹ testificando^(L) solemnemente, tanto a judíos como a griegos, del arrepentimiento^(M) para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo^(N). ²² Y ahora, he aquí que yo, atado en espíritu^[g], voy a Jerusalén^(O) sin saber lo que allá me sucederá, ²³ salvo que el Espíritu Santo^(P) solemnemente me da testimonio^(Q) en cada ciudad, diciendo que me esperan cadenas y aflicciones^(R). ²⁴ Pero en ninguna manera estimo^(S) mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera^[h](T) y el ministerio^(U) que recibí del Señor Jesús^(V), para dar testimonio^(W) solemnemente del evangelio de la gracia de Dios^(X). ²⁵ Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de vosotros, entre quienes anduve predicando el reino^(Y), volverá a ver mi rostro. ²⁶ Por tanto, os doy testimonio^[i] en este día de que soy inocente^[j](Z) de la sangre de todos, ²⁷ pues no rehuí declarar a vosotros^(AA) todo el propósito^[k] de Dios^(AB). ²⁸ Tened cuidado de vosotros y de toda la grey^(AC), en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos^[l] para pastorear la iglesia de Dios^[m](AD), la cual Él compró^[n] con su propia sangre^(AE). ²⁹ Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces^(AF) entre vosotros que no perdonarán el rebaño^(AG), ³⁰ y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos^[o] hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos^(AH) tras ellos. ³¹ Por tanto, estad alerta, recordando que por tres años^(AI), de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas^(AJ). ³² Ahora os encomiendo a Dios^[p](AK) y a la palabra de su gracia^(AL), que es poderosa para edificaros^(AM) y daros la herencia entre todos los santificados^(AN). ³³ Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado^(AO). ³⁴ Vosotros sabéis que estas manos^(AP) me sirvieron para mis propias necesidades y las de los que estaban conmigo^(AQ). ³⁵ En todo os mostré que así, trabajando, debéis ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: «Más bienaventurado es dar que recibir».

³⁶ Cuando terminó de hablar^[q], se arrodilló y oró^(AR) con todos ellos. ³⁷ Y comenzaron a llorar desconsoladamente^[r], y abrazando a^[s] Pablo, lo besaban^(AS), ³⁸ afligidos^[t] especialmente por la palabra que había dicho de que ya no volverían a ver su rostro^(AT). Y lo acompañaron^(AU) hasta el barco.

Despedida en Tiro

21 Después de separarnos^(AV) de ellos, zarpamos y fuimos con rumbo directo^(AW) a Cos, al día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara; ² y encontrando un barco que partía para Fenicia^(AX), subimos a bordo y nos hicimos a la vela. ³ Cuando avistamos Chipre^(AY), dejándola a la izquierda, navegamos hacia Siria^(AZ), y desembarcamos en Tiro^(BA) porque la nave^(BB) debía dejar su cargamento allí. ⁴ Después de hallar a los discípulos^(BC), nos quedamos allí siete días, y ellos le decían a Pablo, por el Espíritu^[u](BD), que no fuera a Jerusalén^[v]. ⁵ Y pasados aquellos días^[w] partimos y emprendimos nuestro viaje mientras que todos ellos, con sus mujeres e hijos, nos acompañaron^(BE) hasta las afueras de la ciudad. Después de arrodillarnos y orar^(BF) en la playa, nos despedimos unos de otros. ⁶ Entonces subimos al barco y ellos regresaron a sus hogares^(BG).

Pablo en Cesarea

⁷ Terminado el viaje desde Tiro^(BH), llegamos a Tolemaida, y después de saludar a los hermanos^(BI), nos quedamos con ellos un día. ⁸ Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea^(BJ), y entrando en la casa de Felipe, el evangelista^(BK), que era uno de los siete^(BL), nos quedamos con él. ⁹ Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban^(BM). ¹⁰ Y deteniéndonos allí varios días, descendió de Judea cierto profeta llamado Agabo^(BN), ¹¹ quien vino^[x] a vernos, y tomando el cinto de Pablo^(BO), se ató las manos y los pies, y dijo: Así dice el Espíritu Santo^(BP): «Así atarán^(BQ) los judíos en Jerusalén al dueño de este cinto, y lo entregarán en manos de los gentiles^(BR)». ¹² Al escuchar esto, tanto nosotros como los que vivían allí le rogábamos que no subiera a Jerusalén^(BS). ¹³ Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis, llorando y quebrantándome el corazón? Porque listo estoy no solo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús^(BT). ¹⁴ Como no se dejaba persuadir, nos callamos, diciéndonos: Que se haga la voluntad del Señor^(BU).

¹⁵ Después de estos días nos preparamos y comenzamos a subir hacia Jerusalén^(BV). ¹⁶ Y nos acompañaron también algunos de los discípulos^(BW) de Cesarea^(BX), quienes nos condujeron a Mnasón, de Chipre^(BY), un antiguo^(BZ) discípulo con quien deberíamos hospedarnos.

Pablo en Jerusalén

¹⁷ Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos^(CA) nos recibieron con regocijo. ¹⁸ Y al día siguiente Pablo fue^[y] con nosotros a ver a Jacobo^[z](CB), y todos los ancianos^(CC) estaban presentes. ¹⁹ Y después de saludarlos, comenzó a referirles una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles^(CD) mediante su ministerio^(CE). ²⁰ Y ellos, cuando lo oyeron, glorificaban a Dios^(CF) y le dijeron: Hermano, ya ves cuántos miles^[aa] hay entre los judíos que han creído, y todos son celosos de la ley^(CG); ²¹ y se les ha contado acerca de ti, que enseñas a todos los judíos entre los gentiles que se aparten de Moisés^(CH), diciéndoles que no circunciden^(CI) a sus hijos ni observen^[ab] las tradiciones^(CJ). ²² Entonces, ¿qué es lo que se debe hacer? Porque sin duda la multitud se reunirá^[ac] pues oirán que has venido. ²³ Por tanto, haz esto que te decimos: Tenemos cuatro hombres que han hecho un voto^[ad](CK); ²⁴ tómalos y purifícate junto con ellos^(CL), y paga sus gastos^[ae] para que se rasuren la cabeza^(CM); y todos sabrán que no hay nada cierto en lo que se les ha dicho acerca de ti, sino que tú también vives^[af] ordenadamente, acatando la ley. ²⁵ Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito, habiendo decidido que deben abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación^(CN). ²⁶ Entonces Pablo tomó consigo a los hombres, y al día siguiente, purificándose^[ag] junto con ellos^(CO), fue al templo, notificando de la terminación de los días de purificación^(CP), hasta que el sacrificio se ofreciera por cada uno de ellos.

El tumulto en el templo

²⁷ Cuando estaban para cumplirse los siete días^(CQ), los judíos^(CR) de Asia^[ah](CS), al verlo en el templo, comenzaron a incitar a todo el pueblo, y le echaron mano, ²⁸ gritando: ¡Israelitas^[ai], ayudadnos! Este es el hombre que enseña^[aj] a todos, por todas partes, contra nuestro pueblo, la ley y este lugar^(CT); además, incluso ha traído griegos al templo, y ha profanado este lugar santo^(CU). ²⁹ Pues anteriormente habían visto a Trófimo^(CV) el efesio^(CW) con él en la ciudad, y pensaban que Pablo lo había traído al templo. ³⁰ Se alborotó toda la ciudad, y llegó el pueblo corriendo de todas partes^[ak]; apoderándose de Pablo lo arrastraron fuera del templo^(CX), y al instante cerraron las puertas. ³¹ Mientras procuraban matarlo, llegó aviso al comandante^[al] de la compañía^[am] romana^(CY) que toda Jerusalén estaba en confusión. ³² Inmediatamente tomó consigo algunos soldados y centuriones, y corrió hacia ellos; cuando vieron al comandante y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo^(CZ). ³³ Entonces el comandante llegó y lo prendió, y ordenó que lo ataran^(DA) con dos cadenas^(DB); y preguntaba quién era y qué había hecho. ³⁴ Pero entre la muchedumbre unos gritaban una cosa y otros otra^(DC), y como él no pudo averiguar con certeza los hechos, debido al tumulto, ordenó que lo llevaran al cuartel^(DD). ³⁵ Cuando llegó a las gradas^(DE), sucedió que los soldados tuvieron que cargarlo por causa de la violencia de la turba^[an]; ³⁶ porque la multitud del pueblo lo seguía, gritando: ¡Muera^(DF)!