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II.— ADVERTENCIAS Y EXHORTACIONES (3,1—4,9)

La verdadera fuente de salvación

Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. No me molesta escribirles las mismas cosas, si a ustedes les proporciona seguridad. ¡Ojo con esos perros, con esos perversos agitadores, con esos que se empeñan en mutilarse! ¡Nosotros somos los auténticos circuncidados! ¡Nosotros los que ofrecemos un culto nacido del Espíritu divino! ¡Nosotros los que estamos orgullosos de Cristo Jesús y no hemos puesto en algo humano nuestra confianza!

Y eso que yo tengo buenas razones, muchas más que cualquier otro, para poner mi confianza en lo humano: fui circuncidado a los ocho días de nacer, soy de raza israelita, de la tribu de Benjamín, hebreo de pies a cabeza. En lo que atañe a mi actitud ante la ley, fui fariseo; apasionado perseguidor de la Iglesia y del todo irreprochable en lo que se refiere al recto cumplimiento de la ley.

Pero lo que constituía para mí un motivo de gloria, lo juzgué deleznable por amor a Cristo. Más aún, sigo pensando que todo es deleznable en comparación con lo sublime que es conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él renuncié a todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo. Quiero vivir unido a él, no por la rectitud que viene del cumplimiento de la ley, sino por la que nace de haber creído en Cristo, es decir, la que Dios nos concede por razón de la fe. 10 Quiero conocer a Cristo, experimentar el poder de su resurrección, compartir sus padecimientos y conformar mi muerte con la suya. 11 Espero así participar de la resurrección de entre los muertos.

En busca del premio

12 No quiero decir que haya logrado ya ese ideal o conseguido la perfección, pero me esfuerzo en conquistar aquello para lo que yo mismo he sido conquistado por Cristo Jesús. 13 Y no me hago la ilusión, hermanos, de haberlo ya conseguido; pero eso sí, olvido lo que he dejado atrás y me lanzo hacia adelante 14 en busca de la meta, trofeo al que Dios, por medio de Cristo Jesús, nos llama desde lo alto.

15 Esto deberíamos pensar los que presumimos de creyentes. Y si ustedes piensan algo distinto, que Dios los ilumine también en este punto. 16 De todos modos, sigamos adelante por el camino recorrido.

17 Sigan, hermanos, mi ejemplo y fíjense en aquellos que nos han tomado como modelo de conducta. 18 Porque hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo; lo he dicho muchas veces y lo repito ahora con lágrimas en los ojos. 19 Su paradero es la perdición; su dios, el vientre; su orgullo, aquello que debería avergonzarlos; su pensamiento, las cosas terrenas. 20 Nosotros, en cambio, somos ciudadanos de los cielos y esperamos impacientes que de allí nos venga el salvador: Jesucristo, el Señor. 21 Él será quien transforme nuestro frágil cuerpo mortal en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud de la capacidad que tiene para dominar todas las cosas.

El valor infinito de conocer a Cristo

Por lo demás, hermanos míos, regocijaos en el Señor(A). A mí no me es molesto escribiros otra vez lo mismo, y para vosotros es motivo de seguridad. Cuidaos de los perros(B), cuidaos de los malos obreros(C), cuidaos de la falsa circuncisión[a]; porque nosotros somos la verdadera circuncisión[b], que adoramos en el Espíritu de Dios[c](D) y nos gloriamos en Cristo Jesús(E), no poniendo la confianza en la carne, aunque yo mismo podría confiar[d] también en la carne(F). Si algún otro cree tener motivo para confiar en la carne, yo mucho más: circuncidado el octavo día(G), del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos(H); en cuanto a la ley, fariseo(I); en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia(J); en cuanto a la justicia de[e] la ley(K), hallado irreprensible(L). Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo(M). Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a[f] Cristo Jesús(N), mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia derivada de la ley(O), sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe(P), 10 y conocerle a Él(Q), el poder de su resurrección(R) y la participación en sus padecimientos(S), llegando a ser como Él en su muerte[g](T), 11 a fin de llegar[h](U) a la resurrección de entre los muertos. 12 No que ya lo haya alcanzado(V) o que ya haya llegado a ser perfecto(W), sino que sigo adelante, a fin de poder[i] alcanzar(X) aquello para lo cual también[j] fui alcanzado por Cristo Jesús(Y). 13 Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás(Z) y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo hacia la meta para obtener el premio(AA) del supremo llamamiento de Dios(AB) en Cristo Jesús(AC). 15 Así que todos los que somos perfectos[k](AD), tengamos esta misma actitud; y si en algo tenéis una actitud distinta(AE), eso también os lo revelará Dios(AF); 16 sin embargo, continuemos viviendo[l] según la misma norma que hemos alcanzado(AG).

La ciudadanía celestial

17 Hermanos, sed imitadores míos(AH), y observad a los que andan según el ejemplo(AI) que tenéis en nosotros. 18 Porque muchos andan como[m] os he dicho muchas veces, y ahora os lo digo aun llorando(AJ), que son enemigos de la cruz de Cristo(AK), 19 cuyo fin es perdición, cuyo dios es su apetito[n](AL) y cuya gloria está en su vergüenza(AM), los cuales piensan solo en las cosas terrenales(AN). 20 Porque nuestra ciudadanía[o] está en los cielos(AO), de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo(AP), 21 el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación[p] en conformidad(AQ) al cuerpo de su gloria[q](AR), por el ejercicio del poder(AS) que tiene aun para sujetar todas las cosas a sí mismo(AT).

Footnotes

  1. Filipenses 3:2 Lit., de la mutilación; (gr., katatomé)
  2. Filipenses 3:3 Lit., el cortamiento; (gr., peritomé)
  3. Filipenses 3:3 O, adoramos a Dios en espíritu
  4. Filipenses 3:4 Lit., tener confianza
  5. Filipenses 3:6 Lit., en
  6. Filipenses 3:8 Lit., del conocimiento de
  7. Filipenses 3:10 Lit., conformado a su muerte
  8. Filipenses 3:11 Lit., si de alguna manera llegue
  9. Filipenses 3:12 Lit., por si acaso pudiera
  10. Filipenses 3:12 O, porque también
  11. Filipenses 3:15 O, maduros
  12. Filipenses 3:16 Lit., siguiendo en línea
  13. Filipenses 3:18 Lit., los cuales
  14. Filipenses 3:19 Lit., vientre
  15. Filipenses 3:20 O, patria, lit., comunidad
  16. Filipenses 3:21 O, nuestro humilde cuerpo
  17. Filipenses 3:21 O, su cuerpo glorioso

Finally, my brethren, rejoice in the Lord. To write the same things to you, to me indeed is not grievous, but for you it is safe.

Beware of dogs, beware of evil workers, beware of the concision.

For we are the circumcision, which worship God in the spirit, and rejoice in Christ Jesus, and have no confidence in the flesh.

Though I might also have confidence in the flesh. If any other man thinketh that he hath whereof he might trust in the flesh, I more:

Circumcised the eighth day, of the stock of Israel, of the tribe of Benjamin, an Hebrew of the Hebrews; as touching the law, a Pharisee;

Concerning zeal, persecuting the church; touching the righteousness which is in the law, blameless.

But what things were gain to me, those I counted loss for Christ.

Yea doubtless, and I count all things but loss for the excellency of the knowledge of Christ Jesus my Lord: for whom I have suffered the loss of all things, and do count them but dung, that I may win Christ,

And be found in him, not having mine own righteousness, which is of the law, but that which is through the faith of Christ, the righteousness which is of God by faith:

10 That I may know him, and the power of his resurrection, and the fellowship of his sufferings, being made conformable unto his death;

11 If by any means I might attain unto the resurrection of the dead.

12 Not as though I had already attained, either were already perfect: but I follow after, if that I may apprehend that for which also I am apprehended of Christ Jesus.

13 Brethren, I count not myself to have apprehended: but this one thing I do, forgetting those things which are behind, and reaching forth unto those things which are before,

14 I press toward the mark for the prize of the high calling of God in Christ Jesus.

15 Let us therefore, as many as be perfect, be thus minded: and if in any thing ye be otherwise minded, God shall reveal even this unto you.

16 Nevertheless, whereto we have already attained, let us walk by the same rule, let us mind the same thing.

17 Brethren, be followers together of me, and mark them which walk so as ye have us for an ensample.

18 (For many walk, of whom I have told you often, and now tell you even weeping, that they are the enemies of the cross of Christ:

19 Whose end is destruction, whose God is their belly, and whose glory is in their shame, who mind earthly things.)

20 For our conversation is in heaven; from whence also we look for the Saviour, the Lord Jesus Christ:

21 Who shall change our vile body, that it may be fashioned like unto his glorious body, according to the working whereby he is able even to subdue all things unto himself.