³ Y extendió algo semejante a una mano y me tomó por un mechón de mi cabello; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me llevó a Jerusalén en visiones de Dios, a la entrada de la puerta^(A) que mira al norte del atrio interior, allí donde estaba la morada del ídolo de los celos que provoca los celos^(B).

²⁴ Y el Espíritu me levantó^(A) y me llevó a Caldea^[a], a los desterrados, en visión por el Espíritu de Dios. Y se alejó de mí la visión que había visto^(B).

⁵ Entonces el Espíritu me levantó y me llevó al atrio interior^(A), y la gloria del Señor llenó el templo^(B).

³⁹ Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató^(A) a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso.