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Vanidad de las palabras

[a]Guarda tus pasos cuando vas a la casa de Dios(A), y acércate a escuchar en vez de ofrecer el sacrificio de los necios(B), porque estos no saben que hacen el mal.

[b]No te des prisa en hablar[c](C),
ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios.
Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra;
por tanto sean pocas tus palabras(D).
Porque los sueños vienen[d] de la mucha tarea,
y la voz del necio de las muchas palabras(E).

Cuando haces un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque Él no se deleita en los necios. El voto que haces, cúmplelo(F). Es mejor que no hagas votos, a que hagas votos y no los cumplas(G). No permitas que tu boca te haga pecar[e], y no digas delante del mensajero de Dios que fue un error(H). ¿Por qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos? Porque en los muchos sueños y en las muchas palabras hay vanidades; tú, sin embargo, teme[f] a Dios(I).

Vanidad de las riquezas

Si ves la opresión(J) del pobre y la negación del derecho y de la justicia(K) en la provincia, no te sorprendas(L) del hecho, porque un oficial[g] vigila sobre otro oficial[h], y hay oficiales superiores sobre ellos. Con todo, es de beneficio para el país, que el rey mantenga cultivado el campo.

10 Él que ama el dinero no se saciará de dinero,
y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias.
También esto es vanidad(M).
11 Cuando aumentan los bienes(N),
aumentan también los que los consumen.
Así, pues, ¿cuál es la ventaja para sus dueños, sino verlos con sus ojos?
12 Dulce es el sueño(O) del trabajador,
coma mucho o coma poco;
pero la hartura del rico no le permite dormir.

13 Hay un grave mal que he visto bajo el sol:

las riquezas(P) guardadas por su dueño para su mal;
14 cuando esas riquezas se pierden por un mal negocio[i],
y él engendra un hijo,
no queda nada para mantenerlo[j].
15 Como salió del vientre de su madre, desnudo,
así volverá, yéndose tal como vino(Q);
nada saca del fruto de su trabajo
que pueda llevarse en la mano(R).

16 Y también esto es un grave mal:

que tal como vino, así se irá.
Por tanto, ¿qué provecho(S) tiene el que trabaja para el viento(T)?
17 Además todos los[k] días de su vida come en tinieblas,
con mucha molestia(U), enfermedad y enojo.

18 He aquí lo que yo he visto que es bueno y conveniente[l]: comer, beber y gozarse uno[m] de todo el trabajo en que se afana(V) bajo el sol en los contados días de la vida que Dios le ha dado; porque esta es su recompensa[n](W). 19 Igualmente, a todo hombre a quien Dios ha dado riquezas y bienes(X), lo ha capacitado también para comer de ellos(Y), para recibir su recompensa[o] y regocijarse en su trabajo: esto es don de Dios(Z). 20 Pues él no se acordará mucho de los días de su vida, porque Dios lo[p] mantiene ocupado con alegría en su corazón(AA).

Footnotes

  1. Eclesiastés 5:1 En el texto heb., cap. 4:17
  2. Eclesiastés 5:2 En el texto heb., cap. 5:1
  3. Eclesiastés 5:2 Lit., con tu boca
  4. Eclesiastés 5:3 Lit., el sueño viene
  5. Eclesiastés 5:6 Lit., que tu boca haga que tu carne peque
  6. Eclesiastés 5:7 O, reverencia
  7. Eclesiastés 5:8 Lit., superior
  8. Eclesiastés 5:8 Lit., superior
  9. Eclesiastés 5:14 Lit., una obra mala
  10. Eclesiastés 5:14 Lit., en su mano
  11. Eclesiastés 5:17 Lit., sus
  12. Eclesiastés 5:18 Lit., hermoso
  13. Eclesiastés 5:18 Lit., ver lo bueno
  14. Eclesiastés 5:18 O, porción
  15. Eclesiastés 5:19 O, porción
  16. Eclesiastés 5:20 Así en algunas versiones antiguas; el heb. omite: lo

Hay que cumplir lo que se promete

(4.17) Cuando vayas al templo de Dios, cuida tu conducta: en vez de ofrecer sacrificios como la gente tonta que no se da cuenta de que hace mal, acércate dispuesto a obedecer.

(1) No te apresures, ni con los labios ni con el pensamiento, a hacer promesas a Dios, pues Dios está en el cielo y tú en la tierra. Por eso, habla lo menos que puedas, (2) porque por mucho pensar se tienen pesadillas, y por mucho hablar se dicen tonterías.

(3) Cuando hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque a él no le agradan los necios. Cumple lo que prometes, (4) pues vale más no prometer, que prometer y no cumplir.

(5) No permitas que tus labios te hagan pecar, y luego digas ante el enviado de Dios que lo hiciste por error. ¿Por qué hacer que Dios se enoje por lo que dices y destruya lo que has hecho? (6) Por lo tanto, en medio de tantas pesadillas y de tantas palabras y cosas sin sentido, tú debes mostrar reverencia hacia Dios.

Contradicciones de la vida

(7) No te sorprendas si en algún país ves que se oprime al pobre y que se hace violencia a la justicia y al derecho, porque a un alto oficial lo encubre otro más alto, y otros más altos oficiales encubren a estos dos. (8) ¡Y a eso se le llama progreso del país y estar el rey al servicio del campo!

10 (9) El que ama el dinero, siempre quiere más; el que ama las riquezas, nunca cree tener bastante. Esto es también vana ilusión, 11 (10) porque mientras más se tiene, más se gasta. ¿Y qué se gana con tener, aparte de contemplar lo que se tiene? 12 (11) El que trabaja, coma poco o mucho, siempre duerme a gusto; al rico, en cambio, sus riquezas no lo dejan dormir.

13 (12) Una cosa realmente lamentable he visto en este mundo: que el amontonar riquezas va en perjuicio de su dueño, 14 (13) pues un mal negocio puede acabar con toda esa riqueza, y si él tiene un hijo, ya no tendrá después nada que dejarle. 15 (14) Y tal como vino a este mundo, así se irá: tan desnudo como cuando nació, y sin llevarse nada del fruto de su trabajo. 16 (15) Esto es realmente lamentable: que tal como vino al mundo, así también se irá. ¿Y qué sacó de tanto trabajar para nada? 17 (16) Para colmo, toda su vida se la pasó en tinieblas, y con muchas molestias, dolores y resentimientos.

18 (17) He encontrado que lo mejor y más agradable es comer y beber, y disfrutar del fruto de tanto trabajar en este mundo durante la corta vida que Dios nos da, pues eso es lo que nos ha tocado. 19 (18) Por otra parte, a todo aquel a quien Dios da abundantes riquezas, le da también la facultad de comer de ellas y de tomar lo que le corresponde, pues el disfrutar de tanto trabajo viene de parte de Dios. 20 (19) Y como Dios le llena de alegría el corazón, no se preocupa mucho por el curso de su vida.