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24 En ese momento Nabucodonosor se puso de pie, y sorprendido les preguntó a sus consejeros:

―¿Acaso no eran tres los hombres que atamos y arrojamos al fuego?

―Así es, rey —le respondieron.

25 ―¡Pues mirad! —exclamó—. Allí en el fuego veo a cuatro hombres, sin ataduras y sin daño alguno, ¡y el cuarto tiene la apariencia de un dios![a]

26 Dicho esto, Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno en llamas y gritó:

―Sadrac, Mesac y Abednego, siervos del Dios Altísimo, ¡salid de ahí, y venid aquí!

Cuando los tres jóvenes salieron del horno,

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Footnotes

  1. 3:25 dios. Lit. hijo de dioses.

24 Cuando Nabucodonosor vio esto, se levantó rápidamente y les preguntó a sus consejeros:

—Me parece que los jóvenes que echamos al horno eran tres, y los tres estaban atados.

—Así es —respondieron los consejeros.

25 —Entonces —dijo el rey—, ¿cómo es que yo veo a cuatro? Todos ellos están desatados, y andan paseándose por el horno, sin que les pase nada. Además, ¡el cuarto joven parece un ángel!

26 Dicho esto, Nabucodonosor se acercó al horno lo más que pudo, y gritó: «Sadrac, Mesac y Abed-nego, servidores del Dios altísimo, ¡salgan de allí!»

Los tres jóvenes salieron del horno.

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